C A T O R C E

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Llegué a mi piso, mucho más a gusto conmigo misma.

Le estaba muy agradecida a Alba por confiar en mí lo suficientemente por contarme eso.

Pero yo no le había contado qué había pasado en Pamplona.

Aún no estaba preparada, y no sabía cómo sentirme.

-¡Nataliaaa!

Julia me llamaba desde el salón. Me dirigí allí y la vi junto a María, Marta, África y Sabela. La mesa estaba llena de envases de sushi para llevar.

-Vimos que no estabas bien, así que organizamos esto por si necesitabas ayuda-dijo África.

-Ya sabes que estamos dispuestas para ayudarte en lo que sea-añadió María.

Me lancé al sofá para darles un abrazo colectivo.

-Tías, os quiero muchísimo-dije.

-Nosotras te queremos más-me respondió Marta, y me dio un beso en la mejilla.

Nos sentamos alrededor de la mesa en el sofá, en el sillón o incluso en cojines y empezamos a cenar.

-Pero, Natalia-dijo Sabela-ahora, ¿todo bien?

Les miré y sonreí.

-Sí, sí. Lo hemos arreglado y estamos bien. De verdad.

-Bueno, entonces, ¿por qué no hemos sacado las cervezas? Aquí falta marcha, coño-soltó María.

África salió corriendo hacia la nevera y nosotras movimos las mesas para que se convirtiese en una pista de baile.

Estábamos cantando y bailando como si no hubiese un mañana y ya me sentía muchísimo mejor. Habíamos ido alternando entre Rosalía, Beyoncé, las Spice Girls (en este punto María y Sabela se convirtieron en otras personas) e incluso los Beatles hasta quedarnos afónicas.

Estábamos todas sentadas en el sofá mientras veíamos la actuación de África y María cuando vi a Sabela (más calmada que antes) hacerme un gesto para que la siguiese.

La seguí hasta el baño, donde se apoyó en el espejo.

-Natalia, ¿estás bien bien de verdad?- me preguntó.

-Sabeliña, te lo digo en serio-

-Sé que parezco pesada, pero es que te vi tan destrozada y te veo tan capaz de ocultarnos lo que te pasa... - dijo.

Es verdad, Sabela ha estudiado psicología. Es imposible ocultarle algo.

Suspiré.

-Vale, mira, esta mañana fui a su casa, le conté que estaba en la mierda porque estábamos separadas y quería resolverlo. Entonces ella me dijo que también se sentía así y se sinceró conmigo en algunas cosas. Ahora estoy feliz porque lo hemos arreglado, pero a lo mejor ella se esperaba que le contase algo también. No sé... Estoy muy confundida, Sabela.

No me había dado cuenta del peso que llevaba encima hasta que me lo quité. Sabela me dio un abrazo fuerte.

-Pero ahora estoy bien, lo prometo-añadí.

Sabela me dio un beso en la mejilla.

-La forma de la que hablas de ella... Se nota que la quieres mucho. Espero que sea recíproco.

-Muchas gracias-le dije-A veces necesito hablar así con alguien.

-Aquí me tienes-sonrió.

Volvimos al salón y nos encontramos con la escena de Marta y María cantando a grito pelado, África grabando y Julia medio dormida.

-¡Bienvenidas otra vez!-exclamó África.

-María y yo nos hemos declarado nuestro amor-dijo Marta.

Me quedé un poco pasmada.

-¿Qué?

-Sí, y Pablo y Paco han accedido al poliamor. Martia es real. Julia, despierta, que nos casamos ahora. Sabela, tú oficias la boda-dijo María

-¡Oyeee, que quería yo!-dije entre risas.

-No, tú dama de honor-me dijo Julia-y yo la de los anillos.

Se notaba que estábamos todas un poco idas. Aun así, celebramos la boda de Marta y María con felicidad y eso bastó para acabar con mis quebraderos de cabeza.

No estoy muy convencida con este capítulo, pero no doy pa más, estoy un poco estresada por los exámenes y no tengo muchas ganas de escribir a veces y estoy en una parte de la historia que quiero que se quede lo mejor posible.
Espero que lo entendáis y que os esté gustando y gracias por leer 💛.

Vertical Y Transversal     ×Albalia×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora