Capitulo 9

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Hoy íbamos a ir a ver un partido del Real Madrid contra el Espanyol. Habíamos cogido las entradas hacía unos meses y apesar de que últimamente el Bernabéu me es muy familiar, siempre asisto muy emocionada a los partidos. Marco salía como titular e hizo un partido increíble marcando el gol de la victoria. Estaba super orgullosa de él. En cuanto acabó el partido bajamos al encuentro del protagonista del partido, quien se encontraba junto a otro chico, supongo que es su hermano porque tiene un gran parecido al mallorquín.

Camila: Hola goleador - le sonrío y luego le abrazo- enhorabuena!!

Marco: Muchas gracias peque!

Le dio dos besos a mi amiga en forma de saludo.

Marco: Este es mi hermano Igor - nos presentó a su acompañante-

Igor: Hola chicas encantado. -nos sonrió para después darnos dos besos-

En el camino de vuelta a casa, a pesar de insistirles que volveríamos andando decidieron llevarnos, nos reímos mucho y casi no me di cuenta que no estabamos yendo a mi casa.

Camila: Marco o te has confundido de camino o no vamos a mi casa.

Ambos hermanos se rieron.

Marco: Ahora te das cuenta?

Elena: No te cebes con la chiquilla, ya sabemos todos que es un poco lenta -todos los que estaban en el coche comenzaron a reír menos yo-.

Camila: Oye ya está bien -pongo cara de comenzar a llorar y me rio-

En pocos minutos llegamos a su casa y tras aparcar el coche en la entrada, bajamos de él y nos adentramos en su hogar. Al instante nos recibió un adorable perro que fue directo a saltar en las piernas de su dueño. Era super adorable. Marco le dio unos cuantos mimos antes de ir directo al salon.

Camila: MARCO Como no me has dicho que tenias una mascota tan bonita?? - digo mientras cojo al cachorro entre mis brazos y sigo los pasos de su dueño-

Marco: Pues no se, nunca surgió la conversación y además siempre subo alguna foto a  insta con él, asique si no lo has visto es porque eres una despistada... -se encogió de hombros y yo le mire lo más mal que pude-.

El mallorquín se rió y pasó uno de sus brazos por mis hombros para después depositar un beso en mi cabeza.

HOLAAAAAAAAAA???? No he sentido mariposas en mi estómago sino un zoológico entero. Me encantaba que fuera tan cercano a mi.

Decidimos ponernos a jugar a algo y no se nos ocurrió mejor juego que al trivial, claramente no era la gran cosa pero os aseguro que despues de algunas copas se volvía increíblemente divertido.

Camila: Marco tu no puedes - me reía mientras le quitaba el vaso de su mano-

Marco: Por una no pasa nada...-intento volver a coger él vaso-

Camila: Shhh.... -dije poniendo malamente un dedo sobre sus labios, él cual él mordió en respuesta- Auch!!

La noche estuvo genial, nos la pasamos riendo continuamente, tanto que hasta me dolían las mejillas. Llegó la hora de irse a casa, Elena se encontraba medio muerta encima de uno de los sofás de Marco, apoyaba su cabeza sobre el hombro de Igor, hasta se le caía la babilla mientras dormía. Yo la miraba y no podía dejar de reir. Marco llamó a un taxi para que nos llevara a casa, una vez que llegó, me encargue de despertar a mi amiga y me despedí de los chicos. Antes de irme, me acerqué al pequeño Rome, le hice algunas que otras cosquillas.

Camila: Vale Rome, ahora que él tonto de tu dueño no mira, salimos por esa puerta y me sigues hasta mi casa vale? -dije bajito cerca de la cabeza del pequeño animal-

Tanto Igor como Marco comenzaron a reír.

Marco: Me ama no podría abandonarme por nada del mundo.

Camila: Ala Rome!! Por tu culpa se ha enterado.

Marco e Igor nos acompañaron hasta él taxi y pusimos rumbo a mi casa. Llegamos y nos fuimos directas a dormir, deje que mi amiga se quedara en mi casa, no podía ni llegar a la suya. Cerré los ojos y su cara apareció en mi mente con esa perfecta sonrisa.

Al dia siguiente me desperté con un mensaje de Marco donde me decía que estaba en mi casa en 15 minutos. Me vestí lo más rápido que pude y me lave la cara, tenía todo el maquillaje corrido y parecía un mapache. Sentí el timbre de la casa y baje por las escaleras mientras me hacía una coleta, a abrirle. Ahí estaba él, guapo como siempre, sonriéndome. En sus manos traía una caja, me moría por saber que contenía en ella.

Camila: Hola!! Y esa urgencia en vernos??

Marco: Bueno si quieres me puedo ir - dijo señalando con su dedo gordo hacia atrás-

Camila: NOOOO- dije al instante- Pasa -dije cogiéndole del brazo y tirando de él hacia adentro-

Cogidos de la mano le guio hasta mi habitacion, ahi toma asiento sobre mi cama.

Camila: Perdona el desorden pero es que no me has dado tiempo a nada. - me rio-

Marco: No te preocupes si en verdad estaré unos minutos, luego tengo entrenamiento.

Camila: Y entonces para qué has venido?

Marco: Te he traído esto - dice estirando sus brazos ofreciendome la misteriosa caja-

La cojo y frunzo el ceño al sentir que pesa mas de lo que aparenta, me limito a levantar la tapa sin decir absolutamente nada. Enseguida comienzo a gritar de la emoción, tanto que mi acompañante se tiene que tapar los oídos. Meto mis manos y cojo al pequeño cachorro para abrazarlo contra mi pecho.

 Meto mis manos y cojo al pequeño cachorro para abrazarlo contra mi pecho

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Camila: Pero y esto??? -dije incrédula-

Marco: Se lo mucho que te encantó Rome asique te he traído a este pequeñin. Espero que te guste.

Camila: Definitivamente estas loco, me encanta.

Marco: Y como le vas a llamar?

Me detengo a pensarlo durante unos minutos mientras juego con él pequeñín.

Camila: Le voy a llamar Will, por ti -sonrío, al ver la cara de confusión de Marco- Te apellidas Willemsen.

Marco: Pobre perro pero se que lo haces con buena intencion asi que a mi me gusta también.

Camila: Muchiiiiiisimas gracias Marco - le abrace tan fuerte que creo que hasta se le cortó la respiración. No me pude contener y uní nuestros labios. Se sentía tan bien, cada vez que rozabamos nuestros labios me sentía bien, me sentía como en casa. -

Había sido un gesto super bonito de su parte y creo que nadie había hecho algo asi por mi hasta que llegó él. Sin duda, se estaba convirtiendo en una parte esencial de mi vida.

Quererme, Quererte, Querernos |Marco Asensio| PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora