Crush - "Mi Triste Historia de amor" [Min Yoongi]

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Yoongi

Los días pasaban como si fueran unas balas. Era un persona muerta en vida, y ni hablar de Alexa. Todos los días era casí arrastrada por su hermano para que viniese al Instituto, y todo era por mi culpa. Hace semanas atrás no me habría importado lo que pasará y dejará de pasar con los mellizos Johnson, pero no, ahora esa niña era alguien importante aunque no lo sepa admitir.
Ya era hora de los entrenamientos, y como de costumbre me esta yendo hacía la cancha de baloncesto, pero una cabellera castaña peculiar se hizo visible a mi campo de visión. Salí a correr para poder alcanzarlo.

- ¡Elías, necesito hablar contigo! - dije. Él castaño detuvo su andar. Giró sobre sus talones, al mismo tiempo en que se cruzaba de brazos.

- Si es sobre Alexa, pierdes tu tiempo. Ella no ha asistido al Instituto hoy. - Suspiro. - Lo que hiciste fue muy cruel, Yoongi.

- Lo se. Se que estuve mal, pero necesitaba aclarar aquello antes de que se volviera un malentendido. - Cuestione en mi defensa.

- Solo espero que no te arrepientas, o cuando lo hagas. No sea demaciado tarde. - le presté más atención. - Los sentimientos de Alexa podrían cambiar. Jungkook y Tae, están dándolo todo para que Alexa este bien. Jimin, no la ha dejado sola en ningún momento.

- ¿Tae? - musite confundido. - Él, es su mejor amigo.

- ¿A caso no sabes de los sentimientos de Taehyung hacía Alexa?

- No. No tenía ni idea.

- Pues, si. Tu hermano y el conejito están cautivados por Alexa, y quien sabe, quizás Jimin también. - sonrió.

No tenía expresión, realmente no sabía que decir. Me alejó de Elías. Corrí hasta la cancha de baloncesto. Jimin no estaba, falto. Por alguna extraña razón me sentía molesto, además de frustrado.

Alexa

- ¿Podrías dejar de faltar a clases? Nos haces falta en la mesa. - dijo Jimin.

Hace unas semanas me agarró una fuerte gripe, y ya llevó dos semanas en casa. Eso es lo bueno, no tenía que ver a Yoongi por un buen tiempo, aunque ya lo extrañaba. Se que él no siente lo mismo que yo, pero es inevitable no amarlo tanto.

- Aún tengo fiebre, Jimin. - Hago un leve puchero. - Además, debo hacer reposo para ir sana al Instituto, no quiero contagiar a nadie.

- Entiendo, pero promete que regresaras pronto. - Me sonrió, aquella sonrisa que lo hacían ver hermoso y hacer de sus pequeños ojos pequeños agujeros de alcancía.

- Lo prometo, chimchim. - Entrelazo su meñique con el mío, solo para darle el cierre a esa bella promesa. - ¿No tienes entrenamiento? - Pregunté. Al recordar que Elías había venido a cambiarse.

- Pues...

- ¿Faltaste?

- Si.

- ¿¡Porque lo has hecho?! - le doy un almohadazo.

- Quería venir a verte. ¿Tiene eso algo de malo? - Chillá, mientras se cubría de mis torpes golpes.

- Podrías a verlo hecho los martes y Jueves. - Me cruzó de brazos con un puchero en mis labios.

- Olvídalo, que un día falte no hará daño. Yoongi puede verse malo, pero es buen capitán.- Ni que lo digas; es perfecto. ¡Fuchi! ¡Pensamientos impuros sobre Min Yoongi, esfumense! Debo olvidarlo como de lugar, no podría vivir triste toda mi vida.

Pensé que nadie notaría mi ausencia estas tres semanas, tampoco creí que la semana pasaría tan rápido. Jimin, Taehyung y Jungkook estaban en la entrada con un cartel que decía lo siguiente; ¨Bienvenida, Alexa. Nos hiciste mucha falta, no te vuelvas a ir¨. Tape mi boca por lo sorprendida que me encontraba, algunas de las chicas me miraban sorprendidas, pues este trío eran guapos. Eran populares, no tan populares como el grupo de Yoongi, pero lo suficiente como para traer locas a la mitad del instituto.

- Valla, realmente me han sorprendido.- Me acerco a ellos con una sonrisa. - Jungkook, ganaste. - Había recordado la dichosa apuesta que hicimos con Jungkook.

- ¿Lo oyeron? Le he ganado una apuesta a la bella Alexa Johnson. - Reí. Me había parecido lo más cursi y lindo que me hayan dicho toda la semana de halagos y cumplidos, además de que se habían puesto las pilas en escribir y prestar atención en la clase solamente para llevarme los apuntes.

- No exageres. Alexa es fácil de impresionar... -Cuestiono Tae. Le doy un golpe. - ¡Auch!

- Para que sepas a Alexa le gustan estas clase de detalles, le parece cute. - concluyó Jimin.

- Jimin, no hacía falta que lo dijeras a la ligera. - Dije. Me cruzó de brazos, resentida.

- No lo dije a la ligera. Es la verdad, Alexa.

- Bueno, no importa. - Dije un tanto sonrojada.

Y pensar que toda aquélla felicidad se podría esfumar en un abrir y cerrar de ojos. ¿Porque él? ¿Justamente él? Porque tenía que aparecer y arruinar la poca felicidad que tenía. Un nudo en mi garganta se formó al verlo de brazos cruzados, y una mirada penetrante.

- ¿Qué es todo este escándalo?

Jimin al verlo hizó una reverencia, en cambios Tae y Jungkook no. Desvío mi mirada, me veía patética.

- Solo le estábamos dando la bienvenida a Alexa.

- ¿Y por eso es todo este escándalo?

Algo andaba mal. Yoongi no tenía ese toque de superior, realmente se veía molesto, muy molesto.

- Tae, vámonos. - Suplicó, estirando de la manga de su sacó.

- Yoongi, ¿que sucede bro? - Hoseok intervino en aquello. - Te has puesto como loco.

- ¡Cállate! - Estába molesto, sus ojos no tenían aquél brillo que solía tener. - Alexa, necesito hablar contigo. Sígueme.

- Alexa, no vallas. - dijo Jungkook.

- Solo habláramos, tranquilo. - me suelto de su agarré y sigo a Yoongi hasta la cancha de baloncesto, detrás del Instituto. - ¿Qué necesitas Min?

- ¿Ya no soy Yoongi o Yoonguito como solías decirme? - concluyó.

- No estoy para Juegos, habla. - Me cruzó de brazos.

- Lo siento...

- ¿Solo para decirme eso me trajiste aquí? ¿Tan orgulloso eres? ¡¿No tienes agallas para decirle a todos que me rompiste el corazón por segunda vez?!

- ¿Segunda vez?

- Ay, por favor. - Reí con ironía. - Gracias, al menos fuiste sincero y hablaste con la verdad. Debo irme.

- Espera... - Tomó de mi mano.

- Solo... Aléjate de mí.

- No quiero hacerlo...

Por instinto gire encarandolo. Yoongi se acercaba a mí y eso me ponía de los nervios. Y sin dudarlo era la primera vez que me encontraba en una situación así con él. Por impulsó doy pasos hacía atrás él no se detenía y ni yo tampoco.

- N-No des u-un paso más. - Intente sonar lo menos nerviosa que posible.

Al estar lo suficientemente serca de mí, cuando no tenía escapatoria alguna - pues mí espalda dio con la pared-. Chocó su frente con la mía, puso su mano en la pared. Suponía que era para que no escapará o algo así. Y terminó acercando su abdomen al mío.

- Aunque alejarme y librarme de una molestia... - Fruncí mí ceño. - No puedo hacerlo, y tampoco quiero.

- Alejate...

- No quiero que estés lejos. Es tu culpa, tú y tu estúpida sonrisa. Todo estas semanas solo he querido verte abrazarte... Besarte. - Me estaba por desmayar, mierda.

Intenté alejarme. Tomó mí rostro en su mano, haciendo que lo mirará a los ojos.

- No olvides esto, idiota.

Sus labios se movían sobre los míos. No quería corresponder, pero mis labios se abrieron bajo los de él y sentí una estúpida corriente que no había sentido nunca antes.