cuatro

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Ya era de madruga, estaba en el estudio dibujando todavía. No podía dormir pues esperaba que Tom llegue.
La cena con papá fue tranquila, me recordó como mil veces que él aceptaría que volviera a casa, pero me negué mientras le decía lo hermoso que era vivir junto a Holland.

-¿Por qué me esperaste?-al escuchar su voz me sobresalte.

-Dijiste que querías hablar.-conteste con molestia.

-Bien, hablemos.-tomó la silla de su escritorio para sentarse junto a mí.-Eres la mujer que más amo, Zhavia.

Sonreí por sus palabras, pero él no sonreía, él quería llorar.

-Y tú el hombre que más feliz me ha hecho en estos cuatro años, Tom. ¿Qué sucede, cariño?-tome sus manos, el chico comenzó a negar con su cabeza evitando sus lágrimas.

-Hace algunos meses comencé una relación con Zendeya, te amo y de verdad me arrepiento de herirte con mis acciones. Vi, enserio espero que comprendas lo que sucedió...-después de todo lo que dijo, deje de escuchar recorrí mi silla un poco para alejarme de él.

En mi mente solo pasaba los recuerdos de ambos en Napa, la primera vez que estuvimos en Los Ángeles y cuando nos casamos. Nos casamos por que nos amamos, pero era solamente yo la que lo amaba.

Él notó que no prestaba atención así que se puso de pie para arrodillarse junto a mí.

-¿Zhavia, estás bien?-preguntó, di una pequeña risa sarcástica para levantarme de la silla.

-¡Estoy excelente! Estoy tan bien que saldré de aquí, iré con Rachel a un bar para llorar. ¿Sabes por qué? Por que has roto mi jodido corazón.-tomé mi bolso para salir del estudio.

-¡Son las dos de la mañana, Zhavia! Por favor quédate, hablaremos acerca de esto.

-No, tengo que salir ahora.-abrí la puerta del departamento para ir hacia el estacionamiento del edificio, mi auto estaba ahí.

Subí al auto, comencé a conducir. No sabía a dónde iría, Rachel estaba dormida ahora, en realidad todo el mundo estaba dormido.
Estacione en una gasolinera de veinticuatro horas, tome mi teléfono para marcar a un solo número que sabía que ayudaría.

-Hola...-su voz ronca se escuchó en la línea, lo había despertado y lo sabía.

-Hola, Señor Hiddleston.-sorbí mi nariz.-¿Puede hacerme un favor?

-¿Zhavia? Son las tres de la mañana, ¿qué sucede?

-Bueno, necesito un cuarto en el hotel donde están, pero te ruego que no le comentes a papá sobre esto.-escuchaba como algunas cosas se removían en su habitación.

-Esta bien, Cariño. ¿Dónde estas?-su voz demostró que estaba preocupado.

-En una gasolinera camino al hotel, no se preocupe. Llegaré pronto.-colgué la llamada después de terminar de hablar, baje del auto para ir a la tienda.

Compre dos bolsas de frituras, todos los dulces posibles y algunas botellas de alcohol. Deje las cosas en el asiento de copiloto para ir hacia el hotel, estaba apunto de llegar cuando mi teléfono comenzó a sonar, no podía responder así que deje que mandara al buzón de voz.
Llegué al gran hotel para ir a recepción, el señor Hiddleston esperaba en la pequeña sala de recepción, se veía cansado y trataba de no dormirse en su lugar.

-Buenos días, Hiddleston.-reí un poco, el mayor se sobresaltó en su lugar para luego sonreír.

-Hola Zhavia. Pedí tu habitación, ¿quieres que te acompañe?-asentí, se puso de pie para darme la tarjeta de la habitación he ir tras de mí.

-Lamentó haberte molestado tanto, pero necesitaba esa habitación. Probablemente la necesitaré mucho tiempo.-levante mis hombros restándole importancia, llegamos al elevador para pulsar la planta tres donde se encontraba mi cuarto.

-¿Me vas ha decir que sucedió?-su voz era lo único que se escuchaba en el elevador.

-Me separe de Tom, gracias a Dios no tendré que pagar un acta de divorcio. Lo peor, no tengo a donde ir.

El elevador se abre, salí yo primero y después Tom

-Entonces regresa a Napa.-pare en seco y negué, no podía ni imaginarme de regreso en Napa.

-No puedo dejar a Robert y Rachel, Tom. Las cosas no serán así, tendré que buscar un lugar aquí.

-Entonces yo te ayudo a buscar un lugar, Zhavia.

-Por favor Tom, no hagas esto. Estoy bien, solo necesito tiempo para asimilar esto.

Podía regresar cuando quisiera a casa, pero dejar a la gente que amo aquí es tan doloroso. No podía decirles que solo regresaría, que jamás volveríamos a vernos.
Pero también me quiero alejar de Holland, quiero estar lo más lejos del dolor que causó.

-¿Quieres pasar?-pregunto cuando estamos frente a la habitación.

-Espero solo sea una invitación cortes.-Una sonrisa burlona apareció en su rostro

-Solo es eso, Señor Hiddleston.

Entramos a la habitación.

Do you love; Tom Hiddleston« (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now