23-Porque eres mío. -

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-Porque eres mío.-

-Me harás un hueco en la cara si me miras tanto. -dije en forma de broma.

-Que es esto? -su mano estaba sosteniendo mi muñeca.

-No lo sé, eso debería preguntarte a ti. -safe mi mano de su agarre y levante su remera -Que es esto?

-No es nada -volvió a bajar su remera -Quien te golpeó? Si me dices miro que iré y golpeare ese idiota hasta sacarle los die...

-Nadie me golpeó -le corte la palabra y acaricie su suave cabello -Pero creo que a ti si... -volví la mirada a sus ojos -Quién fue?

-No te lo diré, yo me haré cargo de ello, sólo dime porque tu cuerpo time hematomas.

-Porque el tuyo las tiene. -él pareció no entender -te dije que tú y yo estamos conectados, somos uno sólo con diferentes cuerpos pero una misma alma. Si tú te lastimas yo también lo haré, creo que si uno de nosotros muere algún día, nuestra alma no estará más que vacía faltante de una pieza que la complemente. Por eso quiero protegerte, no me importa que a la que lastiman sea a mí pero no quiero que el lastimado seas tú. Asique, preguntaré una vez más, Quien fue? Y que sucedió? -él lo pensó un momento pero después habló.

-Porque eres así? Tan linda hasta para decir cosas cursis y cosas malas a la vez, nose realmente como pasó, sólo pasó, mi madre y hermana se fueron la semana anterior a Francia por negocios y yo sólo me quedé con mi padre, falta poco para que termine mis clases y no quería faltar, además, quería verte cada día, todas las horas, mi padre de piso violento y no a la razón, sólo comenzó a sentir mal olor de repente y se enojó mucho después empezó a gritarme, al dia siguiente empezó golpearme y me encerre en mi habitación pero no podía salir porque todo me daba vueltas y veía borroso, tenía fiebre cada 8 horas, pero cuando salía de mi cuarto el día anterior volvia a repetirse, hasta que me quedé encerrado, con fiebre y golpes en el cuerpo, trate de cubrirme el rostro, es mi arma secreta sabes, así puedo enamorarte aún más -se rió y yo también lo hice, sus ojos pasaban de mirarme a mi a mirar el texho constantemente, mientras él seguía hablando yo veía sus labios moverse suavemente y tentadoramente,  hasta que me incline y los probé. Eran dulces, cálidos y suaves, como lo había imaginado, se movían lentamente al compás de los míos, era un beso cálido, sin prisa, difruntando del sabor que cada uno, y compartiendo un lindo recuerdo de ambos. Aunque sería nuestro primer beso siendo nada. Si tan sólo, mi primer beso hubiera sido así habría sido genial y lo habría disfrutado, sin embargo se me fue arrebatado. Poco a poco nos fuimos separando hasta que nuestros labios comenzaron a rozar el uno con el otro.

-Lo siento, es sólo que...No, me pude aguantar -me mordí el labio y quise alejarme pero, el no me lo permitió y volvió a tomarme de la mejilla para acercarme y volver a chocar nuestros labios lo cual fue un beso más intenso pero me aleje un poco al sentirlo más caliente de lo normal, y no hablo de esa calentura sino que sus labios realmente estaban calientes al igual que sus mejillas y cuerpo, podía sentir el calor en mis piernas. Al verlo a los ojos su color avellana había desaparecido, esta vez sus ojos brillaban de un color turquesa al igual que el mío, su aura había cambiado a su alrededor de podia apreciar una silueta celeste como la llama del fuego, pero esta brillo por un lapso de 5 segundos y luego se desvaneció al igual que el brillo turquesa de sus ojos.

-Que tienes? Te sientes mal? -pregunto mientras acariciaba con su pulgar mi mejilla en forma de un vaivén parecía procupado, pero yo sólo podía ver sus ojos y preguntarme que había sido eso? Acaso el esta cambiando por estar conmigo? El se convertir a en un hombre lobo por intercambiar sangre conmigo? No podía ser posible, eso jamás se había visto en las historias de todos estos siglos. Aunque dicen que hay una primera vez para todo, esta sería, esa primera vez?

-Estoy bien, sólo...Me gusta estar así contigo. -mentí, aunque no le había mentido del todo, si me gustaba estar con el, me gustaba él, para ser directos, pero le mentí respecto a lo que había visto. Luego de decir eso el me sonrió y yo a él, pero me percaté de algo, los hematomas de mi brazos comenzaban a desvanecerse al igual que los suyo en el rostro. Levante su remera y efectivamente estos se estaban desvaneciendo.

-Levantar la remera de chicos es tu especialidad?

-No, pero tu eres mío, después de todos estamos unidos por sangre y alma. No es que seas un objeto que le pertenece a alguien, pero, es un decir. -él por primera vez se rió y me mostró a su perfectos dientes. -Eres lindo si sonríes así, asique debes sonreirme siempre...

Mi mate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora