Cuenta ovejas para dormir (kookmin)

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Era verano y podia verlo a traves del pequeño hueco que dejaban las cortinas, como la luz entraba anunciando un nuevo día mucho antes que cualquier gallo, acariciando el suelo de madera, adornando de colores más cálidos desde mi librero hasta mi pequeña cama en un rincón, me encantaba ver eso, era tan maravilloso, era fascinante como mi mano se calentaba un poco más con solo dejarla bajo aquella pequeña cascada de luz.         Tambien escuchar como lentamente todo en el exterior corria con más vida, todo lo que uno escuchaba en la noche, ya fuera un ave, o hasta una rama, pasaba de lúgubre a un paisaje que llenaria tu pecho, que dominaria tus manos y las harian retratar en algún papel su perfil tan bello, no me podia cansar de abrir los ojos para encontrarme con esto, sin duda las mañanas en verano eran lo mejor.

"¡Jungkook!", aquel grito me toma por sorpresa, era papá llamandome, no suelo acostumbrar aquello, usualmente los dos siempre tomamos nuestro tiempo todos los días, yo abro los ojos siempre a la misma hora, para pasar del negro a estos matices tan acogedores, solo me embeloso por unos buenos minutos, o hasta una buena hora, para luego levantarme muy perezosamente, casi arrastrando los pies para poder llegar al baño y echarme una buena lavada en la cara, despues bajo por las escaleras solo para ir a la cocina, ahí siempre me encuentro primero con su espalda y el ruido del huevo revolviendose, entonces él voltea y me sonríe, "buenos días dormilón", sus ojos siempre se acortan a una linea y sus arrugas alrededor de ellos se marcan con más profundidad, siempre me saluda así y solo me siento en la pequeña mesa del centro y él ya me está sirviendo una taza de leche de frutilla, no pasa nunca más de un minuto para que coloque un plato al centro para reposar la sartén con los huevos, y los dos siempre comemos en silencio tomando como siempre nuestro tiempo, despues solo si tenemos ganas lavamos, sino entonces acumulamos loza todo el día para casi en la noche jugar a papel, piedra y tijera para ver quien lava, "¡Jungkook!"

"¡Ya voy!", entonces bajo y me encuentro de frente con mi padre.

"Jungkook aseate luego que pronto llegará nuestra visita", mi padre durante los últimos días lo había visto hablar por telefono en las tardes, siempre notaba que su tono tomaba uno bastante amenzante, hasta algunas veces llegaba a gritar, nunca le pregunté quien era y tampoco había puesto atención a lo que siquiera conversaban, era algo de él y no queria meterme en su privacidad, pero hace dos días, despues de haber colgado se había acercado a mi para decirme que pronto alguien nos visitaria un amigo, alguien muy cercano a él.

No esperé a que me dijera algo más, solo asentí y me fui a buscar mi toalla para poder ducharme, traté de hacerlo lo más rápido posible, sentía que en cualquier minuto la puerta del frente se abriría, y quizas me pillaria medio desnudo tratando de llegar a mi cuarto, entonces solo aceleré aun más mis movimientos, y sin secarme el cuerpo solo salí para llegar casi corriendo arriba, allá solo pasé la toalla por mi pelo para que no estuviera tan humedo para despues vestirme, me puse unos jeans bastante gastados especialmente en la zona de las rodillas, una playera blanca, y en realidad no quise cubrirme los pies, más tarde haria demasiada calor como para pensar en usar zapatos, seguramente mi papá me regañaria pero realmente no deseaba sentir a mis pies todos sudorosos, tambien así le ahorraria los olores a la visita si yo decidiera sacarme los zapatos.       Bajé las escaleras sonriendo ante mi última idea, pero justo al final del pasillo vi una sombra reflejada frente al vidrio esmerilado de la puerta, me acerqué escuchando como ya la sombra golpeaba, entonces la abrí y me encontré con un chico de estatura un poco más baja que la mia, sus ojos alargados me miraban con sorpresa.

"¿Jihyun?"