NEVER FORGET ME || RAGONEY

Un día cualquiera

-¿Qué tal me queda este?-dijo Raoul.
-Bien... no sé la verdad, a mi no le gusta como te queda este color. Pruébate este blanco- dijo el hermano mayor de éste, Álvaro.

Raoul se quitó el traje de boda, sí, boda. Tiene 20 años y todos le dicen que es una locura y que es muy jóven e incluso él lo pensaba antes de conocer a un chico canario de 22 años, Agoney, que le volvía loco. Agoney estudia canto y piano y además toca la trompeta. "Si es que lo tiene todo"- se dice a si mismo siempre Raoul. Además, concursa en un programa de TV y cómo no, un día llegó la pregunta estrella: «¿Te has enamorado alguna vez? A lo que él contestó «Sí, una vez a los 22». Quizás no debía haberlo dicho pero estaba harto de ocultarlo y lo que más le importaba era estar con él, el chico que le sacaba una sonrisa tan solo con estar ahí.

-Vamos Raoul, ¿te lo has puesto ya?-dijo con prisa Álvaro. Recuerda que en 15 minutos hemos quedado con Ago para tomar un café. Sabes que no le gusta esperar...-dijo y acto seguido abrió la cortina.
-ESTE. Me llevo este.-respondió Raoul con plena seguridad.
-Pues no está nada mal, la verdad que te hace un culo...-dijo riéndose Álvaro.
Raoul se sonrojó y le miró sonriendo. Salió del probador y se fue a la caja en la que estaba su hermano pagando, o "tete" como le llamaba él. Eran como uña y carne y siempre se tenían el uno al otro.
Pagaron y se fueron caminando al bar en el que estaba esperándoles impaciente Agoney. Entraron en el local. Agoney le miró de arriba a abajo y esbozó una sonrisa. "Qué guapo está hoy"- pensó Raoul. Se dieron un corto y rápido beso y se sentaron en la mesa del bar. Era un local no muy grande, con ventanas a ambos lados, 5 o 6 mesas y sillas de madera.Era un sitio acogedor.

-¡Acabamos de comprar mi trajeee!- dijo entusiasmado Raoul—Oye, ¿Dónde vamos a hacer la boda al final?.
"Qué bebé es"-pensó Ago.
-Tengo una sorpresa para ti- dijo el moreno.—Toma, ábrelo.
Raoul cogió el sobre. Estaba nervioso pero ilusionado a la vez. Rompió con fuerza el sobre y vio lo que había dentro.
-Ago...ney- dijo el rubio y al moreno no le dio tiempo a ver la reacción de éste pues ya estaban fundiéndose en un tierno y cálido abrazo, de esos que llegan al alma. Raoul estaba muy emocionado. No se lo esperaba. Agoney le secó las lágrimas y Raoul sonrió. Agoney era la razón por la que Raoul estaba siempre contento.
-Alaa, ¡unos pasajes para Adejee!- dijo Álvaro.
Y así era, iban a celebrar la boda en un sitio muy especial para el canario, su cuidad natal ADEJE.
-Mañana prepara tus cosas, el avión sale a las 19:00h, sé puntual- dijo Ago serio pero no pudo evitar reirse al ver la carita de ilusión de su novio.
-Vale, no te preocupes. Estaré ahí si hace falta 4h antes- dijo con tono burlón Raoul.
-Bueno... yo me voy que no me gusta ser el sujetavelas de turno...-dijo Álvaro, feliz.—Pasadlo genial chicos.
Estaba orgulloso de su hermano y contento porque no podía tener un mejor compañero de viaje que el canario.
Se despidieron, se dieron un abrazo y volvieron a sus respectivos hoteles. En 5 días comenzaría el mejor momento de sus vidas y ellos no eran conscientes ¿O sí?