ENTRE REJAS | clexa

Epílogo

Londres. Esa ciudad llena de vida, de luces, ciudad fría y lluviosa pero mágica.

Lexa y Clarke paseaban por sus calles observando cada detalle de esa ciudad nocturna. Los coches que pasaban a su lado, las luces de las farolas y semáforos, su arquitectura, su gente...

Llevaban algo más de un mes volviendo allí. Clarke proseguía con sus estudios en una carrera de Bellas Artes y además la habían contratado como artista revelador por lo que muchas veces, sus cuadros aparecían en pequeñas galerías donde miles de personas observaban sus pinturas.

Lexa por su parte, se había cambiado la identidad y de había falsificado un expediente. Trabajaba en un pequeño gimnasio de entrenadora y aunque nunca había estudiando el idioma, se estaba adaptando y aprendiendo muy rápido.

Habían cenado hace poco y habían decidido ir a dar una vuelta a pesar del frío que hacía por las noches. Para calentarse optaron por acercarse a un pequeño puesto donde Clarke pidió dos chocolates calientes para llevar.

-Que sexy estás cuando hablas en inglés.- La susurró Lexa mientras Clarke bebía de sus chocolate.

-Que idiota eres...- Clarke se acercó a ella y la dió un pequeño beso en los labios haciendo que Lexa al separarse, se los relamiera probando el chocolate.

Se dieron de la mano entrelazando sus dedos y siguieron paseando por la acera pegadas intentado soportar el frió.

De repente Lexa notó como algo la mojaba la piel. Alzó la vista y vio como desde el cielo caían lentamente copos de nieve. Una sonrisa apareció en su rostro.

-No me jodas.- Se quejó Clarke. -Para un día que no llueve va y se pone a nevar.

-Es precioso.- Lexa subió su mano observando como los copos caían en su piel para luego derretirse.

-Venga Lex volvamos al apartamento.

-¿Que? No, sigamos paseando.

-Te vas a empapar.- Clarke se paró en seco frenando a Lexa.

-Venga Clarke nunca he visto la nieve...- Lexa dibujó un puchero y tiró de la mano de la rubia haciendo que Clarke suspirara rendida y cediera a seguir paseando.

-Con esa carita no es justo.

Lexa soltó una carcajada y apoyó la cabeza en el hombro de la rubia mientras continuaban paseando.

De repente un coche de policía con las sirenas puestas pasó a su lado con prisa. Clarke notó como la castaña se tensaba y apretaba su mano nerviosa observando con miedo como el coche se alejaba.

-Hey Lex.- Clarke se paró y la acarició la cara relajando a la castaña. -Esta bien, todo está bien...

-Y si... ¿Y si algún día me pillan?- Bajó la mirada entrostecida.

Clarke sonrió acariciado su piel mientras la nieve seguía cayendo sobre ellas. -No lo harán.- La subió el rostro para que la mirara a los ojos. -No lo voy a permitir.

Lexa sonrió y se lanzó a ella chocando sus labios. Clarke se aferró abrazándola soltando vapor por la boca en sus suspiros.

Bajo la nieve sintieron el calor de la otra.

Bajo las calles y las luces de Londres sintieron su amor hacia la otra.

Bajo las estrellas sintieron que permanecerían juntas, siempre,  viviendo la loca aventura de la vida.

∞