❛ panic! ━ skz ❜

ᵗ ʰ ʳ ᵉ ᵉ

un grito agudo salió de la garganta del extranjero, sintiendo el alcohol recorrer sus heridas.

woojin tomó la gaza, cortándola en trozos y colocando con delicadeza sobre cada una de sus heridas.

era la segunda vez que hacía esto con el joven, el cual ya se encontraba consciente y su sangrado había parado.

— bien —suspiro el mayor— ¿como pasó esto? —pregunto en un susurro, mirando directamente a los dos chicos que habían entrado por aquella puerta hace más de dos horas.

— es-estábamos tomando la cena, era mi hora de descanso ya que había terminado mi turno en vigilancia de bacterias. encontré a félix —señaló al de cabello naranja— en la sala de descanso, estuvimos unos cuantos minutos cuando el apagón sucedió.

un pequeño silencio se posó entre los tres.

— luego de eso, al llegar la luz, esa cosa estaba frente nuestro. comenzamos a gritar he intentamos salir del lugar, pero tomó a félix —bajo la mirada el pelinegro, recordando como esa abominación había tomado a su compañero, enterrando sus uñas en el abdomen de este y rajando todo su cuerpo.

— quería atravesar mi pecho —hablo el de cabellos naranja, el cual había guardado silencio en todo lo que llevaban.

su voz se escuchaba ronca y quebrada; elevó su mano y la posó en su pecho.

— quería arrancar mi corazón.

los tres guardaron silencio.

jisung se acercó.

— se alimenta de ellos.

— el silencio es demasiado ruidoso —

— mierda —minho por fin cayó al suelo, exhausto. no sabía cuanto llevaba caminando pero sentía que aquel pasillo se hacía infinito.

trató de llenar sus pulmones de aire, pero este al recorrer su tráquea, empezó a quemar.

bajo la mirada, las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, su garganta y tráquea ardían como el infierno, además de que sus manos temblaban.

después noto algo de lo que no se había percatado.

en todo el caminó tuvo una mano sobre su pecho, la cual se aferraba a algo y está estaba llena de sangre.

la curiosidad invadió su ser, por ende, procedió a apartar su mano y abrirla, para observar que era a lo que se aferraba tanto y desconocía.

abrió sus ojos lo más que pudo.

tenía un corazón, un maldito corazón.

y ahí pudo entender todo.