♊️ οκτώ ♊️

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—...no—dijo Teddy mientras miraba con asco a Hefesto.

—¿Que hice mal?—preguntó Hefesto mientras agarraba la bolsa de papel con la ropa que compraron.

—Estar con Ly, eso hiciste mal, Ly es mío tu no te lo mereces.

—Bien, me quedaré con la ropq—dijo el dios mientras se dirigía a la salida del local de comida rapida con la bolsa en sus manos.

Teddy corrió hasta este e intentó arrebatarle la bolsa, pero el dios simplemente colocó la bolsa detrás de el mientras el mortal estiraba sus manos para llegar a la bolsa mientras se quejaba y golpeaba al dios.

—Dame mi ropa—dijo Teddy con poca paciencia.

—Di que te caigo bien.

—Jamás.

Hermes miraba la escena mientras le daba un sorbo a su envase con refresco en el interior. Atenea acababa de comprarse un móvil y estaba aprendiendo a utilizarlo.

—¡Teddy, pegale con una silla! —dijo Hermes sacando varias risas de algunos clientes.

—Entonces para llamar se aprieta este botón—susurró Atenea mientras presionó la opción de llamada de emergencia.

¿911 cual es su emergencia? —dijo una voz femenina.

—Y este botón rojo para finalizar llamada—dijo Atenea mientras presionaba aquel botón.

Hermes miró curioso a su hermana y se acercó a ella quedando de pie a su lado mientras miraba el movil.

—¿Que es eso?—preguntó el dios mientras señalaba el movil.

—Los mortales lo llaman móvil y puedes llamar a personas que estan lejos, ver videos, escuchar musica y otras cosas mas. También tiene una extraña criatura que obedece a tus comandos—explicó Atenea.

—¿Una criatura?

—Si, escucha, Siri, ¿Que hora es?

—Son las cinco menos cuarto de la tarde—dijo una voz femenina.

—Wow, a Zeus le encantaría una de estas cosas —dijo Hermes mientras agarraba el móvil y presionaba distintas opciones.

Hefesto se acercó a la mesa con Teddy subido a su espalda y con la bolsa de la compra en su mano.

—Creo que ya es hora de que volvamos—dijo Hefesto mientras sacaba el movil y miraba las llamadas perdidas de Arley.

—Siempre pensé que el mundo humano era horrible, pero en verdad es asombroso, viven en el futuro—dijo Atenea mientras se sacaba una selfie con su movil.

—Cierto, no se porque Zeus decía tantas cosas horribles sobre este maravilloso lugar, podríamos construir un segundo Olimpo en este lugar y comer estas cosas por siempre—dijo Hermes mientras agarraba la hamburguesa de Atenea.

—A las ninfas les encantará este artilugio— soltó Atenea mientras se comía una patata frita.

—La verdad es que si, este lugar es maravilloso— dijo Hefesto arrebatándole la hamburguesa a Hermes.

Los cuatro salieron del establecimiento con una bolsa con comida que extra que pidieron. Atenea tenia su vista pegada en aquel móvil parecía estar en trance, entraba y salía de distintas aplicaciones y estas a la vez soltaban algún que otro sonido.

Un hombre alto, de pelo teñido con camisa azul y jeans chocó contra Atenea haciendo que esta dejase caer su móvil al suelo. El hombre fingió que nada pasó y siguió con su camino cosa que hizo que Atenea, la diosa de la guerra se enfureciese y caminase hasta este.

—¡Mortal maleducado no viste que hiciste que mi móvil cayese al suelo! —grito Atenea mientras agarraba una espada de plastico que sujetaba un muñeco inflable con el logo de una tienda infantil en su barriga.

El hombre miró a Atenea con una ceja alzada y comenzó a reírse, la diosa con poca paciencia golpeó al mortal con la espalda una y otra vez y después pateó los genitales de este provocando que este soltase un grito desgarrador y cayese al suelo.

La diosa sonrió triunfantemente mientras alzaba su espalda imaginándose un montón de dioses aplaudiéndola y felicitándola por haber vencido a aun titan. Hermes corrió hasta su hermana y cogió a esta como un saco, haciendo que esta dejase caer la espada de plástico al suelo. Hermes corrió hasta la salida ignorando las miradas y murmullos de todos los presentes. Al salir del centro comercial dejó a Atenea en un banco que había enfrente del mall.

—Debiste dejarme terminar con aquel mortal, juro que lo mandaré al mismísimo Hades si me lo encuentro de nuevo—dijo Atenea mientras apretaba sus puños.

—¿Estas loca?, llamaste la atención de todo el mundo Atenea—le regañó Hermes.

—De todo el mundo no, solo de la gente que estaba en aquel edificio —dijo su hermana con un tono de burla.

Hermes le entregó el móvil a Atenea y esta agarró el móvil como si fuese la cosa mas preciada del mundo.

Minutos después Hefesto y Teddy salieron del Mall ya que tuvieron que disculparse con aquel hombre. —Y esta es la razón por la que no hay dioses en el mundo de los mortales— dijo Hefesto.

Teddy los miró confuso y después caminó hasta Hermes quedando a su lado para luego agarrarlo de la mano con fuerza.

***

—¿Que Atenea hizo que?—preguntó Apolo mientras miraba enfadado a su hermana.

—Fue culpa del mortal, no se disculpó—dijo Atenea mientras se cruzaba de brazos.

—Mañana hablaremos de esto ahora vuelvan al Olimpo—ordenó Apolo a Hermes y a Atenea.

Por otra parte Teddy acababa de salir de la ducha, se paró frente al espejo a observar su cuerpo desnudo. Su gemelo por accidente abrió la puerta.

Arley miró el miembro de su hermano menor y lo que vio casi le hizo desmayar. El miembro de Teddy estaba hinchado y rojo, tenia heridas en el, lo que hacia que Teddy se quejase cuando alguna gota de jabón caía encima. No solo eso tenia una marca de algo que apretaba su miembro, como un anillo.

—Teddy, ¿Que te paso pequeño? —preguntó Arley mientras miraba a su hermano.

Teddy solo dejó caer unas lagrimas y después comenzó a negar con la cabeza. —Shh, él se va a enfadar, nos está observando Ly.

—¿Quien es él Teddy?

—No puedo Ly, quiero pero no puedo, lo hago por ti Ly, el...seguro que te hará lo mismo si hablo.

My Greek God III:Hermes ©Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt