My Greek God III:Hermes ©

♊️ δέκα ♊️

Teddy se encontraba en la sala mirando la televisión  mientras el sonido de la lluvia caer llegaba a sus oídos. Teddy amaba la lluvia le hacía sentir cómodo y acompañado.

—Que madrugador—dijo Hefesto mientras bajaba las escaleras con solamente unos pantalones de chandal grises.

Teddy sonrió a Hefesto y soltó un gran, buenos días.

—Buenos días, oh esta lloviendo— dijo Arley mientras bajaba las escaleras.

Teddy al instante que oyó la voz de su hermano corrió hasta el y lo abrazó.

—Ly, tengo hambre—dijo Teddy mientras escondía su rostro en el cuello del gemelo.

—Esta bien, vayamos a desayunar entonces.

Los gemelos se dirigieron al comedor donde Hefesto se encontraba dando un sorbo a su café con leche y después agarrando su tostada con mantequilla untada. María dejó un plato con dos huevos revueltos, tortitas y bacon, después otra sirvienta se acercó con un bol de leche con cereales en forma de aros y de diversos colores.

Arley se sentó a un lado de Hefesto y Teddy se sentó enfrente de ellos. María dejó el plato enfrente de Arley y la otra sirvienta dejó el bol enfrente de Teddy. —En unos minutos estará el café y el chocolate caliente—dijo María.

Teddy le regaló una sonrisa y Arley la agradeció por la comida.

***

—...y vi a mucha gente de mi edad con mochilas y con amigos hablando sobre la universidad —contó Teddy.

—Teddy sabes que no puedes ir a-.

—Porque soy raro y estoy enfermo, ¿No?

—No, porque es estresante y aburrido, solía ir, pero es mejor ser modelo y estar en casa.

***

—Hermes el santo—dijo Hefesto mientras agarraba un brick de leche.

—¡Es un mortal!—dijo Hermes.

—No te acerques a él, no quiero que vayas a lastimarle con tus mentiras y engaños—Artemisa sacó una foto a sus hermanos y se lo mostró a Atenea—seguro, un día lo llamas amor y comprensión y al día siguiente Teddy es uno mas en tu lista de amantes.

Hermes rodó los ojos y agarró un paquete de carne de hamburguesa.

Artemisa se dirigió a la caja con la cesta llena de productos que habían comprado. Los dioses la siguieron y Hefesto pagó con su tarjeta de crédito.

Los dioses agarraron las bolsas mientras que las diosas sacaban selfies en cada semáforo en que se detenían.—¿Que es esto? —preguntó Atenea mientras miraba la fotografía.

—Es humo...espera, no...parece...Teddy....¡Es Teddy con un hombre! —exclamó Artemisa captando la atención de sus hermanos quienes buscaron a Teddy con la mirada.

En efectivo era Teddy forcejeando mientras un hombre intentaba meterle en una furgoneta, los dioses dejaron caer las bolsas y corrieron hasta la furgoneta, llamando la atención de aquel hombre el cual dejó caer a Teddy al suelo, se subió a la furgoneta y arrancó el vehículo.

Teddy miró como la furgoneta se disipaba entre los distintos autos. —Teddy, ¿Estas bien?—preguntó Atenea. Teddy negó con la cabeza miró a todas partes, tenía razón, él seguía vigilándole.