Sentado aquí,
Escribiendo sobre mí tumba,
Donde mis restos son exhibidos,
Como aquel viejo enfermo enamoradizo,
Me explico lo que por ti yo siento,
Y entre tanto,
Mis infinitas ganas de seguir viviendo.
Como comienzo,
La inexplicable razón de mi deceso,
El ignoto deseo de mi vida,
Deseo con tus labios,
Y tu inexplorada consciencia,
Que posiblemente sepa que mueras,
Pero no por mí,
Y yo te busque,
Mientras todos sigan durmiendo.
Entre sombras
Que llenan mi traslado
Como un fantasma enamorado
Recuerdo tu fantasía
Mi cuerpo ausente,
Libre de presión,
Se desata y comienza la atracción
Por recordar, esos lindos besos,
Y aquellos inexplorables labios
Que recorren mi mirada,
Imponentes y deseables,
Recuerdan la demanda por rozarlos y nunca soltarlos.
Escribo y te pienso,
Te recuerdo y me dejo,
Rezo,
Para que escuches mi recuerdo,
Y sepas que te salgo a buscar,
Aún después de mi término, expreso.
Es momento del homicidio,
Momento de recordarte,
Para salir a vagar,
Para poder volver a soñar,
Y tu recuerdo ilumine mi andar,
Como pequeñas luces que broten entre mis dedos,
Que cuando las recuerdes,
Sea yo, estando en cualquier lugar
Esperando que me recuerdes,
Y vuelvas a conmigo soñar.
