Prólogo

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*reproduce la la música para mejorar la experiencia*

Nuestros labios por fin estaban juntos y de verdad lo estábamos haciendo, me encanta tomarlo de la cadera y pegarlo a mi cuerpo, puedo oler su perfume... es fresco y floral, me encanta que juegue con mi cabello y como sus dedos se pierden en mis rizos, nuestros labios seguían besándose, lo abracé y podía acariciar su espalda, el tenía sus manos aún en mi cabeza, caminé derecho y lo recosté en mi cama, nuestras bocas no se despegaban ni un momento y no eran necesarias las palabras nos comunicamos por el cuerpo, sabía lo que quería y sabía lo que yo quería, su perfume me embriagaba y quería olerlo más, me acerque a su cuello e inhale

A: me encanta tu perfume Temo – comencé a besar su cuello y mis manos subían de su cadera levantando su camisa, pude sentir su piel, estaba tibio y sentí como se tensaba con el toque de mis manos, Levante un poco más su camisa, quería sentir más su piel.

T: nos pueden ver...

A: no te preocupes, mamá no está y Arqui esta con ella, la puerta está cerrada – desabotone su camisa, lo mire desde arriba, el acostado con sus piernas alrededor de mi cadera y yo con las rodillas a la altura de su trasero, me encanta cómo se sonroja y evita mi mirada cuando está apenado por desvestirlo, su camisa quedó abierta y me fui por su boca de nuevo, baje a su cuello respirando profundo y tener ese aroma grabado durante todo el momento, iba dejando rastros de mi besos por su pecho... su abdomen, mi barbilla topó con la hebilla de su cinturón – Temo... ¿Puedo? – el me tomo del mentón, adoro que haga eso

T: ¿Estás seguro Ari? – su mirada no era de preocupación, era de inseguridad

A: Temo, claro que quiero... quiero compartir mi cuerpo contigo, pero no haré nada que no quieras

T: tal vez deberíamos esperar Ari... quiero que sea especial – no podía negar que me sentía frustrado, yo quería sentir a Temo centímetro a centímetro pero antes de eso yo lo respetaba y no lo iba a obligar a nada, volví por el mismo rastro dejando besos y abotonado la camisa de mi novio y en el pecho deje un chupetón y en el cuello una mordida ligera, lo abracé por los hombros y junte mi frente con la de el

A: cuando estés listo Temo, te amo – froté mi nariz con la de el y me recosté junto a él

T: te amo más Ari – nos quedamos recostados de lado mirándonos y sonriendo

A: no sé que hice para merecerte Temo – con su mano apartó el cabello que cubría parte de mi frente y acaricio mi mejilla

T: tienes que despertar Aristóteles...

A: ¿Qué?

T: despierta

Abrí los ojos, mi cuarto aún seguía obscuro y por la ventana se veía que empezaba a amanecer, me di vuelta y estaba solo en mi cama, mire mi celular y empezó a sonar mi despertador, me frote los ojos, quisiera no haber despertado... eso chico Cuauhtémoc me tenía en un lío, tengo que admitir que me gustó desde el primer momento en el que lo ví, cuando mi tía Blanca me mandó a darles el pastel y mi torpeza innata y yo dejamos caer el postre por admirar al nuevo vecino, me encanta recordar cómo se reía y me ayudaba a recoger mi desastre, siempre le estaré agradecido en secreto a mi tía Blanca por eso; Hola soy Aristóteles Córcega hijo de Audifaz y Amapola, hermano mayor de Arquímedes, tengo una familia que desde hace décadas se a dedicado a las artes circenses, ahora dueños de varios teatros y clubes de la ciudad, mi abuelo Canuto se casó en secreto con la matriarca de mi clan Imelda en contra de sus padres ella venía de una respetable familia de Oaxaca pero su amor pudo más y lo único que heredó de su familia fue el edificio donde actualmente vive parte de la familia y algunos departamentos se rentan, hace una semana se ocupó el último departamento por una familia de tres menores y su padre de quienes escuchamos rumores de que era un importante empresario en Toluca pero nada más y lo creo ya que pagaron un año por adelantado, el mayor de sus hijos se llama Cuauhtémoc y tiene mi edad 17 años, presiento que no en lo único en lo que nos parecemos pero nada podía hacer, mi destino estaba sellado y cuando cumpla la mayoría de edad me veré forzado a casarme con Yolotl Rey primogénita de Ernesto Rey dueño de una de las mezcalerías más importantes del país y que mi familia ya tenía historia, ambas alguna vez compartieron el escenario y se forjó una fuerte amistad y como ambas familias bohemias/gitanas tenían este tipo de arreglos para el beneficio de los clanes así yo como el heredero del clan Córcega me tocaba cargar ese peso

Rebel Love X Aristemo XOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz