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- ¿Estás jodiendo?

Jinhwan se quedó sin habla, intentando procesar aquello. Sinceramente, no lo esperaba, joder, ¿qué iba a saber lo directo que era aquel novato en ese momento? Se había visto tan indefenso, traumado y asustado que creyó espantarlo, que iba a generar algún miedo cada vez que se cruzaran.

Su objetivo era volverlo loco, si, pero nunca creyó que caería tan rápido, entonces... ¿su meta estaba funcionando? Koo definitivamente lo había sacado de su lugar con aquello, encendiendo el fuego dentro de él, era demasiada adrenalina.

- No te hagas, escuchaste y sabes muy bien.

- ¿Crees que me darás lo que quiero? -Jinhwan retomó su postura, enderezandose, sin dejar intimidarse y cruzó sus brazos sobre su pecho. - ¿Qué es exactamente?

- Sexo. -Junhoe entre cerró sus ojos, observando al más bajo con cierta desconfianza. - Haz querido eso todo este tiempo, ¿no? Pues-

- ¿Quieres engañarte a ti mismo, Junhoe? Adelante, pero sé muy bien como son las cosas. -Jinhwan se elevó en puntas, acercando sus labios al oído ajeno, soplando con suavidad y susurrando: - Quieres cogerme, tienes muchísimas ganas de tenerme bajo tuyo. No finjas. -Volvió a tomar distancia y sonrió. Eso no iba a desestabilizarlo de ninguna manera. - ¿Darme lo que quiero? Ni siquiera fuiste capaz de saber si lo estaba disfrutando o no aquella vez.

Junhoe tragó pesado, ¿como que no había...? Jinhwan probablemente quería hacerlo sentir menos, quería humillarlo, y no se dejaría. Menos al ver que tranquilamente el podría tomar el control sobre cualquier situación, hasta era mucho más alto. Si no terminaba las cosas acordadas en ese momento, estaba seguro de estampar aquel cuerpo y cogerlo, si, no iba a negarlo en su cabeza esta vez. Pero mantendría su poca dignidad.

Se quiso convencer de que estaba dándole un gusto al bajito, para que supiera lo bueno que era, que por algo estaba allí.

- Simplemente dime si aceptas el arreglo.

- Explicame y te daré mi respuesta.

Después de un silencio, el alto suspiró y tomó cierta distancia, inevitablemente sentía su pene durísimo, sin poder quitar su vista de aquellos labios rosas, recordando la ultima vez que se habían encontrado alrededor de él.

- Solo un polvo. Nos quitaremos las ganas y nos olvidaremos. Tú nunca me conociste y yo menos.

- ¿Solo así?

- ¿Qué más quieres?

Jinhwan se encontró manteniéndole la mirada, buscando algo de broma en su propuesta o algún tipo de expresión que le permitiera saber si se sentía presionado u obligado.

Pero no había.

- Ésta vez yo desconfío de ti. -No podía evitarlo, el novato debía de estar planeando algo extraño en su contra. Y definitivamente no debía de fiarse. Jinhwan mordió su labio, Junhoe lo miraba con el ceño fruncido, podía notar cuánto fingía su seriedad. - Prestame tu celular.

- ¿Qué?

- Que me des tu celular.

- ¿Para qué? -Frunció su ceño, sin entender.

- Sólo dámelo.

- ¿Y si desconfío? -Junhoe lo sostuvo en su mano, mirándole amenazador, alerta.

El bajito sólo rodó sus ojos y se preguntó por dentro si acaso aquel pedazo de idiota creía que podría provocarle algo siquiera de placer de esa forma. Estaba arrepintiéndose, a nada de hacerlo. Ya no estaba resultando divertido si daría tantas vueltas.

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