Inevitable

Baila, niña baila

Clara, cierra la ventana de un golpe. La suave brisa peina su dorado cabello al son de los portazos de las puertas, las cuales, son de madera. Sus cejas curvadas con significado de esperanza, hacen que sus pestañas tiemblen al compás de la música que envuelve la iluminada habitación. Eres un navegante que surca las profundas aguas del océano, un parpadeo insignificante hace perderse en el azul de sus ojos. Su nariz en forma de punta, tobogán desesperante. Las orejas redondeadas, que escuchan atentamente los cantos de los pájaros. Mejillas rosadas y ardientes que queman como una chimenea candescente en una tarde de Febrero. Su boca risueña, esperando la llegada del ladrón que le robe su primer beso. Sus dientes perfectamente alineados y resplandecientes, blancos como la nieve. Sus dedos finos, manos de pianista, bailan al ritmo de la canción lenta que se escucha. Cuerpo ágil, como si se fuera a romper, pero lo tiene bajo control. Se mueve de un lado al otro sin ton ni son. Mirada inexpresiva. ¿ Que le pasa? Eso solo lo sabe su mente privilegiada. Aparenta ser la típica niña buena però saca a sus diablos cuando menos te lo esperas. Baila niña baila, no pares, eso es lo que te gusta. Se acaba la canción. Un silencio eterno invade ese apartamento. Ella para, cambio de canción.