Si ha de pasar, pasará

4K 703 211
                                    

-Veintitrés años-

Debía ir a la casa de una acaudalado familia a ultimar unos detalles para el nuevo logo de su empresa. Fue recibida por el ama de llaves, quién le pidió que esperara en el recibidor.

Mientras aguardaba, vio bajar a un muchacho por las escaleras. Cuando él notó su presencia, la observó curioso, acercándose a ella.

—Hola.

—Hola, mi nombre es Evelin, soy la diseñadora a la cual le hicieron el pedido de su próximo logo.

—Ah, sí —le dijo pensativo—... ¿Los tienes aquí?

—Sí, el señor Angelini me pidió que los trajera impreso —explicó tomando un bolso, con varios rollos de papel.

Pero ignorando todo lo que ella le estaba diciendo, el muchacho sólo estaba viéndola a ella.

—¿Eres cercano a los Angelini? —inquirió curiosa Evelin.

—Su hijo —sonrió—. Es normal que no sepas de mí, he pensado mucho tiempo dormido.

—¿Dormido?

—Sí, cuando tenía quince años, tuve un accidente mientras iba a caballo. Estuve trece años en coma, hasta hace unos meses que desperté.

Abrió sus ojos sorprendida. Ese muchacho había sido uno de los pocos afortunados que había despertado de un coma. Y uno muy largo, demasiado tiempo para verse tan saludable.

—Disculpa ¿No nos habremos visto antes? —le preguntó frunciendo el ceño—. Es que tengo la sensación de que no es la primera vez que te veo.

Ella lo miró a los ojos, y negó con la cabeza, sintiendo lo mismo. Pero era imposible, lo recordaría si así fuera, era un hombre muy atractivo.

—¿Cómo te llamas? Aún no me has dicho tu nombre.

—Es verdad, lo siento, aún estoy algo estúpido —sonrió divertido—. Mi nombre es Santino Angelini, es un placer conocerla señorita Evelin.

—Lo mismo digo —sonrió suavemente—. ¿Quieres evaluar tú los logos hasta que lleguen tus padres a elegir?

—Mis padres no están en el país, han salido por trabajo hace una semana.

—De seguro olvidaron la cita de hoy —suspiró la muchacha—. En fin, supongo que tendré que venir luego.

—Podría verlos y elegir un par ¿No te parece? De ese modo aligeraríamos un poco las cosas.

—Tal vez —sonrió.

Evelin tomó uno de los rollos, y al abrirlo, le enseñó uno de los logos que había diseñado. Santino observó la firma de la ilustración, "Lillium" ¿Por qué seguía sintiendo que no era pura coincidencia todo lo que estaba pasando?

—Lillium —pronunció en un tono bajo.

—Sí, lirio —sonrió—. Es una flor que me gusta mucho.

—Muy bonita —sonrió él.

No muy lejos de ellos, los observaba una mujer morena, con una suave sonrisa en sus labios. La vida podía ser muy paradójica, ni hablar de la "muerte".

Su deseo de estar juntos una vez más, había sido cumplido. Ahora, sólo hacía falta que ellos demostraran que su amor sería incluso después de la muerte. Si tan fuerte era como decían, entonces se recordarían.

Pero no desde sus memorias, sino desde sus sentimientos, sus emociones. Al tocarse, sentirían que no sería la primera vez que lo hacían. Aún en otra vida, en otros cuerpos muy similares, sus almas se reconocerían.

La muerte los miró por última vez, y sonrió satisfecha.

—Lo hiciste Santo, alcanzaste tus alas.

...

🍃Fin🍃

¡Muchas gracias por acompañarme una vez más amores míos! Lamento mucho haberme demorado, pero en serio estuve pensando mucho este final ❤️
Espero les haya gustado :3 (no sé si tanto el final jajaja) ¡L@s adoro bellezas! 😘❤️💞

No tan SantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora