Capítulo VI

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Me desperté cuando la puerta de mi habitación se abrió dejando pasar un rayo de luz que fue directo a mi cara

Mimi apareció en la habitación dejando una bandeja, que supongo que tendría mi desayuno, sobre los pies de la cama.

-Buenos días, amiga - se acercó a la cama y dejó un beso en mi frente.

-Hola - dije con voz ronca y dejé un beso en su mejilla - ¡Mimi estas ardiendo! - la agarré de la cara.

-No es nada, tuve fiebre esta noche y no se me ha pasado todavía. - me explicó.

Ah... por eso Míriam le decía anoche que descanse, pobrecilla...

-Ay Mimi, no te hubieses molestado en hacerme el desayuno... - acaricié su mejilla sintiéndome culpable.

-Ya, pero quería hacerlo - se encogió de hombros.

-Bueno, pues a mi hoy me apetece cuidarte hasta que te pongas bien, ¿te parece? - ella asintió mordiéndose el labio.

-Venga, que como las mañanas son más fresquitas te he hecho el colacao calentito - yo le sonreí, pero no me levante de la cama.

-Eeh... Mimi... - ella me miró.

-¿Que pasa? - preguntó extrañada.

-Que no llevo nada puesto por arriba - ella pareció captar el mensaje.

-Oh... Oooooh, vale vale ya me voy - levantó las manos y salió de la habitación, yo reí y me levanté para ponerme una camiseta

Cuando estuve decente de ver, llamé a Mimi para que desayunara conmigo.

-¡Mimi ven! - grité y ella apareció

-¿Te tengo que ayudar a ponerte la ropa? - yo reí irónicamente.

-No tonta. Quiero que estés conmigo, así te cuido yo también - ella rió acercando la bandeja a nosotras.

En ella había un colacao y unas tostadas de aguacate y sal.

-¿Me siento contigo en la cama o como lo hacemos? - yo reí y le hice un sitio a mi lado.

-¿Quieres? - Le ofrecí un poco de mi tostada mientras me recostaba en su hombro. Ella le pegó un mordisco y pasó su brazo por detrás de mi para así agarrarme de la cintura.

-¿Que te apetece hacer hoy? - me miró con esos ojos verdes que desprendían luz.

-Cuidarte - le dije mordiendo mi tostada

-¿Y por qué me quieres cuidar? - me preguntó con una sonrisa vacilona.

-Porque pocas personas me hacen sentir como tu en solo un día -para cuando quise darme cuenta de lo que había dicho, estaba completamente roja.

-¿Y que te hago sentir? - clavó sus ojos en los míos.

-Una...gran amistad - arreglé (o eso creo) lo que acababa de decir.

Un silencio se hizo presente en la habitación. Realmente fue menos de un minuto, pero a mi se me hizo eterno.

-¿Has terminado? - Yo asentí y ella cogió la bandeja y se la llevó a la cocina.

-Mimi - llamé su atención.

-¿Si?

-¿Podemos ver una peli? - pregunté como una niña pequeña.

-Pues claro - bajó las escaleras para dirigirse a la cocina y dejar la bandeja mientras yo me senté en el sofá y puse la tele

-Parece que va ha llover, fíjate, con el calor que hacía ayer... - se sentó a mi lado

-Si, esta mañana hacia fresquito - dije cogiendo la fina manta que estaba en el sillón.

-Es septiembre, ya va ha empezar ha hacer más fresco, ayer solo fue una ola de calor - explicó cogiendo un extremo de la manta para arroparse ella también.

-¿Que quieres ver? - Le pregunté

-Lo que tu quieras, me gusta todo - se encogió de hombros.

-¿Un musical? - hice un pequeño puchero.

-Vale venga, ponlo, que pareces bambi cuando me miras así - me picó regalándome una sonrisa.

Y así lo hice, puse el musical y en una de las escenas de baile miré a Mimi.

-¿Y tu que bailas? - ella me miró extrañada.-Dijiste que bailabas - giré mi cabeza para verla bien.

-Bueno, si, pero... Ya no lo hago, o al menos no profesionalmente - volvió a mirar a la tele sin importancia.

-Y... ¿Por qué ya no lo haces? - quería saber más de ella...

-Tuve un accidente - me sorprendí al escuchar eso.

-¿Que tipo de accidente? - se removió en su sitio. Creo que estaba empezando a incomodarla...

-Pues, creen que me pusieron algo en la bebida o algo así pero a la hora de actuar, estábamos en medio de una carrera de coches y empecé a marearme. El número consistía en saltar por encima de uno de esos coches y caer en una colchoneta pero... Me desmayé antes de hacer el salto y justo pasó el coche... - la miré con dolor.

-Dios Mimi - agarré su mano inconscientemente y sonrojándome al darme cuenta.

-Las consecuencias fueron graves, por lo tanto tuve que dejar de bailar... - miró hacia abajo.

-¿Alguna rotura o lesión grave? - volví a preguntar.

-Si, algo así - acaricie su mano con mi pulgar.

-Lo siento... - la miré con dolor.

-Es lo mismo... A veces, cuando estoy sola... Vuelvo al local 'Indigo'. Que así es como se llamaba - sonrió al recordar sus momentos allí.

-¿Tenías un grupo o algo? - ella asintió.

-Lola Indigo, eramos 5, Laura o Dama, Claudia, Saydi, Mónica y yo - una pregunta pasó por mi cabeza, ¿Laura no era la que comentó Míriam el otro día en la cena?

-¿Laura es la chica que dijo Míriam? - pregunté interesada por su respuesta.

-Si, es con la que más hablo de todas ellas. A veces quedamos para hablar de que tal va el local, Míriam se piensa que son 'citas' o algo por el estilo - dijo haciendo comillas y restándole importancia.

-¿Y no has vuelto allí? - se la veía algo nostálgica.

-Solo una vez, pero nadie me reconoció ya que fui tapada. Quería ver como lo iban mis chicas en la competición - sonrió.

-¿Quieres que vayamos? - sus ojos se iluminaron.

-¡Banana estás loca! Si Míriam nos pilla... - yo reí y me encogí de hombros.

-No nos va ha pillar. Ella viene a las 15:00 y son las 10:30 así que venga, arreglate que nos vamos - le di una palmada en el culo cuando se levantó.

-Pero Ana... - me miró

-¿Que pasa? - pregunté apagando la tele.

-No puedo bailar, no estoy preparada - agachó la cabeza.

-Escúchame - agarré sus mejillas y chocamos miradas.- solo vamos a ir para ver a 'tus chicas' ¿vale? No bailes si no quieres. No tienes por qué hacer el ensayo.- ella asintió.

-Gracias - acarició mis manos que seguían en sus mejillas.

-Venga vamos - ella sonrió y se dio la vuelta para dirigirse a su habitación a la vez que yo a la mía...

Nos espera un largo día...

Te llevo en mi corazón (Warmi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora