"Temores"

174 17 8
                                    

El día recién comenzaba, temprano por la mañana, debía ser un día soleado sin embargo la lluvia había hecho su acto de presencia desde muy temprano, Ichimatsu había despertado por el ruido de las gotas golpeando el techo, y suelo, por lo que de vez en cuando daba pequeñas vueltas por el cuarto de Karamatsu para asegurarse de que estuviera todo en orden, o para ver si de casualidad su amado por fin había despertado cosa que claramente no ocurriría tan fácil, pero aún así no perdía las esperanzas de que así ocurrierá, aun era muy temprano para entrar a la habitación a hablar con él, tendría que esperar al doctor y eso le ponía impaciente, entre más se acercaba la hora de que el doctor le diera acceso al cuarto, más largos le parecían los minutos tanto que le parecían horas, pronto el doctor llegó, notó lo impaciente que estaba y procedió a revisar que todo estuviese en orden para luego de otros tantos minutos darle por fin el pase al cuarto.

Justo al entrar al cuarto, agradecer al doctor y acercar el banco para sentarse tomo una de las manos de  Karamatsu y comenzó a hablar con un tono bastante sutil. —Te extraño demasiado, ha pasado poco tiempo desde que estás en este estado, quiero que te recuperes pronto, quiero volver a escuchar mi nombre salir de tus labios, quiero que ambos podamos ser felices sin miedo, yo en estos momentos no puedo evitar sentirme sólo, ¿sabes? Tú eres mi mayor tesoro, te amo demasiado no quiero estar más tiempo sin ti, así que por favor, vuelve a mi pronto...— Dijo tratando de no romper en llanto de nuevo, sabía que a Karamatsu no le gustaría verle en ese estado pero no podía evitarlo, era como si la mitad de su corazón faltará, como si hubiera un espacio que lo hacía sentir vacío, como si su vida ya no tuviese sentido. —Lo siento sigo siendo un pesimista y un llorón después de todo…— 

Sin previó avisó un doctor que no había visto antes entro a la habitación lo que le hizo sentarse derecho nuevamente, y secar sus lágrimas mientras veía como le inyectaba algo a la intravenosa de su amado, se quedo observando los movimientos contrarios, entonces pregunto para que era, a lo que aquel doctor le dijo, era medicamento para mantenerle estable y sin complicaciones, estaba tan sumergido en sus pensamientos que ni siquiera notó cuando el doctor se retiró. 

🎭🎭

Osomatsu se encontraba caminando por la entrada del hospital ya que recientemente había llegado al lugar, se disponía a entrar hasta que una inesperada y terrible voz le llamó haciéndole entrar en pánico, sin embargo al voltear en dirección a la voz intento verse seguro de sí mismo, pero su rostro estaba descompuesto, no sabía que hacer, sólo estaba atento a lo que veía y escuchaba.

—Vaya, vaya, ¿Cómo está la mayor de las escorias Matsuno?.— Dijo mientras esbozaba una media sonrisa a manera de burla. 

—T-Tú, Qué demonios...¿que haces tú aquí?.— Su voz se percibía temerosa, su boca estaba reseca y sentía que su corazón estaba a punto de salirse de su pecho.

—Lograste recordarme Osomatsu-kun, eso me pone feliz...tanto tiempo sin verte y no has cambiado ni un poco pequeña escoria.—  

Por supuesto que te recuerdo, no olvidaría que fuiste quién me hizo miserable por mucho tiempo. —¿Qué mierda haces aquí!?— No tenía ni un poco de ganas de seguir viendo el rostro de aquella persona, quién le había atormentado de pequeño y hasta ahora seguía recordándole todo aquello. Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no prestaba total atención así que no se percató de cuando se le había acercado ni en que momento le tomo por la barbilla haciendo que ambas miradas se cruzarán, se acercó lentamente a su oido y susurro. 

—Le di una pequeña visita a las escorias, es un placer encontrarnos de nuevo, y ten por seguro que está vez no te dejaré ir tan fácilmente mocoso, tú me perteneces por completo.— relamio sus labios, llevo su mano hasta su cintura y la acarició, no tardo mucho en separarse de él y de retirarse, riendo a carcajadas, deleitándose de el miedo que emanaba el contrario, mientras Osomatsu se había paralizado, tardo un poco en salir de su trance, si no hubiese sido por Choromatsu seguiría aterrado y en estado de shock. 

—Osomatsu, ¿Es quién creo que es?...— preguntó molesto pero al notar que el contrario no contestaba entonces lo supo. —Maldita sea, ven conmigo nii-san.— Le tomo de la mano e intento llevarlo adentro, pero no sería fácil, estaba demasiado asustado para siquiera hacer caso a sus indicaciones, optó por besarlo, eso le hizo sobresaltarse pero al menos logro hacerlo volver a la realidad. —Estarás bien, no permitiré que vuelva a dañarte.—

Osomatsu mantenía la mirada gacha mientras varias lágrimas recorrían sus mejillas. —Tengo miedo, mucho miedo, no quiero que les haga daño, es a mi a quién quiere...— tembloroso acompaño a Choromatsu adentro del hospital, mientras Choromatsu tomo la mano contraria entrelazo sus dedos y las escondió en su suéter, quería hacer sentir seguro a quien amaba, no era una tarea fácil y menos si un maniático estaba detrás de él, no cedería tan fácilmente a las amenazas de ese criminal. 

Tardo varios minutos en recuperarse, y cuando entro en completa razón, se dio cuenta de la gravedad del asunto, ¿¡les habría hecho algo a sus hermanos!?. —Mierda, mierda, mierda, vayamos rápido a la habitación de Karamatsu, el dijo que los había visitado, maldición.— Choromatsu sólo asintió y ambos a paso apresurado se aproximaron a la habitación, y cuando por fin entraron hicieron que Ichimatsu diera un salto de sorpresa debido a la entrada de manera brusca. 

—¿¡Qué demonios les sucede!? ¿¡Intentan matarme del susto!?— dijo con una mueca en la cara, tenía los ojos hinchados y rojizos, sus hermanos se aliviaron de que no estuviese herido físicamente.

—Ichimatsu, él estuvo aquí, ¿no te hizo daño verdad? ¿Karamatsu está bien?, no te amenazó. 

—¿De quién están hablando?, nadie más que un doctor que nunca había visto...— y ahí fue donde reaccionó. —¿Quién mierda era?— estaba impaciente por saberlo. —¡HABLEN MALDITA SEA!— 

—Ichimatsu, Tougou estuvo aquí...— Dijo el mayor intentando sonar tranquilo, era claro que no podría sonar de esa manera. 

Ichimatsu se sobresalto aún más. —MALDITA SEA, LLAMEN AL DOCTOR AHORA MISMO, ESE PEDAZO DE MIERDA INYECTO ALGO EN LA INTRAVENOSA DE KARAMATSU Y YO NISIQUIERA HICE NADA, CARAJO—

Con paso apresurado Choromatsu fue a buscar al doctor, maldiciendo a Tougou entre dientes.

Por otro lado Osomatsu intentaba calmar a Ichimatsu que ahora se encontraba enojado y llorando al mismo tiempo, se sentía imbecil por no haber podido proteger a Karamatsu de nuevo.

.....

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Feb 01, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

 Un amor más que prohibido~ Where stories live. Discover now