Capítulo 23

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Domingo - Casa Gabriel

A Renato y Gabriel no solo los hace diferentes la diferencia de edad. El tipo de música que escuchan, uno siendo un fanatico total del cuarteto, y el otro se inclina más por el rock nacional.

Uno no muy interesado por el fútbol, pero hincha de River Plate; y el otro mega fanatico de este deporte, y en especial de su club del que era hincha, Boca Juniors.

Pero tambien ambos tenían cosas en las que coincidían y con las que pueden compartir juntos. Una de  ellas era la de tomar mate. Amargo por supuesto.

Renato era el encargado de hacerlos. Gabriel mientras tanto, se dedicaba a corregir pruebas.

Era impresionante al nivel de intimidad al que habían llegado. Mas haya del ámbito sexual, ahora compartían este tipo de momentos. 

A Gabriel le hacia bien tener la compañía de Renato, aunque no estuviese dandole bola por prestar suma atención a los papeles que yacen en la mesa. Por su parte, a Renato no le molestaba en lo mas mínimo hacerlo. Él y Gabriel, en compañía del otro. No necesitaban nada más.

- No doy más - anuncia Gabriel rendido, tirando la lapicera sobre la mesa y acto seguido, refregándose los ojos.

- ¿Muchos 1 que poner? - indaga Renato divertido.

-Maso. Están bastantes zafables, pero varios desaprobados también.

-Consulta. ¿A Cerati cuánto le pusiste?

Esa era una consulta que llamaba la atención de Gabriel. Era la primera vez que lo nombraba desde que se conocieron. Según había visto, los dos compañeros muy bien no se llevaban. Era raro.

-¿Se puede saber a qué se debe esta consulta?¿Por qué te interesa tanto la nota que le puse a Julian Cerati? 

Renato se encoge de hombros, aunque el nerviosismo comenzaba a notársele.

-Curiosidad. Ese pibe me la tiene jurada, y si le había ido mal iba a tener con qué burlarme.

- ¿Algún día me vas a contar por qué se llevan mal ustedes dos?

Renato traga saliva. Nunca había hablado con nadie acerca de su rivalidad con Cerati.

- Lamento informarle que hoy no es ese día Gallicchio - dice guiñándole un ojo y pasándole un mate.

Gabriel rueda los ojos. Se limita a agradecer el mate y empieza a chupar de la bombilla. 

Una sonrisa hace presencia en la cara de Renato al verlo hacer eso. Gabriel tenía una forma de tomar mate muy peculiar. Su boca se estira en un intento de trompa, y la desliza por la gran extensión del objeto.

Un recuerdo obsceno de la boca de Gabriel haciendo algo parecido, días antes, sobre su pija, invadieron su mente.

-¡Renato!. - le grita Gabriel y lo saca automáticamente de sus pensamiento

-¿Qué pasa qué? - pregunta medio perdido, al reaccionar luego de quien sabe cuánto tiempo de estar observando a Gabriel.

-Te preguntaba cómo te fue con Valentino el otro día.  - contesta devolviéndole el mate.

-Fue raro. - agarra el objeto y le deja apoyado junto al termo en la mesa, indicando que se había acabado la ronda de mates. - Paseamos un rato. Fuimos a una cafeteria. Me contó cosas de su vida. Que vivía en Rosario, que trabajaba en una heladería reconocida, que tuvo que pedir el traslado acá. Y no sé qué mierda mas. - cuenta agarrándose de los pelo, recordando como su "hermanito" le comió la cabeza al contarle sobre su vida.

CONOCERTEWhere stories live. Discover now