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Apoyé la cabeza en la puerta de entrada de mi casa, cerré los ojos y sonreí. 

Por fin se había acabado la maldita noche.

¿Recuerdan que las gemelas querían jugar al "Concurso de Belleza"? Bien, pues fue buena idea hasta que supe que también yo debía competir, contra Louis y Felicite. Adivinen quién ganó. ¡Louis Ganó! ¿Pueden creerlo? Bueno pues Felicite y yo no podíamos. Las gemelas dijeron que ganó por tener más "actitud en la pasarela". Que estupidez. A demás, aún tenía el maquillaje por toda la cara.

-¡Juana María, él dice la verdad!- escuché a alguien decir desde la sala. Abrí los ojos-.

-¿Papá? ¿Qué estás viendo?- dije divertida observando como mi papá lloraba viendo la tele-.

-La telenovela- dijo obvio- Juana María del Carmen no le cree a Bartolomé de las Casas- dijo con un tono de voz gracioso-.

-¿Te das cuenta de que son las 2:00 AM, no?- pregunté y él asintió-.

-¿Qué te pasó en la cara?- preguntó riendo- Pareces un payaso.

-Larga historia- suspiré- Buenas noches papá- dejé un beso en su mejilla y subí las escaleras-.

Lo bueno de tener un papá como el mío es que tengo a alguien, excepto a mis amigas, que es igual de anormal que yo. Además, si papá fuese como mamá yo ya estaría en un manicomio. Aunque mamá tampoco es tan normal. 

Entré a mi cuarto y me lancé a la cama. Pocos minutos después me quedé dormida.

A la mañana siguiente desperté por el maldito sonido del despertador.

¿No que yo había lanzado el despertador contra la muralla?

Busqué el despertador aún con los ojos cerrados y cuando estaba a punto de lanzarlo por la ventana, mamá entró a mi cuarto.

-Ni se te ocurra lanzarlo, jovencita- me advirtió y lo dejé en su lugar-.

-Está bien, pero no te enojes- dije asustada-.

-Sólo date prisa- dijo en un bostezo y salió de mi cuarto-.

Me puse de pie y caminé tallando mis ojos hasta el armario. De él saqué un vaquero ajustado de color azul oscuro, una camiseta de manga larga de color gris y mis vans negras. Me vestí y maquillé. Bajé las escaleras y entré a la cocina.

-Hola cariño- dijo papá con una gran sonrisa y bostecé-.

-Hola papá- dije adormilada-.

-Wow, alguien no durmió bien- dijo sonriendo-.

-Las gemelas me dejaron muy cansada, papá- dije suspirando-.

-Bueno princesa, date prisa. Hoy te llevaré a la escuela- dijo decidido-.

-Me iré con las chicas- dije y él negó con la cabeza-.

-Llame a Sky y le dije que yo te llevaría- dijo e hice una mueca- ¿Qué? ¿No quieres que te lleve a la escuela?- preguntó y lo miré- Oh Dios- murmuró- ¡Te avergüenzas de mí!- chilló y negué con la cabeza-.

-No papá, claro que no me avergüenzo de ti- negué- Es solo que quería hablar con mis amigas, eso es todo.

-No puedo creer que te avergüences de mí- dijo aún sorprendido y rodé los ojos-.

-Papá, no me avergüenzo de ti- aseguré-.

-Pues si tanta vergüenza te doy, ve caminando a la escuela- dijo y salió de la cocina corriendo-.

Dios, que sentimental está hoy.

Suspiré y tomé mi mochila. Salí de la casa y comencé a caminar.

guerra de bandas; l.t (#GDB1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora