Capitulo XII

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Realmente no sé en qué momento comencé a ver a Sehun de una manera diferente, si cuando ambos cenábamos y platicábamos muy gustosamente en el restaurant, o cuando él me llevó a mi hogar y se despidió de mí con un beso tan tierno, cálido y sin deseo.

Esas acciones me tuvieron despierta casi toda la noche, con sonrisas tontas y a veces con angustia. Sí, me estaba enamorando de Sehun.

—______ —me habló Sehun—. Sígueme —me dijo desde la puerta del consultorio.

Me levanté de mi asiento y caminé hasta la puerta, Sehun me dejó pasar a mí primero y después salió él.

—Necesito que seas la enfermera de los bebés que están en los cuneros —me dijo con una tierna sonrisa mientras caminábamos hacia los cuneros.

Sonreí asintiendo lentamente con la cabeza, era lo que más me gustaba hacer.

—Ven —me agarró de la mano y ambos entramos a la sala en donde estaban los recién nacidos. Su acto me tomó por sorpresa, pero su tacto era suave y cálido.

Sehun me ayudó a ponerme la bata y el gorro, esto de manera obligatoria para evitar transmitirle algún virus o bacteria a los bebés. Me pareció raro, ya que Sehun nunca antes me había ayudado a vestirme.

—Te recojo en unas horas —me susurró al oído y me dio un beso en la mejilla.

Mis mejillas se sonrojaron inmediatamente y sentí como mi corazón comenzaba a bombear más rápido.

Sehun y la enfermera a la que yo estaba relevando salió de la sala y yo entré a los cuneros.

Cuidar bebés es sin duda lo más hermoso que existe en el mundo, se debe tener vocación para saber tratarlos y tocarlos, son tan frágiles que deben ser cuidados como si se estuviera cuidando lo más preciado en tu vida. Y amaba con mi vida hacer este trabajo.

Como Sehun lo dijo, él personalmente vino por mí, ya que antes solo mandaba a mi suplente y evitaba tener contacto conmigo.

—Ven, te invito a comer —me dijo Sehun cuando ambos caminábamos por el pasillo del hospital.

Le sonreí en forma de aprobación y ambos bajamos en un elevador hasta la cafetería del hospital. Unas cuantas miradas se centraron en nosotros, pero no estábamos haciendo nada que se pudiera malinterpretar o adaptar a chismes. Hasta que llegamos a una mesa y Sehun caballerosamente me abrió la silla para que yo me sentara. Eso había sido suficiente.

—Nos miran los compañeros —le susurré a Sehun cuando se sentó frente a mí.

—Lo sé —me respondió con una sonrisa—. Que se den cuenta quién es la persona que está logrando enamorar al Dr. Oh Sehun.

Mi cara no fue mas que de asombro. ¿Había escuchado bien?

ÁMAME SIN ORGULLO NI PREJUICIO Where stories live. Discover now