Capítulo 10

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Desperté en un campo, recostada a un árbol, alrededor sólo habían flores y el atardecer era hermoso. Escuché risas, risas delicadas, eran de niños.

-¡Atrápame, corre!- un pequeño de unos 10 años sale de mi derecha y se lanza a rodar por el pasto.

-¡Tampa!- río al escuchar hablar a una pequeña de unos tres años que venía detrás, su hermoso cabello castaño me hipnotiza, se mueve como si el viento fuera parte de él. Ella va a dónde está el niño y se recuesta a su lado- Amsada- dice.

-¿Estas cansada ya?- le pregunta él y ella asiente- Volvamos con mamá entonces- dice levantándose y tomándole de la mano a ella para ayudarla, los veo alejarse, no reconocí el lugar, pero transmitía una increíble paz.

Fue la primera sensación que tuve, y tranquilidad, cómo si no existiesen problemas allí.
Entonces mis latidos se aceleraron, cómo si pasara algo malo, de repente, todo se volvió negro y mi voz era inexistente, por más que intenté gritar no salía nada de mí.
Un escándalo se empezó a escuchar a lo lejos. Personas gritando, motores acelerando y un estruendoso golpe...

-¡Cuidado!- escucho a alguien gritar tras de mí, al voltear estoy en una calle y al parecer hubo un accidente, una mujer en un auto se estrelló contra un poste. Las personas se amontonan y lo único que logro ver es la placa del auto que me parece extrañamente conocida. Pero todo vuelve a ser negro.
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¡Despierta! Tú puedes.

¿Porqué es tan difícil? Siento  como si mis párpados estuvieran sellados.
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Me senté de golpe tomando una bocanada de aire, parecía que el oxígeno fuera limitado, estaba respirando agitadamente.

-Oye, Oye- me toman la mano derecha.

-Respira, trata de calmarte- reconozco esas voces... Levante los ojos, ví a Emma y a Alex en la habitación. Uno a cada lado de mi cama, me veían preocupados.

-Están aquí...- susurré sorprendida.

-Me alegro mucho de que despertaras- dice Emma y me abraza, dolió un poco porque lo hizo fuerte, pero no me quejé. De verdad la extrañaba.

-Llamaré a la enfermera, tus signos se agitaron antes que despertaras- comenta Alex.

-No- me separé de Emma- No hace falta, estoy bien, sólo... Fue un sueño extraño- sonreí y abrí mis brazos para que se acercara y así lo hizo. En esos momentos noté que no había nada más reconfortante que saber que estaban ahí, estaban allí y estaban apoyándome. Al separarse dejó un beso en mi frente, yo sonreí pero ví la sorpresa de Em.

-¿Me explicas?- pregunta, yo aclaré mi garganta.

-Emma. Te presento a Alex, mi mejor amigo. Alex, te presento a Emma, mi mejor amiga- dije señalandoles y se tomaron la mano- No seremos nada más, así que no pienses mal- le aclaré a Em, seguramente creía que él era mi novio o algo así, pero no puedo decirle tampoco que es gay porque Alex me mataría, no le gusta que las personas que no conoce sepan sus cosas. Escuchamos dos toques en la puerta y luego entró Brooke.

-Oh, miren quién ya despertó- sonríe- Puedes atender a tus visitantes entonces, tienen casi todo el día aquí- comenta.

-¿Por qué dormí tanto?- le pregunté.

-El sedante era algo fuerte, pero ya que sabemos que están despertando debo mantenerte con calmante suave para que no vuelva el dolor tan grave- asentí, definitivamente estaba de acuerdo, ese dolor, no quería repetirlo. Ella hizo todo lo que debía y se despidió saliendo de la habitación.

-¿Enserio tienen todo el día aquí?- les pregunté.

-Eso no importa- dice Alex.

-Si importaba cuando no te dejaron pasar- ríe Em y él le hace señas para que se calle, pero ella sigue- Cuando tu padre me avisó, vine inmediatamente, me dijeron que no era hora de visitas- mira a Alex, yo reí- Pero cuando dije mi nombre pasé, supongo que me dejó anotada o algo, como sea, al verte y saber que él podría estar tan angustiado como yo por no saber tu estado, lo fui a buscar- sonríe orgullosa.

-Gracias- dice Alex, ella asiente.

-Y ahora ¿Tú cómo llegaste?- achine mi mirada hacia él.

-Luego de muchas, y créeme, digo muchas, llamadas a tu celular. Un hombre me contestó, le pregunté por ti suponiendo que era tu padre y luego de amenazarme con que debía proteger tu bienestar, me dijo dónde estabas- alzó sus hombros como si fuera algo normal, Emma río y yo me disculpé. En tanto se escucha un teléfono sonar, Emma se dirige a tomar el suyo y contesta, Alex frunce el ceño dudando de todas sus acciones.

-¿No puedes esperar? Joder... Ahora sí... No, no... Yo...- me mira como si se disculpara- ¡Bien! Aunque igual no me interesa mucho- corta la llamada y suspira.

-¿Qué pasa?- pregunté, pero sólo negó con la cabeza. Abrí la boca para decir algo pero no pude, Alex alzó una ceja.

-Iré por algo a la cafetería- menciona saliendo. Em levanta su mirada y puedo notar sus ojos cristalinos.

-No tienes que preocuparte, estaré bien- digo, sospechando quién la llamó.

-Si, si me preocupo ¡A penas despertaste y ni hemos hablado!... A veces pienso que no te apoyo como debería, tú siempre me cuidas y estás para mí...- cada vez su voz se quebraba más y me partió el corazón verla así, tan frágil.

-Hey...- abrí mis brazos para que se acercara y cuando lo hizo acunó su cabeza en mi pecho y yo besé su cabello- Nunca me has abandonado, y no pienses lo contrario- suspiré- Te entiendo, sé que debes ir, y también sé que igualmente vas a estar conmigo- afirmo- Tu hermana quiere hacer que te sientas menos, sabe que no tiene más alternativa que llamarte por eso para que te vayas, siempre es lo que intenta, pero nunca lo logra, y ahora no será la excepción- la miré.

-No es mi hermana- seca sus lágrimas- ¿Puedes creer que sacó la excusa de que tengo que buscar a mamá y luego organizar las listas?- suspira, yo asiento, a estas alturas creo cualquier cosa.
Se trata de Ebery, estudia finanzas, y siempre le ah dicho a Em que soy una mala influencia y debe alejarse de mí, por suerte ella sabe que no es cierto.

-Avísame cuando llegues, por favor- le digo al ver que ya recogió sus cosas.

-Prometo que vendré en la mañana- se despide saliendo. Luego escuché el abrir de la puerta de nuevo.

-Princesa- llaman mi atención, que estaba en algún punto lejano de la ventana. Era Juan- El chico...- reí.

-Es mi amigo, confío en él, está bien- expliqué, Juan asiente.

-Peque, te...- Alex aclara su voz al ver que no estoy sola- Lamento la interrupción- aprieta su mandíbula.

-Con permiso. Me retiro- dice Juan cerrando la puerta tras de sí. Alex le mira mal.

-¿Eso es para mí?- hablé para distraerle de su batalla mental entre preguntar idioteces por celos a Juan o no.

-¡Ah! Si, por supuesto- sonríe dándome una barra de chocolate- Tuve que mentirle a la enfermera para pasarlo- advierte- ¿Qué pasó con tu amiga?- pregunta luego de destaparla y darme un trozo.

-Tuvo que irse, asuntos familiares...- negué, no quería hablarlo- ESTO ES GLORIA- exclamé al probar el chocolate.

-¿Cuándo saldrás de aquí?- pregunta riendo por mi expresión, alce mis hombros.

-Sólo espero que sea pronto, no me gusta éste encierro... Y tampoco el terrible dolor que sentí en las piernas- cerré los ojos- Fue como si algo me quemara, no lo sé- un escalofrío me recorrió al recordar aquella sensación.

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⏰ Última actualización: Aug 02, 2020 ⏰

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