Miércoles 13:40 - El otro punto de vista

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Tras leer esas palabras, Yoongi soltó un suspiro y Jimin se sonrojó. Era un tema algo complicado de conversar en aquellas circunstancias.

- Bien -Bufó el mayor-. Me da igual si crees que soy un idiota, ambos necesitamos sacar una buena nota, así que vas a tener que colaborar.

- ¿Quién dijo que yo necesito este trabajo? -Gruñó el otro. Él siempre tenía buenas notas y no quería arruinar su reputación, menos en frente de él.

- Desaprobaste este exámen, no pudiste estudiar. -Le recordó el chico pálido.

- ¿Cómo sabes eso? -Jimin no recordaba habérselo dicho. El otro chico empalideció.

- Lo habías... Mencionado antes -Contestó sin sonar convencido-. Da igual. El punto es que tenemos que hacer bien este maldito trabajo, ¿de acuerdo?

- Mañana podríamos comenzar... ¿En tu casa? -Propuso el menor dejando de lado sus diferencias. El chico pálido negó repetidas veces con la cabeza.

- ¡Ni hablar! ¡En mi casa no! -Cansado, el otro soltó un suspiro.

- ¡Bien! Mañana después de la escuela vamos a la mía -Amagó a marcharse, pero se detuvo y volteó hacia su ex-amigo otra vez para agregar:-. ¡Y más te vale que me des una maldita explicación para tu mal humor, Min Yoongi!

Tras esas palabras, el más joven se marchó. Yoongi suspiró. Las cosas se le estaban yendo de las manos. Se dirigió hacia la biblioteca, dispuesto a releer los temas para el próximo exámen. Pasó las páginas, cerró el libro, y por centésima vez notó que no recordaba nada de lo que había leído. Lo abrió de nuevo. Su cabeza estaba lejos, muy lejos, en la única persona que lograba invadirla de esa manera. Nadie más que Park Jimin.

Desde que lo conocía, lo había estado volviendo loco. Al principio era sólo atracción física, pero al comenzar a conocerlo, le pareció aún más hermoso de lo que habría podido pensar. Sus labios gruesos, su corta estatura, la forma en que sus ojos casi desaparecían cuando reía, su manera de actuar tan adorable... Todo, cada célula de su cuerpo le hacía sentir algo en su interior, que creía que nunca podría volver a sentir. Por eso debía alejarlo.

Un golpe en la mesa en la que estaba lo sorprendió. Mierda.

- Min Yoongi -Sook. ¿Qué demonios hacía Sook ahí?-. ¿Quién diría que te encontraría aquí?

- Es mi escuela, y estoy en horario de clases -Respondió el chico pálido evitando mirarlo-. Vete ahora, no puedes estar aquí.

- Entonces tú vienes conmigo -Dijo el otro intentando tomarlo de la mano, pero el mayor la alejó-. ¿Qué te pasa, cariño?

- ¿Lo dices en serio? -Yoongi sintió como su sangre hervía.

- Recuerda que nosotros... -Comenzó a excusarse.

- ¡Bien! ¿Eso quieres? -El chico habló con total indiferencia. No podía arriesgarse a que los escucharan- ¿Realmente hace falta que te aclare que no quiero volver a ver tu estúpido rostro? Lárgate. Olvida mi maldita existencia.

Sook parecía molesto, pero no dolido. Y precisamente eso fue lo que más le dolió al mayor. Que el otro no sentía absolutamente nada.

Intentó seguir estudiando, pero no hubo modo. Cerró los libros, los devolvió y se marchó.

...

Jimin se sentó en el comedor a esperar a sus amigos y a intentar calmar su ira. Se había comportado como un imbécil y lo sabía. Ahora él era el que no sabía disimular. Ya esperaba las preguntas de sus compañeros, obviamente amantes del drama. Odiaba darles de qué hablar.

Entre pasillos [Yoonmin]Where stories live. Discover now