Parte Única

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Seungcheol se preguntaba en qué mierda estaba pensando al aceptar cuidar a sus sobrinos para que sus hermanas se fueran de fiesta. Amaba a sus sobrinos, pero, en ese preciso momento, le daban ganas de meterlos en una bolsa y llevárselos a sus respectivas madres.

– ¡Auch! – Se quejó al sentir que su sobrina golpeaba su cabeza con el cepillo. – ¡Kyla! ¿Por qué me golpeas?

– No es mi culpa que te muevas tanto, ya quédate quieto, dentro de poco inicia el desfile y debes quedar her-mo-so. – mencionó la pequeña de seis años peinando, como por quinta vez, las pequeñas trenzas que había hecho en su cabello; mientras Seungkwan, se mantenía echando labial en sus mejillas y labios, también quejándose de lo mucho que se movía. Ahí Seungcheol se dio cuenta de algo muy importante.

– ¿Dónde están Vernon, Xiyeon y Chan? – preguntó de pronto, asustado, levantándose para buscar a los demás, sin notar el hecho de que sus sobrinos no se habían quejado por que se hubiera ido. Caminó hasta su habitación, dónde los encontró tratando de desbloquear su celular. Suspiró, aliviado de que no se hayan escapado o estén rompiendo sus peluches, de nuevo. – Chicos, ¿Que les he dicho de tomar mi celular sin mi permiso? – les regañó mientras desbloqueaba su celular y se los entregaba para que jugaran.

Vernon, Xiyeon y Chan bajaron la mirada, fingiendo inocencia, tratando de no soltar leves risas ante lo que tramaban hacer. Pero como siempre, Seungcheol no notó eso.

– Ahora, ustedes tres, irán a la sala a ver caricaturas mientras yo me quito todo esto. – señaló su rostro, por lo que sus sobrinos fueron casi corriendo a la sala de estar. – Dios me libre de ser padre algún día.

Mencionó mirando al techo como si le estuviera hablando a alguien, para luego, irse al baño a quitarse el maquillaje y moños que le hicieron sus sobrinos.

Seungkwan al escuchar la puerta del baño cerrándose sonrió de forma traviesa, tomando el teléfono de su tío y buscando en los contactos a la persona que tanto necesitaban en ese momento, con la mirada de sus hermanas y primos sobre él.

– Kwannie, ¿seguro que tío Cheol no vendrá en cualquier momento? Puede regañarnos si se ente...

– Le puse el labial mate de mamá, Channie, tardará como media hora en el baño. – interrumpió soltando una leve risa, para luego, hacer una expresión traviesa al encontrar el contacto que tanto había buscado, marcándolo de inmediato.

¿Hola? Cheol, ¿por qué llamas? Se supone que debes cuidar a tus sobri...

– ¡Tío Hannie! –– saludó Seungkwan (porque si, ellos le decían tío a Jeonghan) eufóricamente, para luego, poner una cara de preocupación al recordar su plan. – Tío Cheol lo necesita, es una emergencia, venga rápido.

Y antes de que Jeonghan pudiera responder Seungkwan colgó, tirando el teléfono a algún lado del sofá al escuchar los pasos de su tío. Ninguno dijo nada, todos se concentraron en fingir ver sus caricaturas, mientras que Seungcheol seguía pidiéndole al techo no ser padre algún día e intentaba aun quitarse el labial de las mejillas.

La puerta se abrió, dejando ver a un Jeonghan agitado y preocupado, causando que los cinco niños que estaban ahí salieran a esconderse en la habitación de su tío, sabiendo que les esperaría un regaño.

– ¿Jeonghan? – la voz de Seungcheol sonó preocupada, no era muy seguido el que llegara de esa forma a su apartamento. – ¿Qué sucede? ¿Qué pasa?

– ¿Estás bien? ¿Pasó algo? Seungkwannie me llamó para decirme que pasó algo muy grave y me asusté y...

Jeonghan miró a la habitación del pelinegro, deteniendo sus palabras y encontrándose con cinco cabezas asomadas por la puerta, lo cual causó que soltara una leve risa. No era la primera vez que los sobrinos de su amigo le jugaban una broma así para que fuera al departamento. Vivía en el mismo edificio, así que nunca fue un problema ir. El problema era que aún siguiera cayendo en la misma broma.

Primera Cita - JeongcheolOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz