Un Sultán a Muerto

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2 de marzo 1327 / Topkapi
Ayse caminaba tranquilamente por los pasillos del palacio.
Seguida de cuatro criadas.
La joven de solo quince años, había ganado gran poder en el consejo.
Muchos habían pedido su mano, pero el sultán Murad no encontraba a nadie lo suficiente bueno para su única hija. Además por supuesto la encontraba muy joven.
La Sultana siguió su camino hacia las puertas del palacio.
Aquel día los príncipes Cihangir, Osman y Mahmud visitarían la capital luego de regresar de una campaña con el sultan.
Habían pasado años desde su último encuentro.
Eso la hizo recordar a Ahmed, Bayacid, Fatish y Mehmet.
Sus hermanos estaban en sus respectivas provincias, ninguno pudo ir a la capital, debido a las constantes batallas con los infieles.
Dado esto Ayse tenía una gran preocupación por sus queridos hermanos.
Además de la extraña enfermedad de su padre.
Nadie podía quitar de su cabeza que lo estaban envenenando.
Hiba a mitad de camino cuando se encontró con su hermano menor.
- Hermano (Saludo con un ademán de cabeza)
- Hermana mía (Le sonrió)
Bayaceto, era un muy buen príncipe a un con su corta edad.
El le tenia un inmenso respeto a su hermana, aún con las constantes palabras que Handan Sultán le decía en contra de ella.
Y eso tenía un motivo.
La Sultana Handan tenía una interminable sed de poder que podía contrarrestar la de la propia Mahfiruce.
Por supuesto todos pensaban que era una sultana bondadosa y generosa.
Aunque Ayse nació en el palacio, aún con las grandes intrigas de este, ella surgió.
Y debido a esto ella aprendió cada paso de las víboras, después de todo si se quiere sobrevivir en su nido hay que saber su comportamiento.
- Gustas acompañarme al recibimiento? (Le pregunto Bayaceto)
Ayse asintió delicadamente.
Siguieron su camino y al llegar todas la sultana se encontraban en una fila.
Encabezada por la sultana Hatice y terminada con Halime Hatun.
Además de Yavuz que se encontrá aún lado de su madre la sultana Mahidevran.
Bayaceto se puso aún lado de la sultana Handan.
Ayse se dirigió al lado de Hatice.
Quedando entre ella y Raziye seguida por Mahfiruce y Meleksima.
- ATENCIÓN! SU MAJESTAD SULTAN MURAD KHAN Y NUESTROS PRINCIPES CIHANGIR, OSMAN Y MAHMUD (Anuncio el agha)
Todos hicieron reverencia.
Para luego el sultán pasar por cada una.
El sultán tenía una cara demacrada que mostraba un gran cansancio.
Murad miró a su hija y le sonrió.
- Mi luz en la oscuridad, mi vida. Mi sol y luna este día se a iluminado con vuestra presencia (Saludo a la sultana Ayse)
- Padre mío es un gran placer tenerlo de vuelta (Sonrió feliz)
Murad sonrió, pero luego sintió una punzada, hizo una pequeña mueca que solo Ayse noto.
Murad siguio la fila, sonriendo a sus esposa e fovoritas y saludando a sus dos hijos.
Los príncipes que llegaban siguieron el ejemplo de su padre.
Saludaron, aunque se detuvieron con su hermana y sus respectivas madres.
Unos minutos después todos se precentaron a una gran fiesta.
Pero cuendo el banquete estaba a la mitad, el sultán tomo su copa y la bebió, de inmediato cayó desmayado.
Los guardias lo llevaron a sus aposentos de inmediato, segundos después llegaron los doctores.
Que lo estudiaron a el y a el contenido del vaso.
Una hora después salieron.
Sus caras estaban pálidas.
- Como esta? (Preguntó Hatice)
- Mi Sultana, su majestad fue envenenado. No pudimos sacar el veneno, le quedan minutos de vida (Comunicó)
Ayse callo de rodillas, sus criadas y Osman la asujetaron.
Lo que nadie notó fue la sonrisa de una sultana.
- Podemos entrar a verlo? (Preguntó Hafsa)
- Los siento el no quiere ver a ninguna sultana, el quiere ver solo a su hija (Dijo lentamente)
Ayse se tapó la boca ahogando un sollozo y asintió.
Mientras las sultanas se extrañaron.
Aunque no fue mucha la sorpresa, todos sabían que el sultán no les tenía mucho aprecio a sus esposas, solo a su hija.
- Iré (Dijo llorando)
Las sultanas la miraron sorprendidas.
Ayse adoraba a su padre sería muy duro.
- Yo la acompañaré (Comunico Osman)
El anciano doctor asintió complacido.
Al entrar los doctores y enfermeras se movían de un lugar a otro.
Al verlo en esa cama, algo en Ayse se rompió.
Murad la miró a los ojos y sonrío.
Ella se acercó y tomo su mano.
- Padre (Dijo sollozando)
Osman puso una mano en su hombro.
- Mi hija, mi niña querida (Dijo con dificultad)
- Porque te vas, me dejaras sola (Dijo destrosada)
- No lo áre, tenés a tus hermanos, a Osman, a Ahmed. Y a todos los demás. Yo sé que ellos te cuidarán hija mía (Le dedicó una cálida sonrisa)
- Pero tu no estaras (Le reprochó)
- Te estaré cuidando, junto a Ala. Pero Ayse debes saber al... tsk tsk tsk (Le hablo y estornudo)
Una enfermera le dió de beber un brebaje.
- No hables padre (Le dijo Osman)
- No. Mi luz debes saber que si en algún momento estás al filo del abismo por Cihagir. O si él no es un buen monarca Tsk tsk debes tsk ir al palacio de Sokullo alï pąsa el te dará una carta que cambiará el destino del imperio (Dijo difícilmente)
Ayse y Osman lo miraron impresionados.
- Padre (Llamo Osman)
El Sultán lo miro y luego a su hija y sonrío con suavidad.
- Estaré por fin junto a mi adorada hermana y madre (Dijo suavemente)
El sultán cerro sus ojos.
Ese fue el último suspiro del gran Sultán Murad Khan “El Conquistador Cruel”.
Mi nombre es Murad Suleiman Khan. Hijo de la gran sultana Ayse y del Sultán Mustafa Bayacid Khan “El Loco”.
Ví como mi propio padre asesino a mi madre y hermana.
Mi corazón se endureció, solo mi amada hija iluminó mi sendero.
Soy Murad, un sultán que destruyó a sus enemigos pero no vio a los que crecían a su lado.
Deje a mi más preciado tesoro en un mundo lleno de maldad.
Soy Murad “El cruel conquistador”
Un grito desgarrador se escucho por todo el palacio.
Ayse callo al suelo mientras movia a su padre.
Su padre aquel al que imagino indestructible. Aquel rey que se sentaba en su trono y la miraba mientras sonreía.
Aquel que besaba su cabeza y la salvaba en juegos.
- NO! DESPIERTA PADRE. DESPIERTA! (Gritaba desgarradoramente)
Osman retuvo sus lágrimas y abrazo a su hermana.
- Tranquila (Le susurró)
Pero la sultana seguía gritando de dolor.
Pero de un minuto a otro su llanto se detuvo.
Salió de los aposentos del sultán.
Se paró ante la multitud de criadas y sultanas.
- GUARDIAS! (Llamo gritando)
- Si sultana (Hisieron una reverencia)
- BUSCA A TODOS LOS MEDICOS QUE REVISARON AL SULTAN DURANTE LOS ULTIMOS CINCO MESES. TORTURENLOS HASTA HACERLOS DECIR LA VERDAD. QUIEN LES PAGO PARA HACER ESTO! SI NO HABLAN MATE LOS (Ordenó)
Los guardias hicieron una reverencia y salieron rápidamente.
- EL SULTÁN A MUERTO (Comunico Osman)
Los guardias de inmediato fueron a dar la noticia al pueblo.
Ayse miró a su hermano Cihangir. Y lo estudio.
- Debes traer a tu esposa y concubinas, como dicta la tradición, las favoritas y sultanas de mi padre a excepción de mí, y de Ayse deben ser exiliadas al antiguo palacio y los príncipes asesinados (Dijo maligna mente Raziye)
Ayse la miró con furia, ella protegeria a su hermanos sin importar que.
- ESO DICTA. LA TRADICION O QUE LOS PRINCIPES SEAN ENCERRADOS EN LOS KAFES (Grito furiosa Ayse)
Raziye la miró con superioridad por haberla sacado de quisio.
Cihangir miraba a las dos mujeres más importantes en su vida, además de su esposa.
- Y los hijos de Osman? (Preguntó Mahfiruce)
Si los mataban sus planes estarían arruinados.
Las demás sultanas estaban temblando por el destino de sus hijos.
Incluso Halime que le tenía cariño a Ahmed.
Hatice quería a todos los príncipes así que sus nervios era demasiados.
Osman se puso palido a la mension de sus hijos
- Ellos son bebés, y yo los puedo cuidar (Dijo Ayse)
- Eso no podrá ser, todos sabemos que tú, tienes influencia política que nos puede perjudicar (Dijo Razille molesta)
Ayse se sorprendió pero sabía que los secretos en el palacio no duraban.
- Entonces que sean desterrados a el antiguo palacio junto con sus madres y cuando cumplan catorce sean encerrados en los kafes (Intervino Cihangir)
Los príncipes bajaron la mirada, ellos sabían que si no los encerraban morirían.
Aunque debían ser cuidadosos, ya que si mataban a alguno nadie lo sabría.
- QUE CADA PRIVINCIA SEA INFORMADA DE LA MUERTE DE EL SULTÁN, Y QUE LOS PRINCIPES NO SERAN ASESINADOS (Ordenó el Cihangir)
Poco sabía que el echo de que Ayse haya sido quien logró que no matasen a sus hermanos se sabría en todo el imperio.
Raziye sonrió pensando en matarlos, pero como siempre Ayse destruyó sus planes.
Lo que nadie sabía era que está Era seria recordada como la del sultán Cihangir “El Destronado” o “El Manipulado”
Mi nombre es Ayse en este día me quitaron a mi padre.
En este dia mi corazón eligió proteger a mis hermanos sin importar que.
Aun cuando deba enfrentar a mi propio hermano.
Y entrar al mismísimo infierno.

La Sultana del ImperioWhere stories live. Discover now