Capítulo 20

253 17 2
                                    

(Este capítulo contiene escenas explícitas. Es tu responsabilidad si lo lees.)

No sabia que decir o que hacer, luego del accidente, está sería mi primer momento íntimo con Ruggero, nuestros labios se unieron con deseo, el beso es salvaje, él muerde mi lengua y yo su labio inferior. Sus caricias comenzaron a surgir, solo me dejaba llevar, dejó de besarme para besar mi cuello, la piel se me erizaba al sentir el contacto de sus labios sobre mi cuello. Sus manos que estaban en mis caderas se deslizaron suavemente hasta llegar a acariciar descaradamente mi trasero, que automáticamente tomo con mas fuerza, apretándome más a él, haciéndome sentir su erección.

Esta tan duro, que me hace gemir al sentirlo rozar mi zona.

Mi falda ya está en mi cadera.

Sus manos se aferran a mis pechos,  todo mi cuerpo se estremeció, mi clítoris agradeció el rose continuó que comenzó, Rugge.

No quería que parara, me encantaba. Quiero más de él, necesito sentir sus labios en mi cuello, sus labios en mi pecho y su miembro dentro de mi ya.

Rugge me agarro y me cargó, recostando mi espalda contra la fria pared, envuelvo mis piernas alrededor de él, para hacerlo más fácil, sus pantalones que hace instantes tenía puestos ahora están en el piso.

Y entró en mi sin previo aviso.

—Ahhh— gemí.

Sus embestidas no cesaban, adentro, afuera, adentro, afuera, así de rápido estaba su ritmo.

¡Esto es el jodido paraíso!

Él me besaba intentando ocultar mis gemidos, cada vez lo hacia más rápido causándome un placentero y delicioso orgasmo.

—¡Ruggero!— gemí al sentir mis paredes contraerse, había alcanzado el clímax.

—¡Karol!— gimió él, alcanzando el clímax.

Descansamos un poco y luego arreglamos nuestra vestimenta cuando estábamos por salir, él me detiene.

—Te amo— me dice mirándome directo a los ojos, mi mirada cae al suelo, no puedo resistir a esos ojos mieles por mucho tiempo.

Una sonrisa se coloca en mis labios, se siente tan bien que te diga eso y más si proviene de la persona que amas.

Él toma mi mano y deposita un beso sobre ella, haciéndome sentir ternura ante su gesto.

—Me encanto lo que hicimos, eres increíble, hermosa.

—Te amo mucho— le digo con sinceridad, él sonríe.

Tomándome de la mano estamos por salir, pero me detengo al instante cuando escucho una tercera voz.

—¿Qué pasa?— pregunta confundido.

—¿Qué no escuchas?— le digo, él niega —Shhh— coloco mi índice sobre mis labios indicándole silencio.

Ruggero se percata de que hay alguien más cuando escuchamos pasos.

¡Oh no! Nos van a descubrir.

Qué no sea la directora, por favor que no sea ella.

—¡Oh Dios mío! Nos van a expulsar.— le digo nerviosa.

La puerta se abre despacio, Ruggero y yo nos miramos asustados.

Estamos totalmente perdidos.

La puerta se abre por completo dejándonos ver a...

—¡¿AGUSTÍN?!— Ruggero y yo hablamos al unísono.

NO ES UN RECUERDO, ES AMOR ©Where stories live. Discover now