Capítulo 1.

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Un ruido, mejor dicho un pitido continuo me saca de mis sueños, el despertador. Mi madre no entiende el por qué de que me despierte las dos últimas semanas de verano a las siete y media de la mañana, pero es simple, tengo que acostumbrarme de nuevo al horario de mi esperado invierno. La mañana es calida y el aire pegajoso, como lo más normal en agosto. Me levanto como puedo, desayuno y me visto con mi ropa de correr. Como cada mañana. 

Cascos, música y reloj en mano. Amo el momento en que salgo a correr, me sumerjo en mis pensamientos mientras hago algo de provecho. Mientras que doy grandes zancadas con mis largas piernas, las cuales odio (al igual que esta rídicula ciudad, Amsterdan, muy bonita en fotos, pero dieciséis años se hacen largos), pienso en todo lo que me rodea, en mi vida. Entre pensamiento y pensamiento llego a una fuente que hay en la plaza que jugaba cuando era pequeña, me mojo la cara y vuelvo a emprender el paso camino a casa.

-Ya estoy en casa. - digo chillando para que mis padres se despierten.

Entro al baño para darme una ducha, dejo que el agua corra por mi piel, que el pelo mojado me caiga en la espalda, hasta que mi madre aporrea la puerta gritando que llevo allí dentro más de una hora, pero no hago caso, acabo de aclararme el pelo y salgo. Mientras me visto me miro al espejo, ahora que me doy cuenta el pelo me ha crecido mucho, pero ya no tiene ese brillo que tenía antes, al igual que yo, ha oscurecido, se ha apagado. Salgo de la ducha camino a mi habitación. Encima de mi cama está mi móvil con una lucecita indicándome que tengo un mensaje, miro y así es.

"Lizz, cuando vengas de correr, llámame, te quiere la mejor. xx Susan."

Susan era mi mejor amiga, pero no entiendo porqué, ella es todo lo contrario a mi, ella es cálida. No dudo en llamarla.

-Lizz, ¿como estás? - dice muy contenta.

-Bien, ¿y tu? - le respondo sin muchas ganas.

-Bien, me alegro por ti. 

-Gracias -. no se porque nunca me sale ese simple "y yo", pero ella está acostumbrada. - ¿qué querías?

-Ayer fui a la playa, como ya sabes -. sí, lo sabía, porque me dijo de ir pero no quise, como las muchas veces que lo hace .- y bueno, conocí a tres chicos encantadores, y hoy me han invitado al cine, y como mejor amiga que eres tienes que venir conmigo.

-Pero sabes que no me gustan estas cosas Susan, y menos con chicos que no conozco.

-Lizz, en algún momento se te tendrá que ir el mido.

-No tengo mi... - me corta.

-Esta tarde a las siete y media te pasamos a buscar. Besos. - y cuelga.

Odio que me meta en estos compromisos, sabe que no me gusta salir con gente, simplemente no me gusta. Y menos presentarme a gente que no conozco. Pero bueno, lo haré por ella. 

¿Qué estoy haciendo? Aún puedo llamarla y decirle que me he puesto mala como siempre... pero sigo vistiéndome, unos leggins, una camiseta básica negra y unas convers rojas. Simple. 

Mi madre se acerca por detrás.

-¿Por qué no sonríes un poco, hija? - suelta así sin más, me giro y le sonrío. - Mejor. Susan está en la puerta con unos chicos, no me habías dicho que iban chicos.

-¿Chicos? ¿En serio? No me había dicho nada -. miento para que no me suelte el rollo de "cuidado con lo que haces".

Bajo las escaleras corriendo, abro la puerta y ahí están Susan y tres chicos, ella me da un abrazo, y se lo devuelvo sin ganas, cierro la puerta detrás de mi. 

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⏰ Última actualización: Sep 05, 2014 ⏰

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