006/kaita

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—¿Sabes? Imaginé a Uruha desnudo y ahora estoy excitado... —mencionó un Reita levemente borracho, disfrutando de aquella imagen que aparecía en su mente, llevando inconscientemente su mano hacia su entrepierna, acariciando ésta con una sonrisa.

—¡Akira! ¡No te toques frente a mí! —gritó Kai, corriendo hacia el sofá donde estaba reita para así sacarle la mano de allí. Tomó un vaso con agua que había sobre la mesa, tirándoselo en la cara para que esté reaccionara—. Maldito pervertido...

—¡Mierda Kai! ¿Qué te pasa? —se quejó algo molesto, dando por terminada aquella fantasía—. Ahora me quedaré caliente por tu culpa, qué mal amigo eres. —se cruzó de brazos, apartando la vista del menor.

—¿De verdad crees eso? Me dueles, Aki. —fingió estar ofendido antes las palabras ajenas, acercándose más al mayor para tomarlo del mentón, obligándolo a mirarle—. Puedo demostrarte lo buen amigo que soy... Ayudándote con esto. —llevó una mano a la entrepierna ajena, dándole un buen apretón.

—¿Q-qué carajos? ¿Estás loco Tanabe? —preguntó confundido, intentando sacar la mano ajena de aquella zona, consiguiendo que Kai lo agarrara con más fuerza, robándole un suspiro—. Somos amigos, no jodas.

—Shh, no digas nada. —murmuró con una sonrisa traviesa mientras se sentaba sobre el regazo del mayor, abrazándolo por el cuello—. ¿Acaso no conoces a los amigos con derechos? Se tocan, se besan y follan, como si fueran pareja... ¿No te atrae la idea? —se acercó a su oído, disfrutando lo último para luego morder su lóbulo.

—¿Y-yo te gusto Kai? ¿Por eso quieres hacer esto? Sabes que me gusta Uruha... —mencionó ya algo nervioso debido a la situación, intentando quitarse el baterista de encima.

—Tranquilo, no me gustas. —comentó intentando calmar al mayor, a la vez que restregaba su trasero contra la erección ajena para ver si comenzaba a ceder ante él—. Pero me calientas tanto, Akira. Necesito que me folles... ¿Acaso no te gustaría hacerlo?

—¿Follarte...? —lo pensó por un momento: tenía que aceptar que Kai era bastante atractivo y ahora mismo necesitaba ayuda con su erección.

Sin decir algo más, se dejó llevar por las acciones ajenas y atacó los labios del menor, besándolos con desesperación mientras rodeaba su cintura con sus brazos.

Kai sonrió satisfactorio, al fin conseguiría que el dios griego de Akira se lo follase: quizás sería la última y única vez que le pasaría, así que aprovecharía aquella oportunidad al máximo.

—Muy bien... Déjate llevar, bebé. —Kai bajó sus besos por el cuello del mayor, levantando la camiseta de este para poder seguir con su recorrido a través del pecho y abdomen de este—. Akira... ¿Puedo chupártela? —preguntó travieso mientras desabrochaba el pantalón ajeno.

—Claro que sí cariño... Porque
para eso están los amigos con derechos, ¿verdad? —el rubio sonrió ladino, acariciando los cabellos del castaño—.

—Tienes razón, Aki-chan. —soltó una pequeña risita, levantándose por un momento para dejar un corto beso en los labios del rubio, volviendo a agacharse para remontar su tarea con la erección de su nuevo amigo con derechos.

love week ⸙ the gazette.Where stories live. Discover now