81 (Narra Carlos)

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Lo primero que hicimos fue dejar nuestras cosas en el hotel y luego salimos a dar una vuelta.
Como era de noche, decidimos ir a cenar.
Fuimos a un restaurante y nos dimos cuenta de lo barato que allí se comía.
Hablamos de temas triviales, pero lo que más comentamos era lo guay que era estar allí sin que nadie nos reconociese.
Ese era el principal motivo por el cual había escogido ese destino, aunque también era un lugar precioso.

Luego salimos a dar una vuelta, había un pequeño río allí, así que, decidimos dar un pequeño paseo en barco. 
No pude evitar fijarme como el pelo de Julia ondeaba a medida que el barco iba aumentando su velocidad. Era la mujer más bella del mundo.

- ¿Qué me miras? -preguntó al ver que no podía quitarle ojo.

- Lo guapa que eres.- respondí.

Contemplé como se sonrojaba mientras me sonreía de oreja a oreja.

Me recliné un poco para tocar el agua del río con mis manos. Estaba realmente fría.

Luego, me acerqué a ella para besarla.
Le aparté el pelo con la mano que no tenía mojada y acaricié su labio con la que sí lo estaba.

- Qué frío Carlos.-susurró y nos fundimos en un beso.

Un beso, en el que el contraste del calor de nuestros labios y el frío del agua -que había cogido antes- hacían una combinación realmente espectacular.

El barco frenó y nos dejó en una calle que, sorprendentemente, quedaba bastante cerca del hotel, así que, decidimos acabar el día e ir a nuestra habitación.

Al llegar, cogimos nuestros pijamas para disponernos a dormir; aunque, yo iba a dormir sin camiseta, pues, allí hacía un calor sofocante.

- ¿Y si te pongo una mascarilla?- preguntó Julia mientras sacaba cosas de su maleta.

Me senté en cama mientras ella me aplicaba la mascarilla, estaba fría, y de algún modo, me bajaba el calor corporal que tenía.
Luego, se puso ella una.

- Qué feo estás.- me dijo al acabar de ponérsela.

- Pues anda que tú.- le responí agarrándola para hacerle cosquillas.

La tiré en la cama y empecé a hacérselas.

- Para Carlos, ¡qué lo mancho todo!- me indicó al ver que su cara casi tocaba el edredón.

Le hice caso y frené.
Se levantó y me miró a los ojos tentadoramete para luego besarme.

- Te quiero, locuela.- le dije.

- Y yo a ti Carlos Right.- respondió burlándose de mi nombre.

La casualidad, JulrightWhere stories live. Discover now