Not him || KiriBaku

N O T

— Soy gay.

— Está bien.

— ¿Qué? ¿Es todo lo que vas a decirme?

— Claro, ¿qué más?—Kirishima ladeó un poco su cabeza en confusión antes de alzar sus cejas y abrir su boca como si algo se hubiera iluminado en su cabeza.— ¡Cierto! ¡Tengo que decirte que te apoyo completamente, bro! ¡Siempre vas a ser mi mejor amigo! ¡Y que vengaré a quien te haga daño!

Tomo le miraba con el ceño fruncido, como si no acabara de entender lo que le estaba diciendo y soltó un suspiro, acomodándose en su asiento. Ambos estaban frente a frente en el patio de una cafetería que estaba adornada de forma navideña ya que la festividad estaba cerca, por no decir que estaba a la vuelta de la esquina.

Ambos amigos se habían tenido que tomar el tiempo de sus respectivas escuelas para poder reunirse después de estar meses sin verse y sólo comunicarse con mensajes en sus tiempos libres o fines de semana. Y aprovecharon justamente cuando Kirishima tenía unos días libres por las fiestas para hacerlo.

— ¿No te molesta?

— ¿Por qué lo haría? Eres mi mejor amigo, ¡te apoyaré en todo!

— ¿Tampoco me vas a decir algo como "no te enamores de mí" o "todo bien pero no me toques"?

El pelirrojo frunció su ceño ante sus palabras y las respectivas comillas, volviéndose serio de repente.

— Bro, si alguna vez alguien te dice eso yo mismo voy a encargarme de golpearlos, ¡sacar esas conclusiones homofóbicas no es varonil!

— De saber que esa iba a ser tu reacción te lo habría dicho antes.—Comentó Tomo en un tono divertido.— Pero, gracias, por no juzgarme.

— ¡Jamás lo haría!

Mientras continuaban con su conversación, Kirishima lo único que podía pensar era en no te juzgo, yo también me enamoré de un hombre, pero el hecho de decirlo en voz alta era algo que simplemente le atemorizaba. No tenía esa valentía que tenía su mejor amigo para decirlo con total orgullo.

Después de estar todo un año en la clase 1-A se había logrado hacer amigo de prácticamente todos algo que no tenía planeado, e incluso si tenía su pequeño grupo aparte, tenía buena comunicación con la mayoría si comparaba con años anteriores. Nadie sabía de su sexualidad, seguramente suponían que era heterosexual ya que nunca dio indicios de lo contrario, además de que nunca le había gustado nadie así que lo asumía también.

Hubiera seguido de aquella manera de no ser por la mera existencia de Katsuki Bakugo.

Está bien, tenía que admitir que la primera vez que lo vio pensó que era un loco psicópata, pero siempre lo encontró guapo. Encontrar a otro hombre guapo no te hacía gay, era tener buena vista. Sin embargo, poco a poco iban pasando los días, y cada vez se estaba convenciendo de que Bakugo era más que sólo una cara bonita y un sexy cuerpo.

Era sumamente inteligente, más allá de sus notas siempre le salía con algún tipo de comentario intelectual incluso cuando estaban comiendo. Los gustos que tenía eran ciertamente parecidos a los suyos, eso había logrado que se fuesen acercando en demasía ya que había una clase de excusa para pasar tiempo juntos. Era atento, a su manera, pero lo era y con todos, además de que a pesar de que no lo intentara, tenía un humor bastante asombroso, siempre que Kirishima estaba cerca suyo había una sonrisa en su rostro que tarde o temprano dejaba salir una sonora carcajada.

Y lo que en un inicio confundió como admiración prontamente se convirtió en algo más. En la manera en cómo le esperaba fuera de la habitación de los dormitorios para caminar juntos. En la forma que le daba pequeñas sonrisas que no le daba a nadie más. O como el hecho de que finalmente habían llegado a tal confianza que le había dado permiso para llamarse por los primeros nombres.