My King's Harem [2JAE]

Capítulo 8🌙

—¿Jinyoung?—

—Su Majestad. Ha pasado mucho tiempo—

—Me disculpo por ello—

—Está bien. Oí decir que Youngjae está embarazado. Felicidades, Su Majestad, ahora tiene a su heredero—

—Gracias, Jinyoung. Siempre puedo contar con tu gentileza—

—Si me permite el atrevimiento, Su Majestad, ¿por qué está aquí hoy?—

—¿No puedo visitarte?—

—Su corazón no ha estado conmigo desde que Youngjae llegó—

—Parece que la honestidad de Youngjae está alcanzando a todos a mi alrededor —dijo irónicamente Jaebum

—Así que esa es la verdad —murmuró Jinyoung tristemente

Jaebum se acercó y tomó al hombre más pequeño entre sus brazos —Lo siento, Jinyoung

—He extrañado su contacto —Jinyoung inhaló el perfume de Jaebum, mientras lo apretaba con fuerza. Unos momentos después, se alejó—. Dígame Su Majestad, ¿por qué está realmente aquí?—

—Gracias, Jinyoung —dijo Jaebum

—¿No va a quedarse a pasar la noche? —preguntó melancólicamente.

—Yo… —Jaebum se quedó sin palabras.

Jinyoung suspiró —Está bien, Su Majestad. Comprendo—

—De nuevo gracias... por todo —Jaebum hizo una pausa—. Si no fueses parte de mi Harén, ¿dónde estarías?—

Jinyoung pareció sorprendido antes de responder —No sé, Su Majestad, nunca he pensado en ello—

—Ya veo. Bien, te doy las buenas noches, mi hermoso Jinyoung —Jaebum lo abrazó mientras besaba su mejilla antes de dirigirse hacia la puerta.

—¡Majestad! —llamó Jinyoung

Jaebum se volvió —¿Sí?

—No he oído nada, pero eso no significa que todo esté bien. Por favor, dígale a Youngjae que sea cuidadoso. No me cuentan todo—

—¿Por qué no se lo dices tú mismo?—

—Hay un límite para mi gentileza, Su Majestad —dijo Jinyoung con una sonrisa irónica.

—Entiendo. Gracias, Jinyoung—

—Esta es la tercera vez que me agradece hoy —dijo con amargura

—Quiero decirlo a cada momento

—Sé que es así —respondió Jinyoung en voz baja.

Jaebum oyó cerrarse la puerta, mientras caminaba por el pasillo.

La seguridad de que Jinyoung no sabía nada, no lo alivió, no podía bajar la guardia. La vida de Youngjae y su hijo estaban en juego y él los protegería con todo lo que tenía

Entró en la habitación que ambos compartían y lo vio acostado de lado. No quería más que rodear con sus brazos a Youngjae y abrazarlo. Aproximándose a la cama se arrodilló para observar su rostro relajado por el sueño.

—¿Estás mirándome otra vez?—

La risa de Jaebum aumentó su volumen —¿Estás despierto?—

Youngjae abrió los ojos, su sonrisa se reflejaba en su mirada desmintiendo su tono de reproche —Es difícil dormir con alguien observándote. Asusta—

—¿Sí? —Jaebum se levantó para sentarse en la cama, su mano acarició la mejilla del otro hombre— ¿Por qué no estás dormido, bebé?—

—Porque no estabas aquí —respondió Youngjae

Podía ver la tristeza en los ojos de Youngjae antes que intentara esconderla, dejando su rostro en blanco.

—Vengo de la habitación de Jinyoung —dijo Jaebum abruptamente.

—Oh —los ojos de Youngjae se abrieron antes de que los cerrara. Incluso en la oscuridad, Jaebum podía ver las lágrimas en sus pestañas.

—No dormí con él, Youngjae—

—¿Qué? —Youngjae abrió los ojos.

—Sé que quieres que sea justo con los demás. De manera tal que pueda asegurarme un heredero si tú embarazo no llega a término. Sí, Yugyeom me dijo, porque tú no lo harías—

—Yo... —

—No he terminado, déjame hablar —Jaebum hizo una pausa y al ver el asentimiento de Youngjae continuó—. Lo intenté… intenté dormir con mis concubinos, pero después de la última vez cuando casi grité tu nombre mientras me aliviaba en otros brazos, me di cuenta que no podía continuar. Entendí entonces, que no deseo un heredero, Youngjae. Yo sólo te quiero a ti y a nadie más. La última vez que me acosté con otro fue hace dos meses. Pídeme cualquier cosa, Youngjae, pero no me empujes hacia otra persona. Tú estás esperando a mi hijo y no tengo necesidad de nadie más —Jaebum acarició el vientre redondeado de Youngjae amorosamente.

—Yo… te amo Jaebum—

—Lo sé, Youngjae. Lo sé. Yo también te amo, pero ya lo sabes—

—Sí, lo sé—

—Así que dime, ¿cómo te fue en la Corte hoy? —preguntó Youngjae—. Ya que no me permites acompañarte a las sesiones.

—¿Todavía te quejas por eso?—

—Estoy aburrido hasta la muerte, Jaebum. Me prohibiste un montón de cosas—

—Eso es porque me preocupo—

—Lo sé. Y por eso te escucho —dijo Youngjae antes de sonreír— casi
siempre. Cuéntame cómo están los reinos y si mis sugerencias fueron consideradas—

🌙
—Ya no puedo abotonarme los pantalones. Estoy sólo de tres meses, ¿Yugyeom?—

—¿Tal vez debamos llamar al sastre en breve para tomarle nuevas medidas?—

—Probablemente. Mi vientre crece día a día—

—Tengo que confesar que, para estar de tres meses, su vientre es más grande que lo habitual—

—Hmmm, ¿podría ser porque soy un hombre?—

—O porque está comiendo más ahora —bromeó Yugyeom

—¿Estás insinuando que estoy gordo? —rió Youngjae

—Claro que no, Mi Señor. No me atrevería—

—Hablando sobre eso, mi comida está tardando más de lo normal hoy—

—¿Quizás porque pidió tarta de cereza por la mañana?—

—No soy yo quién quiere —Youngjae apuntó hacia su estómago.

—Echándole la culpa a nuestro hijo, ¿Youngjae? —Jaebum se deslizó detrás de él y lo abrazó, descansando sus manos sobre el vientre ligeramente distendido.

—¡Jaebum! —gritó alegre, cruzando sus manos sobre las más grandes de Jaebum

—Me retiro con su permiso, Majestad, Mi Señor —Yugyeom les sonrió a ambos hombres antes de salir, quienes habían olvidado que aún estaba en la habitación con ellos, su partida pasó inadvertida

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