14 de febrero

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Me levanté entusiasmada, mucho mas, que de costumbre. me bañe y vesti para la ocasión, hoy era un dia especial y no podía negarme más, a lo que mi corazón sentía por Garu.

Bueno, se que siempre le he demostrado lo que siento por él, pero hoy, será diferente. Le are un regalo para celebrar el día de los enamorados y, también le pediré en una nota, que sea mi novio...

Pucca dio pequeños, saltitos de felicidad ante la idea, así que sin más recogió su cabello, en sus dos redondos y característicos chongos.

bajó corriendo las escaleras del restaurante, entrando así, apresuradamente por las puertas de la cocina, siendo de inmediato, recibida por sus tíos.

-Buenos días pequeña- dijo Ho, acercándose a ella, seguido de lingüini y dumpling.

Pucca aun con su cara de felicidad, recibió gustosa, el abrazo de sus tres tíos, después de que el abrazo terminara, la azabache busco los ingredientes en la gran alacena de sus tíos. Se hizo de unos Cuántos moldes, unas dullas y absolutamente, todo lo necesario, para transmitir su amor, en lo que iba a preparar.

Después de tener todos y cada uno de los ingredientes a su disposición, prosiguió a seguir los pasos de su recetario, un libro un tanto viejo con una pasta gruesa roja, muy desgastada, según sus tíos, eran las recetas originales de su madre.

Una hora después y ya con todo perfectamente preparado, envolvió pequeños chocolates uno por uno con papeles de colores brillantes dependiendo del sabor, los de almendra eras amarillos, los de cereza rojos y los de chocolate amargo estaban envueltos en papel China de color morado. Después de envolverlos rápidamente, los metió en una caja en forma de corazón, que sus tíos le habían conseguido, cosa que por su parte, la puso aún más feliz y ya que todo estaba listo, ahora solo tenía que buscar a su enamorado, chico de coletas. Garu

Salió rápidamente del restaurantey una vez llegó a la plaza central de la aldea, observó a las parejas muy felices caminando y tomadas de la mano, entre aquellas parejas, se encontraba su querida amiga Ching, con su novio Abyo, muy acaramelados tomados de la mano, protagonizando una escena, un tanto cómica, pues la gallina de su amiga, estallaba en celos y comenzaba a picotear al cabeza hueca que tenía de novio su dueña. Acción que provocó risitas por parte de pucca y miradas extrañada de los curiosos.

El centro de la aldea de sooga estaba completamente adornado, se podían ver los corazones Colgando de los marcos de las puertas, de algunos locales, los globos de helio que adornaban cada rincón, asi como los puestos de los helados. no había rincón en toda la Aldea, que no estuviese debida y completamente adornado, con los colores típicos de la época, los rojos intensos y degradados, intercalados con colores rosas y blancos.

Camino a las afueras de la aldea, hasta que se encontró al chico que estaba buscando.
Garu como siempre, estaba sentado, meditando fuera de su casa, con su gato negro, arriba de su cabeza.

sin pensarlo dos veces, pucca se abalanzó sobre él, haciendo que el gato, saltará espantado y se fuera del lugar, dejando así a su dueño completamente molesto, pues le había enterrado las garras.

Algo en el chico de coletas estalló internamente, porque sinceramente, ya no aguantaba esa situación, siempre era lo mismo, siempre El golpe, siempre el beso robado, siempre, siempre, siempre, una rutina de acosado y acosadora, que realmente ya lo había cansado...

Cuando Pucca se quitó completamente de encima de él y él se levantó libremente. ella extendió su mano dándole la caja con los chocolates y la nota, el chico bufo en molestia, mientras desempolvaba su ropa con ambas manos, hasta que algo realmente sorprendente sucedió.

-escucha bien Pucca,- las palabras del chico sonaban frias -porque es la última vez que lo diré- pucca asintió extrañada --me acabas de llevar a romper, mi voto de silencio- Garu suspiro pesado -quiero que entiendas, que no quiero nada contigo, jamás me gustaste, jamás me gustó nada de ti o de lo que haces...- pucca tragó grueso ocacionado por las palabras que salían de voca de Garu -- Ódiame si quieres, pero necesito que entiendas, que lo que tú sientes por mí, sólo ha sido una obsesión, algo enfermizo, siempre me molestó que lo hicieras, Pero por cortesía no decía nada y, Ese fue mi error, haber permitido que la situación llegara hasta este punto y que hicieras lo que quisieras conmigo, pero ya no, ya no más-- la frustración se apoderó de él --maldición Pucca, ya no eres una niña y tienes que entenderlo!!- grito

La Azabache sintió como si un balde de agua fría cayera sobre ella, jamás imagino, que todos estos años, lo que ella creía hacer por amor, fuera una molestia para el chico que le gustaba, aquello parecía más una pesadilla, de esas de las que quieres despertar inmediatamente, pero no puedes, porque un plomo, o algo realmente pesado esta sobre ti y te lo impide.

Por desgracia para la azabache, esto no era una pesadilla, era su realidad una dura y cruel realidad, sin más rompió a llorar, mientras él se alejaba y de la misma forma, sus piernas comenzaron a correr por sí solas, internándose mas en el bosque, no corrió hacia la aldea, quería desaparecer en ese instante, no deseaba, que absolutamente nadie la viera con aquel dolor en su pecho y ese su amargo sufrimiento que entintaba sus ojos y mejillas de un leve color rojo.

Se adentro lo más que pudo en el bosque de bambú, hasta que cesó completamente sus pasos, cerró sus ojos, permitiendole a sus oídos concentrarse, escuchó el aire moverse a su alrededor, la suave brisa tocar su piel y al aspirar profundo, se dio cuenta de que en verdad no deceava seguir ahí, cada parte del Bosque le traía recuerdos nuevos, lo que hacía que sus lágrimas se incrementarán.

De nuevo y con más prisa que antes, comenzó a correr, no miro hacia atrás, sólo se limitó a correr sin un rumbo fijo, sus lágrimas seguían callando con agonia, nublando su vista de repente.

Sin notarlo pucca chocó, de bruces con algo aparentemente duro.....

Mi villano favoritoWhere stories live. Discover now