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【𝐄𝐥 𝐟𝐞𝐬𝐭𝐢𝐯𝐚𝐥 𝐝𝐞𝐩𝐨𝐫𝐭𝐢𝐯𝐨】
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"Para poder ver el arcoíris, primero debes soportar la lluvia"
– David Cegla
Nanami caminaba rumbo al estadio donde sería el encuentro donde ella participaría. Pensar que no estaba nerviosa era una mentira, cuando llego pudo escuchar a la multitud feliz por la siguiente batalla. La persona con la que tenía que pelear ya estaba ahí, regalando una de sus mejores sonrisas, la peliblanca le regreso el mismo gesto tranquilamente, no la tenía fácil ya que apenas había pasado la primera ronda y la segunda dudaba que ganaría, ya que Nejire Hadou era su segundo enfrentamiento en el festival de deportes.
Pero no debía ser negativa, debía esforzarse al menos en esta batalla para demostrar que no era una débil como su padre le recuerda cuando tiene la oportunidad.
Debido a que nació con un quirk opuesto a su padre al igual que el de su madre, fue la más rechazada entre sus hermanos y nunca le dio una oportunidad de demostrar que tenía potencia cuando era niña, pero no sabia si sentir alivio por tener ese quirk o maldecir a su suerte.
-Y ahora en el segundo encuentro tenemos a dos de la clase B, Nejire Hadou contra Todoroki Nanami. ¡¿Están listos?!.- gritaban el locutor de tercer año.
-¡Estoy lista!, vamos a dar nuestros esfuerzos Nanami-chan!.-Nejire le mostraba una sonrisa , confiada de sus habilidades y de lo que podría producir esta futura batalla . A Veces era curiosa pero era fuerte.
-No perderé.-Respondió mostrando una sonrisa. Solo esperaba aguantar los ataques de Nejire, eran mortales para su punto de vista y si no pensaba con claridad cómo esquivar, terminaría por ser derribada en un par de segundos.
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Veía como la mujer de avanzada edad le daba un beso en su mejilla, después de esa acción sentía que sus golpes desaparecían y empezará a sentirse cansada. Miró su alrededor y observo que no era la única en la enfermería ya que había un chico de cabellera verde rizada en un estado no muy agradable y se escuchaba los quejidos del pobre chico. Nanami miro con ternura al pobre chico, se preguntaba qué le había sucedido para llegar a ese extremo. Recovery Girl le regaló una paletita para subirle la energía un poco y la miró con una agradable sonrisa.
