Jin había sido el mejor de su generación, ahora manejaba las finanzas de una importante empresa aunque tuviera menos de un año de haber terminado sus estudios.
Hoseok por otro lado había conseguido una beca en Estados Unidos, a pesar del tiempo en ese país su pronunciación no era muy buena, con su acento todo sonaba gracioso pero nadie podía negar su agilidad con los números o su forma de hablar tan elocuente.
Había ganado muchas competiciones de atletismo, le gustaba correr, despejada sus pensamientos. Su mente seguía haciéndolo pensar que Jin estaría al otro lado de la meta.
—A lo mejor es por que soy feo —decía mirándose en el espejo.
Toco cada facción de su rostro, se miro detenidamente, su lunar en el labio era muy lindo. Su nariz podía ser generador de envidias y su sonrisa le gustaba tanto.
—Pero que digo soy muy guapo —ladeo la cabeza.
Algo paso por su mente, ¿Que tal si Seokjin había conseguido una pareja? No iba a estar soltero por siempre ¿O si?
Debía ser tiempo, seguramente, Hoseok tenía que empezar a ser dependiente: estudiar por si mismo, trabajar por si mismo, superarse y ser mejor para su propio futuro. Para sorprenderse de cuan audaz puede ser y no sorprender a los demás.
Incluso término la universidad con honores, siendo aún un novato le habían ofrecido en Corea ser parte de la bolsa de valores como aprendiz para después ser ascendido en un puesto importante cuando estuviera listo, a lo mejor y se convertirá en el tesorero del Estado o algo así se imaginaba.
Su mente estaba centrada, despejada, él iba a ser un hombre realmente grande, podría comprarle una mejor casa a sus padres o renovar la que ya tenían, su hermana al fin tendría el coche de sus sueños y sus sobrinos todos los dulces del mundo. Aunque después de tales ideas se dio cuenta que le era difícil no pensar en los demás, pero al menos ahora sólo se concentraba en su familia, como debió ser en un principio.
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