Única

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Louis brincaba sobre la punta de sus pies, sus brazos arqueandose, al ritmo de la música, estiró una de sus cortas piernas sobre un tubo, estirandola, dejando su demás cuerpo hacia atrás.

El dueño de la Academia miraba lo delicado que era el chico castaño con sus pasos, lo suave que era su figura y lo malditamente bien que se veía en mallas y ese enorme tutú.

— Lo estas haciendo muy bien.—felicito desde su posición, contra una pared y sus brazos cruzados sobre su pecho. El joven se volteó avergonzado.

— Muchas gracias, Señor. — agradeció humildemente al dueño de la maravillosa Academia a la cual le había costado tanto entrar.

El más grande extendió una sonrisa por su rostro al ver un lindo color rojizo decorar las mejillas de Louis.

— Será mejor que me vaya, para que puedas seguir practicando. — hablo con suavidad mirando por última vez la silueta del más pequeño para girar sobre sus talones.

— ¡Espere! —chillo Louis, haciendo que el hombre se volteara hacia él con curiosidad, sus mejillas ardieron por lo que estaba pensando en pedir.

El moreno lo miro, esperando a que hablará, Louis trago saliva un poco avergonzado, mordió su labio y bajo la mirada. —¿U-usted podría ayudarme con un paso?

Se asombro al escuchar la pregunta salir de los labios de su estudiante pero asintió acercándose a él. Louis tembló al tenerlo tan cerca.

—¿Cuál es?

—Adagio*

El mayor asintió, Louis se acomodó delante de él, poniendo su pie derecho en punta contra el suelo, estiró su pierna izquierda hacia atrás y sus brazos en el mismo orden extendidos. Su postura un poco chueca.

—Sólo tienes que tirar tu espalda un poco hacia atrás. —comenzó a hablar, su mano posicionandose en la cintura de Louis. Jalo un poco del cuerpo curvilineo, colocandolo en la postura correcta. —Perfecto.

El menor sonrió ampliamente viéndose en el espejo, bajo su pierna, perdiendo un poco el equilibrio. Su cuerpo cayó contra el ajeno. El hombre lo atrapó contra su abdomen, evitando que cayera.

—Lo siento, Zayn. — tartamudeo, apartandose rapidamente. —Digo, Señor.

Malik jadeo, sin notar el cambio de llamado. Tenía que salir de allí. Sentía como su pantalón apretaba furiosamente y sabía por qué, en realidad, por quién.

—N-no te preocupes, ya me retiro. — hablo con rapidez intentando salir del gran salón de su Academia.

Los grandes ojos azules miraron la erección de su profesor y cómo este caminaba con rapidez fuera del salón.

—¡Señor! — lo llamo, Zayn jadeo, parando de caminar sin voltear al chico. —U-usted me ayudo con el paso, y-yo puedo ayudarle con eso. — solto con dulzura en su voz.

El hombre tembló a tal ofrenda. Trago saliva, sabía que esto estaba mal, él era su estudiante, no podía abusar de su autoridad pero, el chico se estaba ofreciendo.

— Y-yo puedo, s-si usted quiere. — volvió a hablar la voz chillona retumbando en el salón.

Malik se volteó hacia él, dejándose llevar. Su estudiante miraba sus zapatillas de ballet mientras jugaba con sus manos nervioso.  Malik lo tomó por la nuca sorprendiendolo.

— ¿Estas seguro de esto? — pregunto agitado mirando los labios de Louis, sólo esperando un "si" salir de ellos.

En cambio asintió. El hombre gruño.

Ballet | Zouis.Where stories live. Discover now