Que hermosos son los sabados

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Era una mañana hermosa, con un sol brillante, un cielo despejado y un viento agradable. Se escuchaban las aves cantar y algunos perros ladrar, a lo lejos se escuchaba a niños jugar. Si, la mañana se veía agradable y traía expectativas para ser un gran día.

Aunque fuera una hermosa mañana la sopresa era que Livier seguia dormida, mientras Amy y los niños estaban despiertos jugando en el patio trasero.

Había sido una noche mágica para Livier, se divirtió con un chico que jamás había visto en su vida, bebió bastante y aprendió bastante en la reunión de Sarah .Livier estaba más que nada muy atraida de ese chico que salió de quién sabe dónde para divertirse.

Eran aproximadamente las 8 de la mañana. Amy se había levantado a las 6 de la mañana y dió paso a hacer las actividades matutinas que le corresponden a Livier; Cambiarle el pañal a Mario, Darle su biberón, y limpiar la casa en general. Al parecer Amy entendía que Livier estaba cansada por estar a altas horas de la noche fuera, no era un problema para ella ya que al fin de cuentas le pagaban.

Amy de inmediato después de hacer las labores decidió llevarse a los niños al patio y hacer algunos juegos para distraerlos con el propósito de que Livier descansará en paz.

Pasaron un par de horas y Livier despierta. Sentía dolor de cabeza horrible y tenía algunos mareos, así que fue directo al baño. Duró unos 20 minutos en los cuales vómito un poco y orino bastante, mientras se quejaba por el dolor de cabeza. Se había excedido con el alcohol y eso que ella no aguantaba tanto.

Salió del baño y con sorpresa no encontró a nadie en la cocina, fue al cuarto de Mario y Elliot y no encontró a nadie. Ya con un poco de pánico salió al patio trasero con la esperanza de que ahí estuvieran.
Por fin vio a los niños y a Amy.

Los niños estaban corriendo uno tras el otro con nada menos que con su pañal y tenis. Amy estaba en una de las sillas para tomar el sol mientras leía un libro con ropa comoda. Livier estaba sorprendida, no por el hecho de que anduvieran en pañales nada más sino porque estaban jugando en el patio, jamás había podido lograr sacarlos al aire fresco.

Livier se acerca a donde estaba Amy...

Livier: Buenos días Amy.

Amy: Ahh Hola! Que bueno que despertaste!

Livier: Lo mismo digo jaja.

Amy: Jajaja si. Pero no te preocupes supe que estuviste con un chico anoche.

Livier: Así? Como lo sabes?

Amy: Sarah me dijo. Hablo temprano.

Livier: Ohhh. Oye y cómo te fue con los muchachos anoche?

Amy: De maravilla! En serio! De inmediato nos llevamos bien. Mario tiene mucho en común conmigo y Elliot es súper divertido!. Realmente fue más como estar en una pijamada que estar trabajando! Fue super!

Livier: Wowww! Y se notan contentos! Parece que hubieran comido bastante azúcar!

Amy: Nop. Solo les dije que si jugaban un rato afuera los llevaríamos a desayunar al lugar que deseaban. Aunque si no quieres, está bien.

Livier: Amm no no! Es una excelente idea. No sé me había ocurrido maldita sea!, llevo mucho tiempo tratando de que jueguen afuera. Gracias, eso creo jajaja.

Amy: Pues no hay de que! Hoy el clima es fenomenal.

Livier: Ahh si? Me gustaría disfrutarlo mejor pero este dolor de cabeza me mata.

Amy: Quieres una Aspirina o algo?

Livier: Amm no gracias solo debo desayunar y talvez tomar un café negro y pesado

Mario Y Su Increible Y Soñada VidaWhere stories live. Discover now