Capítulo 12: Malos presagios.

41 4 3
                                    


  Hay un dicho que dice, "combate fuego con fuego" pero a la vez hay otro que dice "si juegas con fuego te quemas", y la situación actual es el epíteto de ambos dichos.

  Moira estaba empuñando la espada de Crota, un arma de la colmena y la más temida por los guardianes, y ahora Icaro, Zaya y Hawk junto a Moira quienes no formaron parte de la campaña de la luna eran testigos del poder que la colmena uso contra los guardianes en el pasado, la espada destrozaba a diestra y siniestra a la colmena en manos de Moira mientras que sus compañeros le brindaban fuego de apoyo desde atrás. Ellos habían sido rodeados por una enorme legión de engendros de la colmena, pero ahora con la espada de Crota los estaban diezmando tan rápido como llegaron, pero los cuatro tenían el mismo ominoso presentimiento, esto no es todo, manteniendo esa ansiedad los cuatro continuaron combatiendo a la colmena.

  Mientras los guardianes seguían en el cruento combate, entre los horribles gritos de la colmena, se pudieron escuchar gritos, no, rugidos diferentes a todo lo que habían escuchado hasta ahora. Estos rugidos eran mucho más poderosos que incluso de los ogros, junto a los gritos desde el agua negra del pozo de la sala emergieron caballeros, pero estos eran muy diferentes, su coraza era mucho más elaborada y adornada que la de cualquier otro caballero que hayan visto y de un color granate opaco, sus tres ojos brillaban verde pálido como si fueran tres estrellas en la oscuridad pero lo peor, eran las espadas en sus manos, era iguales a la espada que llevaba Moira en sus aunque el aura y la sensación que las rodea es un poco mas tenue pero su número es preocupante.

  -¡Esos deben ser los Príncipes del Enjambre!- Grito Zaya mientras combatía contra un grupo de lacayos.

  -¡Concuerdan con los datos que tenemos! ¡¡Moira eres la única que puede enfrentarlos ahora, nosotros mantendremos ocupados a los demás restos de la colmena!!- Exclamó Icaro mientras lanzaba granadas solares y golpeaba con calcinación.

  Moira no dijo nada y se lanzó hacia los nuevos caballeros sin miedo, al mismo tiempo los caballero respondieron y lanzaron sus espadas hacia ella. Los cazadores y el hechicero estaban respondiendo bien al gran número de huesos andantes, mientras la titan armada con la brutal espada inició el combate con los caballeros. Moira combatía bien con la espada, sus movimientos eran brutos sin duda y totalmente faltos de experiencia pero ese estilo era perfecto para enfrentar a los caballeros pero Moira llevó su combate más lejos al combinarlo con sus habilidades con la luz, sus granadas de vacío y sus puñetazos envueltos en luz violeta estaban socavando a los caballeros y con los poderosos golpes de la espada Moira pudo acabar con dos de los cinco caballeros.

  -Estos tipos son rudos- Dijo Moira en voz baja mientras jadeaba bajo el casco. Los caballeros intentaron rodearla pero más granadas de luz se lanzaron a los caballeros, solares y de rayos, Icaro y Zaya le estaban dando apoyo mientras combaten y Hawk les cubre las espaldas. A pesar de ser una escuadra hace solo un par de semanas los cuatro han ganado una gran coordinación y sentido de apoyo, pero el desgaste y la poca resistencia que queda está comenzado a afectar a los cuatro, el arma en manos de Icaro temblaba y se sentía como si su peso se hubiera triplicado y el pesado aire solo hacia que jadeara con más fuerza en busca de oxígeno, habían estado combatiendo sin descanso por bastante tiempo. Con mucho esfuerzo y recibiendo bastantes heridas Moira pudo derrotar a dos caballeros más, pero el último se mantiene firme, Hawk y Zaya habían gastado demasiadas municiones y combaten puramente con sus cuchillos y artes marciales para ahorrar balas mientras Icaro intentaba apoyar a Moira.

  -Mierda... ¿Sera que todo acaba aquí?- Dijo Hawk entre jadeos mientras combate.

  -¿Te estas rindiendo tan fácil?- Preguntó Zaya entre jadeos para molestarlo, ambos estaban peleando espalda con espalda y estaban totalmente cubiertos por la ceniza de la colmena. Quedaban a lo mucho unos treinta engendros pero en el estado agotado en el que se encuentran, los treinta que no deberían ser un problema se veían como un inmenso ejercito.

Destiny: Una Luz en la  OscuridadWhere stories live. Discover now