4. And you have always been the only one I wanted

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Era una cálida tarde de primavera cuando Caroline sintió necesario salir a despejar su mente y que mejor que llevando a su mejor amiga canina a un paseo por el parque. La verdad que la cotidianeidad la estaba matando, necesitaba que algo divertido y excitante sucediera en su vida, y si, llevar a pasear a Minnie su perrita de tres años rescatada no iba a traerle nada nuevo, pero por lo menos la sensación de estar desperdiciando su día desaparecía un poco.

Caroline llevaba los tres últimos años de su vida soltera, ¿y cómo alguien podría culparla? Si su última relación se había ido por el drenaje, su ex Tyler no conforme con engañarla con una sola chica, lo hizo con dos, y al mismo tiempo. Todavía le cuesta sacar esa imagen de su cabeza, el imbécil envuelto en las largas piernas de ambas jóvenes con cara de modelos, diaj. Desde ahí que su elección en hombres fue de mal en peor, cada cita que había tenido resultó un fracaso. Como olvidar el tipo que solo hablaba de él y su increíble trabajo, y los beneficios que Caroline podría tener si salía con él, o peor aún el que pensó que insinuándole un precio en efectivo iba a poder acostarse con ella. La verdad, estaba cansada.

Tomo su bolso, le puso la correa a Minnie y finalmente salió decidida a caminar por las bellas calles de Chicago. El parque para perro estaba a un par de cuadras de su edificio, pensaba dar un par de vueltas, dejar que Minnie socializara con otros perritos, y ya de camino a casa pasar por una pastelería y comprar una rebanada de pastel de chocolate como premio de consolación por todo lo que le había estado sucediendo.

Ya en el parque y con su plan en curso, Caroline decidió soltar la correa de Minnie, ya habían caminado bastante y pensó que su perrita estaba lo suficiente cansada para no irse muy lejos de ella. Permaneció de pie cerca por si tenía que salir a buscarla, y se tomó un tiempo para poder observar el lugar. Realmente amaba la primavera, el brillo del sol no tan fuerte como en verano, y los colores lindos que le brindaban las flores y los árboles. Tomo una foto y se la mandó por mensaje a Bonnie, su mejor amiga, que en este momento estaba del otro lado del mundo y no podía verlo. La extrañaba, al igual que a Stefan, y Elena, hasta tal vez un poco a Damon, por suerte faltaba poco para su fin de semana juntos, donde cada uno volvía a su ciudad natal para recordar los tiempos de preparatoria.

Estaba guardando su celular en su bolso, cuando de reojo vio como un gigante perro negro se acercaba corriendo muy rápido hacia donde estaba Minnie. En cuestión de segundos Caroline alcanzó a tomar a su perrita en brazos para que el enorme perro no pudiera hacerle nada. Por supuesto que la suerte no estaba de su lado, y el enorme perro termino empujándola haciendo que cayera al suelo sentada y con Minnie en sus brazos.

Con uno de sus brazos sostenía a su cachorra mientras que con el otro intentaba evitar que el perro dejara de querer lamerla. Pudo escuchar como una voz se acercaba gritando más fuerte en busca de su perro, hasta que el dueño de tan linda voz se posiciono a su lado.

—Oh amor, por favor disculpa, Dexter se escapó y no pude detenerlo. —el joven estiro su brazo para ayudar a Caroline a ponerse de pie.

Ella tomó su mano solo porque realmente necesitaba su ayuda, estaba adolorida y con Minnie en sus brazos era difícil ponerse de pie. Realmente no dejaba de sorprenderse con las cosas que le pasaban. Se dio cuenta que había varias personas estaban mirando la vergonzosa escena y sus mejillas se tornaron de un fuerte rosa.

—No puedo creerlo, tu enorme bestia casi nos mata. —no pudo evitar lanzarle una mirada de odio y aunque él era totalmente encantador y atractivo, y sobre todo sexy, no iba a dejar pasar este embarazoso accidente.

—Su nombre es Dexter y no es nada parecido a una bestia amor —dijo de manera burlona— seguro solo quería ser amable con esta pequeña —estiro su mano hasta la cabeza de Minnie para poder acariciarla, quien con gusto recibió sus caricias con mucha gracia, raro en ella teniendo en cuenta que odiaba a todo el mundo.

—Si claro, debería ser considerado un intento de homicidio, y tendría que levantar un cargo en tu contra y en contra de tu perro —Caroline miró un poco su ropa y la encontró llena de tierra y pasto. Soltó un fuerte resoplido y no pudo evitar mirar mal al sujeto con lindo acento— ya sé que eres un desconocido pero puedo confiar en que sostengas a mi perra mientras intento arreglar mi ropa ¿no? No puedo caminar hasta mi casa así.

—Tranquila amor, mi nombre es Niklaus, pero prefiero sólo Klaus, déjame ayudarte –dijo sujetando a la pequeña cachorra debajo de uno de sus brazos, mientras sostenía la correa de Dexter con su otra mano.

Caroline se detuvo un momento para respirar y calmarse un poco, sacudió y estiró su ropa, y cuando notó que ya estaba relativamente presentable se tomó un momento para poder peinar sus largos rizos dorados. Se sintió un poco observada por Klaus pero no le molestó en nada, el enojo ya había bajado un poco y pudo contemplar con detalle su aspecto físico, y realmente era demasiado apuesto sin contar que tenía como extra un acento encantador.

Miró a Dexter que intentaba esconderse detrás de Klaus, mientras este último seguía acariciando a Minnie, el enorme perro ahora realmente lucía inofensivo, y bastante juguetón por lo que decidió acercarse e intentar acariciarlo. Dexter respondió de una manera agradable y hasta forzó a que Caroline siguiera acariciándolo. La rubia no pudo contener una carcajada al ver la conducta del animal.

—Bueno tengo que admitir que este chico tiene su encanto— ella se agachó hasta la altura del perro y comenzó a acariciar con ambas manos—tu eres un buen chico, si, eres un buen chico.

Klaus no pudo evitar sonreír mientras observaba la escena, había quedado deslumbrado por la actitud y la belleza de la rubia con ojos preciosos, si esto salía bien y aceptaba tener una cita con él definitivamente le compraría un enorme hueso a Dexter como recompensa.

—No quiero ser yo quien arruine su diversión pero creo que a esta pequeña no le agrada nada compartir. —dijo mientras sostenía a Minnie quien empezaba a gruñir.

Caroline acaparó a Minnie entre sus brazos, y dejo un pequeño beso sobre su cabeza luego de colocar bien su collar y correa.

—Por cierto, ni creas que olvidé el accidente, definitivamente comprobé que la culpa no fue de Dexter y si tuya por no cuidar su seguridad ni la de los demás. —Miró de manera acusadora a Klaus mientras este le dio como respuesta una mirada divertida. Luego de unos segundos Caroline estiró su mano y dijo. —Por cierto, mi nombre es Caroline.

Klaus tomó la mano de Caroline y en lugar de darle un apretón de manos, llevó su mano hasta sus labios dejado un beso sobre ella— mucho gusto amor, si me dejas recompensarte por la caída y el disgusto de la pequeña, me gustaría invitarte un café, o tal vez una cena.

Caroline no pudo evitar sonrojarse por el gesto que Klaus tuvo con ella. Sus amigas nunca iban a dejar de molestarla si no aceptaba la propuesta, y ella misma no podía dejarla ir si pasaba el noventa por ciento de su día quejándose de su mala fortuna y vida rutinaria.

—Café si, si viene acompañado de una gran porción de pastel de chocolate, y la cena ya veremos—Caroline bajó a Minnie y le lanzó una gran sonrisa a Klaus.

—Claro, conozco un lugar donde hacen el mejor pastel de chocolate y aceptan mascotas.— Klaus sujetó con firmeza la correa de Dexter, y colocó su mano libre en la cintura de Caroline para poder guiarla hasta su próximo destino.

Klaroline stories (one shots)Where stories live. Discover now