Oneshot

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Aclaraciones: Los personajes son propiedad de Kohei Horikoshi y los art a sus autores correspondiente (Si alguien los conoce inserte comentario aquí)

Aprovecho la oportunidad de que estaba inspirada haciendo portadas para dejar esta cosita que también estaba comenzando a acumular polvo.


~~~~~~*~~~~~~


El trino de los pájaros informaba el comienzo de un nuevo día. Gruño molesto pensando que la noche había sido demasiado corta para su bienestar, dormir un par de horas más no le haría mal a nadie, por ello volteo a un costado estirando sus brazos hasta alcanzar ese suave ser que le hacía falta entre ellos, pero muy a su pesar lo único que encontró fue un cuerpo cubierto de escamas.


—Malditas lagartijas ¿Cuantas veces debo decirles que mi habitación no es parte de su propiedad? — Intentó empujar fuera de la cama al susodicho, pero a cambio recibió un lastimero quejido — ¡No vengas con estupideces maldito bicho! — Reclamo incorporándose de mala gana retirando las cobijas de forma brusca, sabía que esto iba a conllevar un regaño por parte de su pareja pero eso no le importaba en lo más mínimo.


Estaba harto de que esos escamosos engendros se escaparan a la menor oportunidad dentro de sus aposentos interrumpiendo su privacidad con su pareja, esto sin tomar en cuenta el hecho de lo destructivo que podían llegar a ser, habiendo salvado un sin fin de ocasiones su biblioteca debido a que los malditos les encantaba escalar dejando marcas de garras en todo el inmueble, su propia cama tenía dos de sus patas quemadas gracias a los pequeños que no eran capaz de estornudar sin mantener sus flamas a raya, pero lo que le hizo lanzar más improperios de los acostumbrados y eso es decir mucho fue cuando unos de esos benditos animales casi destruyó su amada capa roja, siendo su pareja el único ser vivo sobre la faz de la tierra quien logró detener la masacre, además de que se dio cuenta que con la orilla rasgada tenía un aspecto más salvaje... O al menos eso fue lo que le dio a demostrar su amado pelirrojo.


— ¡Te levantas ahora o lo lamen... ta... ras...— Sus palabras fueron perdiendo fuerza al ver que el único ser que se encontraba a su lado era su pareja que lo miraba con unos grandes y suplicantes ojitos ámbar — ¿Que estás haciendo así? — Cuestionó alzando una ceja bastante extrañado al ver cómo el pelirrojo estaba en su forma original, aunque convenientemente más pequeño — ¿Qué esperas para cambiar? — El dragón escarlata soltó un quejido bajando la mirada moviendo su cabeza de forma negativa.


Supo de inmediato que algo no iba bien, Eijiro era un juguetón sin remedio pero jamás desobedecía una orden, por ello y sin nada más en mente se levantó de forma apresurada. Debía hablar con la única persona que era capaz de aclarar sus dudas.


— ¿Qué estás haciendo? — Cuestiono terminando de poner sus botas y ver como el dragón se enroscaba sobre su cuerpo cerrando los ojos, era obvio que no lo acompañaría.


~*~


— ¿Me estás diciendo que Eijiro no quiere cambiar de forma? — Comentó un joven azabache rascando su mentón mientras pasaba las hojas de su libro buscando alguna respuesta.

—Más que no querer cambiar es que no puede.

— ¿No recuerdas alguna cosa que pueda servir de algo?

¿Que es lo que quiere mi Dragón?Where stories live. Discover now