A salvo

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Lucy Himstrale.

Estoy a unas cuadras de la paz y tranquilidad que tanto eh pedido a gritos.

Llego al parque en el que nos quedamos de ver, busco una banca pues todavía es un poco temprano.

—¿Dany? —pregunto al ver a un chico que pasa por aquí.

—¿Lucy? —Responde el, obviando a mi pregunta, es Dany, el chico del que me enamore perdidamente así sin la necesidad de vernos o estar físicamente cerca.

—Eres más hermosa que en las fotos, te quiero tanto, y prometo que ahora en adelante todo será diferente para ti.

—Yo también te quiero Dany.

Nos abrazamos y me ayuda con una pequeña maleta, en la que empaque un poco de ropa y papales importantes.

Vamos hacia su carro, jamás me hubiera imaginado que hasta carro tenga Dani.

Después de unos minutos llegamos a una enorme casa en la que nos bajamos, ay varias personas esperándonos en la puerta de la casa.

—Es ella mi nueva posesión —Dice dirigiéndose a uno de los hombres que están esperándonos.

Odie lo que dijo, como que su posesión, ¿eso soy para él?

¿En dónde me fui a meter?

Y de pronto dos hombres se acercan a mi, y con tal brusquedad me agarran de los brazos.

Pánico total, ¿A dónde me llevan?

—¡Dani! —Le grito desesperadamente—. ¿De que va todo esto? ¡Diles que me suelten!

—Ya lo sabrás ahora llévenla con las demás

—¡¿Con las demás?! —Lloro desoladamente, tratando de zafarme.

Me tienen tan bien agarrada que solo mal gastos mis fuerzas al querer librarme de su agarre.

Dany se ha largado entrando a su casa, dejándome en el patio con estos hombres que me tienen agarrada de las manos.

Ellos me llevan hacia una puerta que esta al costado de otras dos puertas, solo que esta no es como las otras dos, esta es más vieja y es de madera usada a diferencia de las otras que son de madera fina.

Me dejen sola en una habitación demasiado pequeña, que además apesta horrible.

Todo era una puta mentira.

Y caí de nuevo como una estúpida.

Lloro desoladamente.

Oigo unos pasos llegar hacia donde me encerraron.

—Hola Lucy Hismtrale.

—¿Dany? —Me parece que es la voz de Lucy pero me cuesta reconocerlo por el mareo que aun siento por el golpe no me deja concéntrame como debe de ser.

—Sí, soy yo.

—¿Por qué me haces esto, creí en tu como una tonta, te aprovechaste de mi dolor.

—Créeme que lo siento —Lo dice sin un atisbe de sentirse así.

—Te creo una mierda hijo de puta

—Tranquila que es mi trabajo, en una hora será tu primer trabajo, así que tranquila y obedece.

—¿Trabajo?

–Ya te lo imaginaras, eres realmente bella y muchos hombres darían lo que fuera por tener a alguien como tu, calentando su cama.

No, no, esto no puede estar pasándome, lloro nuevamente.

—¡Por favor no me hagas esto, te lo suplico déjame ir, por favor!

Se va dejándome sola con esta angustia.

Alguien más llega a mí.

Esta vez es una mujer, trae un maletín y una bolsa de platico negra.

—Si que eres hermosa, a lo siento, soy Yudi y vine a arreglarte, deja de llorar por favor si no a las dos nos va a ir muy mal.

Yo sabiendo el peligro que corro si no obedezco dejo de llorar.

Judi saca un banquillo donde deja el maletín busca otro banquillo para que yo me siente y comience con su trabajo.

Me cuesta no llorar, no puedo creer en manos de quien eh caído.

Me pone sobre el rostro cuanto maquillaje tiene en su maletín.

Eh de parecerme toda una puta.

En cuanto termina saca de la bolsa negra un vestido blanco, es demasiado corto y con un tremendo escote en la espalda.

Me lo pongo y no puedo evitar sentir asco y mucho miedo por lo que me pueda pasar.

Un hombre llega corriendo a donde me trajeron.

—¡Vamos no ay tiempo que perder!

—¿Qué pasa? —Pregunta Judi.

—Hubo un problema pero de todos modos ella ya está vendida, y debemos llevarla con el cliente —Dios hablan de mí.

Trato de correr ahora que el hombre dejo abierta la puerta pero me detiene agarrándome de la cintura y cargándome como vil costal viejo.

Grito lo mas fuerte posible, me tapa la boca con su mano para que deje de gritar, es ahora o nunca muerdo su mano que tiene tapada mi boca logro que ahogue un grito de dolor y le pataleo lo más fuerte que puedo, gracias a los tacones que Judi me dio logro inmovilizarlo y me desahogo de él.

Gracias a lo que sea que esté pasando no hay nadie cuidando las demás puertas, Judi no hace nada para detenerme, también quiere huir, vamos juntas hacia la salida.

A fuera se oyen muchos disparos, así que decido quedarme atrás de la puerta en la que estaba anteriormente.

Gracias a Dios si me salvare.

Pronto el tiroteo termina y salgo de ahí.

No sé en qué momento comencé a llorar.

Una agente me lleva hacia una de las patrullas y me da una manta para cubrirme.


Infiltración Perfecta (#Locura y Justicia 2)Место, где живут истории. Откройте их для себя