Espiral (fanfic Raura)

Capítulo 27: Before the storm

Las últimas hojas del otoño se fueron a finales de octubre, y ahora a mitad de noviembre la lluvia caía a cantaros. No pasaria mucho antes de que comenzara a nevar y los escaparates se llenaran de adornos navideños y juguetes para los niños.

Habían pasado dos meses y las cosas iban sorprendentemente bien. El caracter de Laura seguía siendo algo agresivo pero en este tiempo habia aprendido a controlarlo un poco. Al menos ya era un poco menos grosera. En poco menos de dos semanas era su cumpleaños, y yo estaba planeando algo muy especial para ella; aunque también era especial para mi, porque estaba seguro que hace mucho ella no estaba así de... feliz. Y aunque Laura se riera de mi y dijera que soy un romantico sin remedio, sabía que muy en el fondo ella también moría de emoción.

La que sí era una romantica sin remedio era Maia; acudí con ella para preguntarle qué podía sorprender a Laura. Finalmente terminé planeando una cena romántica en un hotel frente a la playa.

Me iba bien en DamelDesign; el proyecto de las casas antiguas había sido un éxito, y el arquitecto Damiano nos delegó dos proyectos más, además de ofrecernos un jugoso contrato. Aunque aún estábamos de pasantía, el señor Marano y los accionistas decían que Amber y yo éramos el equipo perfecto, así que nos hicieron firmar, con la condición de que debíamos graduarnos. No podíamos dejar la escuela sólo porque teníamos un trabajo seguro.

No habíamos vuelto a saber nada de David, pero Andrew que había contado en secreto que su hermano le había comentado que cada vez se estaba metiendo en más y más situaciones peligrosas.

Finalmente, aún no lograba que Laura y yo fuéramos a cenar a casa de sus padres, y tanto Damiano como Ellen -que últimamente hablaban mucho conmigo por teléfono- presionaban cada día más y más. Así que esta noche, mientras comíamos patatas fritas en la sala de su departamento y veíamos Chucky el muñeco diabólico, volvería a tocar el tema.

–De verdad que, más que miedo, esta película me hace mucha gracia–dijo ella atacada de la risa.

–Debo admitir que durante algún tiempo Riker me asustaba con el muñeco–admití –pero ahora que lo veo, yo también rio a carcajadas.

–Yo jamás tuve miedo de él; más bien yo asustaba a Vanessa por las noches con historias de miedo. Una vez la asusté tanto que aunque nuestra niñero dejó la luz del cuarto encendida, tuvo que ir a dormir con mis padres. Eso hizo que me regañaran bastante.

–Así que ya no la asustaste, ¿no?

–No, ya no–suspiró–pero ahora que vivimos juntas, a veces se lo recuerdo un poco–sonrió.

–Eres terrible–contesté fingiendo pena.

–Lo sé, pero no puedo hacer nada con ello–dijo riendo.

–Y hablando de tus padres...

–Por favor, dime que no volverás a intentar que vaya a cenar con ellos. Por favor–dijo haciendo puchero.

–Bueno, si, me descubriste. Pero no es eso, bueno si, pero no. ¿Me explico?

–En realidad no–volvió a reír.

–Bueno, soy el "pasante con contrato" estrella de DamelDesign, y el señor Marano ha dicho que quiere conocerme un poco más y eso, pensé que tal vez podrías acompañarme...

–Oh Ross, ¿crees que el que yo vaya contigo te ayudará a caerle mejor a mi padre?–asentí y ella rodó los ojos.– Él te tiene en un pedestal; bueno, a ti y a Amber. Estoy segura que el que acudas conmigo sólo empeorara las cosas. Además, esto me suena más como una excusa elaborada para obligarme a que vaya.