Capítulo 34 (mini maratón 1/2)

717 126 25
                                    

POV DAKOTA

El click que emite la cerradura de la puerta al cerrarse a mi espalda me obliga a levantar la vista para ver a mi hermano.

Las palabras de Jamie antes de entrar me sacaron un poco de onda. ¿Por qué voy a necesitar mi violencia con Jesse? ¿Tiene que ver con el motivo de su ausencia? ¿Con mi relación con Jamie?

Solo hay una manera de averiguarlo.

-Dakota.

Bien, hagamos esto rápido. Ha pasado mucho tiempo y necesito respuestas.

-Agradecería que comenzaras a hablar y explicar todo sin rodeos.- respondo observándolo.- Ya no aguanto más. Es mucho tiempo el que pasé ajena a todo esto, quiero que seas sincero de una vez por todas.

Jesse traga grueso y tamborilea sus dedos en el escritorio frente a él. Se levanta y rodea el mueble hasta quedar frente a mí.

Los segundos pasan y como veo que no tiene intenciones de abrir la boca, disparo.

-¿Dónde estuviste, Jesse?

Clavo mis ojos en él y lo reto con la mirada. Si quiere hablar, hablaremos. Sin tapujos.

Cierra los ojos un segundo y la frase que dice a continuación me toma tan por sorpresa que debo repetirla un par de segundos en mi cabeza.

-Estuve en rehabilitación.

En rehabilitación. Mi hermano mayor, rehabilitándose. Drogas. Alcohol. Un vicio.

¿Cuál? ¿Ambos? ¿Ninguno? ¿Otro diferente a ese?

-Ven, siéntate.- dice Jesse tomando mi brazo y encaminándonos a ambos a un pequeño sofá de dos cuerpos que hay en un rincón.- ¿Quieres un vaso de agua con azúcar? Estás muy pálida...

-No.- respondo lejanamente.- Whisky.

Necesito algo más fuerte que un vaso de agua para aclarar mi cabeza y hacerla funcionar. Jesse me sirve dos dedos de whisky en un vaso y me lo tiende, lo vacío de un trago.

Nunca dije que iba a tomarlo lentamente.

-Okey...-dice Jesse luego de que le tiendo el vaso de vuelta y le pido otro poco.- ¿Estás segura? No estás acostumbrada a este tipo de tragos...

-Solo sirve el maldito vaso y habla, Jesse.- mi paciencia se acabó.- Este vaso sí va a durar toda la conversación o al menos eso espero.

Inteligentemente, mi hermano hace lo que le pedí y comienza a relatar su historia.

-Bien. Verás...cuando mamá y papá murieron mi mundo se puso de cabeza. Pase de tener muchísimo tiempo libre y ser simplemente un tipo que vivía su vida a tener que cuidar las 24 horas del día y los 7 días de la semana a mi hermanita y ser la cabeza de una cadena de hoteles.- dice y me observa.- Cuidarte a ti no fue nada del otro mundo, lo he hecho desde que naciste. Aunque en este caso fue diferente porque pasaste a ser completamente mi responsabilidad y no sabes como es de acojonante saber que eres lo único que le queda en el mundo a una persona. Tener que tomar las mejores decisiones para que a ti no te faltara nada, intentar aparentar que estás bien solo para que tú lo estuvieras. Ir a trabajar a un lugar que detestas solo porque es lo único que te queda para subsistir...

Siempre supe que a Jesse no le interesaba aprender a dirigir la cadena de hoteles de mamá y papá, pero nunca creí que lo odiaba. Esa es información nueva.

-Odio ese trabajo, Dakota. En serio.- dice pasando las manos por su cara.- No me veo pasando toda mi vida detrás de un gran escritorio en una oficina, rodeado de gente que corre de un lado a otro con trajes de etiqueta y papeles en sus manos. Solo...no es para mí.- se encoge de hombros.- Pero de la nada estuve en esa posición y cada día que pasaba las cosas se ponían más y más difíciles. Así que una de las tantas noches que me quedé trabajando hasta tarde, en el camino de vuelta a casa se me ocurrió ir a beber algo al bar de un casino por el que iba pasando...y terminé bebiendo y apostando un par de dólares que llevaba encima.

Veo para donde va esto...

-Y así comenzó todo. Primero iba dos veces a la semana, luego de lunes a viernes, con el pasar de los meses si no iba los malditos 7 días de la semana me volvía loco.- comienza a pasearse mientras continúa hablando, yo solo lo observo con mi vaso de whisky en la mano.- Comencé a saltarme las juntas con mis amigos para quedarme en el casino apostando. Al inicio ganaba, luego solo comencé a perder. Después de un tiempo mi vicio era tanto que terminaba cambiando mis cosas por un poco de dinero para continuar jugando...un día incluso aposté las llaves de la camioneta y las perdí.

Oh...entonces jamás existió aquel robo del que me habló. Interesante.

-Ese día terminé llamando a Jamie para que fuera a buscarme y un par de días después él ya lo sabía todo. No tuve que decírselo, el cabrón es bastante inteligente y me pilló en dos tiempos.

Ya tenía conocimiento de que Jamie sabe todo esto desde hace tiempo, pero sigue doliendo que no me dijera nada.

-Lo siguiente que supe fue que hizo que se me prohibiera la entrada en todos los casinos de la ciudad gracias a que conoce a un tipo capaz de hacer eso. Luego al ver mi desesperación, inventó una noche de cartas en su casa donde "apostaríamos" con un par de amigos.

¿Jamie hizo qué?

-Apostábamos cosas bajas, 50 dólares máximo porque claro, estábamos entre amigos y era para distraernos...pero luego de un tiempo yo necesitaba retos más grandes. Así que Jamie habló con Jessica para que hiciera un acuerdo en el que quedaba estipulado que nadie podía retractarse de las apuestas hechas en ese lugar y que por ningún motivo eso tenía algo que ver con nuestra amistad fuera de la mesa de póker.

¿Jessica qué?

-Firmamos. Yo lo hice porque eso me daba carta blanca para apostar lo que quisiera y saber que al menos, quedaba en manos de mis amigos. Ellos lo hicieron porque creyeron que así calmarían mi ansia. Se equivocaron...

Jesse se detiene y me observa. Sonríe con tristeza y acaricia mi cabello. Tengo la sospecha que aquí viene la peor parte.

-No olvides que te amo ¿sí? Eres lo más importante que tengo en la vida.

-Y yo te amo a ti, solo...solo sigue hablando.

-Bien.- respira hondo y continúa.- Una noche quedamos solo Jamie y yo jugando en su casa. Había sido una noche genial donde logré ganar dos o tres manos del juego, así que estaba emocionado y con ganas de más. En el último juego me salió una mano excelente y por lo mostrado por Jamie, sentí que tenía todas las de ganar...así que como andaba inspirado y cegado por la emoción aposté la cosa más importante en mi vida...

¿La cosa más importante en su vida? ¿Cuál es la cosa más importante en su...esperen. Acaba de decir que yo lo soy.

Oh no...

Mi cara debe demostrar mi conclusión porque Jesse asiente tristemente y responde a mi pregunta no formulada.

-Sí. Aposté la tutela que quedó en el acuerdo que hice con papá de cuidarte hasta los 25.- se cubre los ojos con la mano.- Te aposté a ti, Dakota. A mi propia hermanita.

Mierda.

Así que por esto es que Jamie dijo que debía guardar mi violencia para Jesse.






~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
¡HOOOOOOLA, DRAAAAAMA!

¿Listas para la última maratón de esta historia? Ojo, última maratón no quiere decir que estos caps que subiré serán los últimos, quedan un par luego de estos jajajaja

¡Comenzamos!

Bet on LoveWhere stories live. Discover now