Capítulo 07 (Final)

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Tras mejorar el ánimo, la pareja finalmente podía conversar con normalidad. Pucca tenía tantas cosas que preguntarle, como por ejemplo su habilidad de combate o la misteriosa daga que había utilizado durante la batalla.

También se preguntaba, ¿de donde o de quien aprendió los modales para expresarse con tal cortesía y mostrar una actitud tan noble y magnánima?, siendo que un hombre de su estatus social no debería poseer una educación para actuar de dicha forma.

Pero más que nada, su más grande intriga y lo que más deseaba saber, era por supuesto el amor tan apasionado que sentía por ella, al punto que arriesgaría su propia vida para protegerla.

—Ehm.. Tobe..! —Con un poco de nervios, estaba por bombardearlo con todas estas preguntas.

Sin embargo, —¡Su majestad! —Sus palabras fueron interrumpidas por el llamado de los tres consejeros que apurados corrían hacia ella. —Hah! Hah! Su majestad! Ya nos encargamos de mandar un escuadrón para apresar a ese canalla que intento secuestrarla. —Informaba Ho, mientras jadeaba exhausto por el trote.

—Tambien..Hah! Hah! Llamamos al equipo médico y por fortuna ninguno de los soldados que participaron en la batalla murieron o sufrieron de heridas fatales. Una semana de descanso y estarán de vuelta en el servicio. Uf! —Seguido de Ho, le informo Linguini respirando con gran dificultad, al estar igual de cansado.

—Hah! Hah! En..Uf! En cuanto al capitán Garu. Hah!..Y-Ya se encuentra en la enfermería. Por suerte al ser despedido por la ventana cayó en unos arbustos y gracias a su armadura no sufrió ningún daño. Solo perdió la conciencia por el shock, así que es cuestión de tiempo para...uf! ¡Para que despierte! —Y finalmente el último en informar fue Dumpling, que en comparación con sus dos hermanos, hablo entre cortado por la falta de aire mientras sudando a lo loco, sostenía sus rodillas para evitar caerse.

—[Ay! Por el amor de...! ¡Pónganse a dieta!] —En vista de la deplorable condición física que tenían, causó que Pucca protestará internamente.

—Hmm?! —La molestia en su rostro era tal, que el trío lo noto al instante y preguntaron extrañados. —Su majestad, ¿le sucede algo?

—Grr! —Pucca solo gruñó ante la pregunta. Tenía que darles una severa charla sobre su salud, pero decidió dejarlo para otro momento. —Hah~ No! No me pasa nada. Buen trabajo los tres. —Al soltar un gran suspiro, estabilizó sus emociónes y felicito sus esfuerzos.

En cuanto a Tobe que había presenciado todo. —Hehe! —Sonrio encantado por la cómica escena. Para seguido acercarse a Pucca y furtivamente susurrarle al oído. —¡Que difícil es encontrar subordinados que no te estresen las 24hs del día, ¿verdad?

—Hiiiih! "\\\\" —El repentino susurro de Tobe, causó que Pucca se sobresaltara ruborizada y tapara su oreja mientras se giraba a verlo. —Eh?! —Y al hacer esto, exclamó confundida al ver que Tobe le sonreía amistosamente y después apuntaba su vista hacia la izquierda.

Pucca por reacción miro hacia el mismo lugar, solo para ver con sorpresa al grupo de jovenzuelos devorando cómo perros hambrientos toda la comida.

—Oye tu, esa pierna de pollo es mía!

—Hah?! ¿Acaso tiene tu maldito nombre en ella?

—Ahhhh! ¡¿Quien me robo la chuleta de cerdo?!

—Nyahaha! El que se duerme pierde chaval!

—Grr! Hanzo, bastardo! Recordaré esto!

—Hehe! Cuando quieras y donde quieras! x3

Enamorada de un mendigo. [Terminada]Where stories live. Discover now