Era una noche oscura, tranquila, sin embargo el viento soplaba mas o menos fuerte y ahí me encontraba yo, caminando bajo el cielo estrellado sin compañía alguna, pero me sentía tranquila, la soledad me hacia sentir bien, escuchaba el crujido que hacia el pasto al ser pisado por mi, me detuve un instante para soltar un suspiro algo agotada para que luego algo captara mi atención, la luz de la luna caía sobre cierto objeto cubierto por el pasto el cual no me dejaba descifrar bien que era, algo curiosa, acomode mis lentes y me agache para intentar descubrir que era aquel objeto, sin embargo el pasto seguía interponiéndose así que decidí estirar mi brazo hasta que mi mano alcanzara aquel objeto, era duro y estaba algo frió, lo lleve frente a mis ojos y me di cuenta que había encontrado algo bastante curioso, un reloj de bolsillo, lo peculiar era que este colgaba de una cadena plateada, algo fascinada por aquel objeto tan simple decidí llevarlo conmigo, me incorpore y seguí caminando con el reloj en mis manos mientras el viento soplaba haciendo que las hojas de los arboles bailaran, no podía apartar mi vista de aquel curioso objeto, había algo de el que llamaba mi atención, al lado de aquel prado por el que paseaba, pasaba una carretera, escuchaba como constantemente autos pasaban por ahí.
Cuando menos me había dado cuenta ya era demasiado tarde, el tiempo se había pasado volando y yo me encontraba lejos de casa y tras de eso al otro día tenia clase, debía irme a casa de inmediato, decidida, gire hacia la derecha para cruzar aquella carretera contra el prado, mis ojos se alejaron de el reloj para precisar como un perro callejero cruzaba la calle, también note unas fuertes luces, eso solo podía significar una cosa, un auto, todo paso demasiado rápido, el auto venia demasiado rápido y el perro se encontraba cruzando la mitad de la calle, no podría presenciar algo tan cruel, entre en pánico y solo me deje llevar por el instinto, solté el reloj y salí corriendo con la intención de rescatar al perro antes de que este fuera arrollado, tan solo se me ocurrió gritar '' DETENTE'' por si el conductor del auto me escuchaba, si tan solo hubiese sabido que esa simple palabra desencadenaría cosas que yo no estaba lista para descubrir.
todo estaba oscuro, me pregunte a mi misma si estaba muerta ''Demonios, en el infierno no hay libros'' estaba ocupada tratando de imaginar como hacer un trato con el demonio para que me volviera a la vida que no se me había ocurrido abrir los ojos así que eso hice, posteriormente mire a mi alrededor, mire mis manos algo desconcertada y luego me pegue una bofetada para soltar un gruñido y decir ''No, pues muerta no estoy'' luego me gire para observar aquel auto que había estado apunto de atropellar al perro, algo impresionada retrocedí unos cuantos pasos hasta tropezar con algo y caer de espaldas al piso, ''Rayos'' dije para mi misma y me incorpore encontrandome con una escena bastante ¿rara? ¿perturbadora? no sabría describirlo. El auto se encontraba totalmente quieto al igual que el perro el cual se encontraba a unos pocos cm del auto, por suerte aun se encontraba ileso, algo desconcertada mi mirada se dirigió hacia el lugar desde el cual había visto el perro, lo que vi me dejo bastante impactada, el reloj de bolsillo que hace unos minutos había estado en mis mano, se encontraba justo a un cm de distancia del suelo, como era eso posible!? estaba loca!? o acaso alguien me había drogado!? malditos drogadictos !
Tenia que calmarme, así no resolvería nada, mire con firmeza el perro callejero y lo tome entre mis brazos este se encontraba aun inmóvil, camine hacia donde se encontraba el reloj ( fuera de la carretera) y acerque una de mis manos lentamente, al principio dude en tomarlo hasta que decidí dejarme de tontería y tomarlo, el auto siguió su rumbo, las hojas de los arboles volvieron a bailar y aquel perro de la calle, agradecido, me lamia el rostro, sin embargo mi mirada no se separaba de aquel reloj que se encontraba en mi mano derecha, decidí no darle muchas vueltas a lo sucedido, lo descifraría después, simplemente lo guarde en el bolsillo de mi abrigo y sostuve al canino con ambas manos para luego mirarlo y sonreír.
-¿que te parece si vives conmigo?-
aquel perro de cabellos blancos algo curtidos por la suciedad y ojos tiernos tan solo movía su larga cola
-No oigo ningún no así que lo tomare como un si-
levante la mirada y mire a ambos lados para luego cruzar la calle para emprender rumbo hacia la parada del autobús, me senté a esperar mientras acaricia la cabeza del canino, este parecía disfrutarlo, tan solo cerro sus tiernos ojos, yo por otra estaba demasiado agotada, había sido un día largo, luego de varios minutos de espera el autobús llego y yo subí rápidamente, el conductor no pareció importarle que llevara aquel perro conmigo, camine por aquel mini pasillo del autobús pensando en donde sentarme, no se por que le echaba tanta cabeza si al fin y al cabo estaba vacío, antes de que pudiera elegir donde sentarme el conductor arranco bruscamente haciendo que yo perdiera el equilibrio, por suerte antes de caer logre sostenerme firmemente de una de las barras de el autobús mientras que con la otra sostenía al canino con mucha dificultad, algo molesta y ya que a mi no me gusta callarme nada tan solo le grite al conductor ''¿¡ES QUE LLEVA PRISA O QUE !?'' luego me senté en el asiento mas cerca y me dedique a mirar el paisaje nocturno mientras llegaba a casa.
Luego de bajar del autobús y llegar a casa, me dirigí a mi cuarto, deje mi mochila con libros en el piso al igual que al canino, me quite los tenis y me deje caer de espaldas en aquella cama con fundas blancas suaves, cerré los ojos aun conmocionada por lo sucedido en aquel día, solté un suspiro tratando de aclararme, lleve mi mano al bolsillo de mi abrigo hasta sentir el reloj de bolsillo, lo tome con delicadeza y lo saque para observarlo, ¿tenia algo que ver con lo sucedido?, no lo sabia, pero iba a descubrirlo, deje el reloj sobre la mesita de noche junto a mi cama, me levante y me dispuse a cambiar mi ropa por la pijama, una bastante humillante para mi, pues tenia muchos unicornios y era bastante colorida, no me gustaba las cosas que llamaran a atención, prefería mas lo simple, pero ya que mama un día había vuelto del trabajo con este pijama diciendo que cuando la vio pensó en mi simplemente no podía despreciarla, mi mirada cayo sobre el perro de cabellos blancos, el cual ya se había acomodados sobre una cobija vieja que estaba tirada en el piso, sonreí al ver la escena
-claro, sin duda puedes acostarte ahí-
camine hacia mi cama, levante las cobijas las cuales se encontraba tendidas bastante bien y me metí bajo de estas apoyando mi cabeza en la almohada, mi mirada caía sobre el reloj en aquella mesita de noche, lo mire analíticamente por unos minutos y luego dije ''Sin duda descubriré que fue lo que sucedió''. Apague la lampara y cerré lentamente mis ojos sumergiéndome así en una oscuridad profunda.
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Maldito cupido
Romanceimagínate que un día conoces a alguien que es capaz de manjar el amor a su antojo ¿ lo creerías? ¿que le preguntarías? y sobre todo..¿cuanto podrías soportar?