Encomendado「𝐼𝒟𝒪𝐿𝒾𝒮𝐻𝟩」

ＮＯ ＳＥ

Desperto y frente a sus bellos ojos se encontró con un enorme cristo crucificado

-Hm, debo estar muerto- pensó Yuki, ya listo para recibir su juicio escucho una dulce voz que una joven que anunció:

-¡Ya despertó!

-Do...¿Donde estoy? - preguntó con dificultad

-En el convento, el padre Otoharu lo encontró hace 2 días enterrado en la nieve, pensamos que estaba muerto pero al notar que su corazón aún latía pidió ayuda y lo trajeron hasta aquí

-¡Ya despertó el muertito!- gritó un pequeño peli-celeste

-¡No seas insolente! Se está recuperando... ¿Como se llama?... Yo me llamó Tsumugi

-Yukito... Solo dime Yuki... Y el changuito ¿Quien és?

-¡CHANGUITO, no soy un Chango, soy un guapo novicio y me llamó Mitsuki

-SIMIO- musitó el bicolor

-Grrrrrr, ya verás

-Mitsuki, deja de molestar a nuestro invitado, necesita reposo

Ese mismo día conoció al padre Otoharu, un hombre muy mayor que lo trató dulcemente, lo invitó el tiempo que el quisiera a lo que Yuki tuvo que aceptar puesto que no tenía a donde ir.

El tiempo pasó sin querer y Yuki pasó las fiestas decembrinas en el convento, se sentía muy a gusto y protegido en aquel lugar, sin darse cuenta ya conocía todos los movimientos del pequeño convento y sabía de memoria los rezos.

Un día de febrero, el padre Otoharu le dijo a Yuki:

-Yuki

-Hmm

-Te he estado observando y he notado que eres un chico muy dedicado, realmente disfrutas estar aquí

-¿Y?

-Y pues, no se si tal vez te agradaría ordenar te como novicio

-¿Que?

-Si piénsalo, podría ser una opción

El anciano se levantó y se fué dejando a un muy confundido mozuelo

Yuki pensó seriamente toda la noche al respecto
¿Realmente la iglesia sería un camino?

"No me atrae demasiado la idea, pero que otra opción tengo, algún día debo de salir de aquí y no se hace nada, no tengo suerte de que el padre Otoharu me haya enseñado a leer y escribir (recuerden XVI, ni los Reyes sabían leer). No se que hacer de mi vida, no sé que haré en el futuro, no se ni quién soy, NO SE NADA"

Dias después comenzó su caminó hacia un monasterio mucho más grande que el que estaba por qué solo ahí se podría ordenar como sacerdote

En el lugar había otros 19 frescos jovencitos que deseaban lo mismo así que no tardaron en hacer amistad entre ellos, excepto Yuki (claro está).