No me odies Bombón

suerte

Besar sus labios un deseo que consumía mi ser desde aquél día, llenarme de su sabor y sentirla tan mía tan solo por esos instantes en los que el mundo se congela ante nuestro amor, nada es imposible en este momento me siento el rey del mundo nada hay que pueda compararse con el tenerla aquí conmigo, su boca busca la mía sus manos tiemblan de pasión de frío o incertidumbre es difícil saberlo la sujeto con firmeza rodeando su cuerpo con mis brazos – escapémonos – le digo a modo de suplica con mis ojos llenándose de su hermosa figura.

Sus cabellos mojados escurren gotas de lluvia, sus ojos llorosos se centran en mí, no escucho los sonidos que nos rodean no veo otra cosa más que a ella mi dulce bombón, de sus mejillas densas gotas resbalan, ¿lluvia?, o lágrimas; ¿es que tienes dudas de lo que nos depara el destino?, la veo mover los labios mi corazón late desenfrenado – ¡solo asiente solo di si y de lo demás yo me encargo! – sujeto su mano con firmeza mientras ella cierra los ojos por un instante... y luego todo se vuelve tan confuso.

Los sonidos regresan de golpe, el tumulto se hace presente las personas se abalanzan sobre nosotros sus dedos se entrelazan con los míos – Seiya...yo – y después todo es confusión.

||caer al suelo, y sentir sus dedos  rosando los míos, antes de soltarla para no verla caer también.

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–¿de que se trata todo esto? – soltó aquel hombre con fastidio, un parpadeo y entonces pudo reconocerle – ¿no es usted la señorita Haruka Tenou?, Tengo qué admitir que por unos momentos logró darme la falsa impresión de ser un guardia de seguridad, ¿De qué se trata esto?, Planea disuadir me de la decisión que he tomado, si ese es el caso está usted perdiendo el tiempo ahora hágase a un lado que si pierdo mi vuelo le aseguro que tomaré represalias

– Sabe que lo que está haciendo es estúpido usted no es el dueño de la vida de Serena, no podrá controlar cada respiro de ella, en algún momento...

– ¿En algún momento?, Déjeme decirle, eso no es de su incumbencia  empujó a la mujer tratando de abrirse paso, pero esta no retrocedió ni un poco, fue como toparse con una pared impenetrable los ojos de Kenji se elevaron hacia esta con asombro.

– Esta cometiendo un error, pero aún está a tiempo de remediar...

– ¿Remediarlo?, Mi error fue traer a Serena a su institución donde se me prometió tanto, ¿Y que recibí a cambió?, Mi hija besándose con un travestí, ¡Un escándalo mucho peor del que pretendía salvarla!, Y la cancelación de su compromiso, si he cometido un error fue traerla aquí en un principio.

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No hay tiempo, aquella peli negra camina con paso apresurado quiere estar en primera fila solo para asegurarse de que Serena Tsukino saldrá de su vida sin pase de vuelta, la lluvia arrecia sus ojos se centran en aquella silueta delante suyo, Seiya Kou yace de espaldas y puede ver aquellas manos temblorosas abrazándolo.

|¿Un beso?

¿Por qué mi pecho duele tanto?, La sombrilla que sostiene se vence de lado es como si las fuerzas le hubiesen abandonado, lágrimas amargas inundan sus ojos – ¿Cómo pudo rechazarme por ella?, Es torpe, es infantil...y su reputación es tan dudosa...

Y sin embargo, ha venido a buscarla, pese a haber sido expulsado por ella– A pesar de estar bañada por la fría lluvia sus ojos parecieran estar encendidos, su sangre hierve de rabia, esa rabia que nace de los celos y de la envidia se acerca a ellos, están tan sumidos llenándose el uno del otro que no sienten su presencia.

– ¡Escapemonos!

Le escucha decir a modo de suplica, un chasquido escapa de sus dedos la joven peli negra dirige una mirada a su acompañante el chófer pareciera estar acostumbrado a ese tipo de peticiones en un parpadeó yace empujando hacia el suelo al joven pelinegro, su gran altura le facilita el trabajo tomarlos por sorpresa no da tiempo a nada.

Los celestes de Serena le miran con una mezcla de sorpresa e ira, Seiya trata de levantarse ante el se interpone la joven pelinegra – no deberías gastar tu tiempo con está, después de todo volverá a dónde pertenece y eso no esta nada mal  –  decía con tono hiriente mientras aquel hombre fornido sujetaba las muñecas de Serena, quien se había arrojado para arremeter contra el hombre.

– no queremos que pierda su vuelo –  sonrió mientras el hombre asentía, la mano de Seiya apreso a  la joven morena, en sus ojos podía leerse el desprecio –  no pongas esa cara, ya me lo agradecerás –   Rei sintió como aquella mano le oprimía con fuerza aquel acto de desprecio solo le incitaba más.

– ¿qué esta sucediendo aquí? –  aquella voz hizo que Serena dejara de golpear el pecho de el hombre fornido volvió sus ojos llena de impotencia su padre yacía mirándole con desaprobación.

Seiya estaba por acercarse a Kenji pero Serena yacía con la mirada cabizbaja – solo detente, lo empeoraras...

– iré a buscarte, solo esperame...

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Los días han pasado y este dolor sigue aquí, solo una dirección es la única pista que poseo y no es garantía de que me guiara hasta a ti, espera sentado en las escaleras de aquella pequeña y colorida casa.

Puede divisar la brisa hace que el viento eleve aquellos dorados cabellos por un segundo su corazón se acelera hasta que le ve de frente sus ojos son distintos y rasgados su cara es mas redondeada podría pasar por hermana de Serena, la joven se contonea alegremente hacia donde el esta alzando la mano en señal de saludo y dejando escapar una sonora risa – ¡tú debes ser Seiya Kou, yo soy Mina!.

– lo sé disculpa que te moleste de esta manera es solo qué...

– ya lo imagino vienés a buscar a Serena, Kelvin me hablo de ello, y no se como agradecer que te preocupes tanto por ella, debes quererla mucho – sonrió al ver como un rubor invadía las mejillas del pelo negro, soltó un suspiro mientras entrelazaba sus manos  – esto es tan romántico aún que siento no poder ayudarte, aun cuando ella esta de vuelta es evidente que su padre no la traería a la vieja casa y mucho menos creo que le permita contactarme...

– si esta aquí encontrare la manera de verla,y haré lo posible para que tu te reúnas con ella–  Seiya yacía ahora de pie sosteniendo la mano de la rubia

– a menos que seas un millonario excéntrico dudo que...

Una sonrisa enmarco el rostro de Seiya
– que suerte que justo eso sea...