Hoy estaba haciendo un calor de los mil demonios, asi que tenia un diminuto short y blusa de mangas color blanca, y por supuesto mi moño nada arreglado, solo consistia en tomar mi cabello hacer un rodete y atarlo. ¡Adiós calor!
Tocaron mí puerta, debía ser Alice, quedo en venir a contarme todo de la cita entre ella y Peter, me levante sin ganas del sofa pero ella se habia adelentado a entrar.
- ¿Porqué mierda no me abrias? Estas ahi sentada, y no es un edificio de mil pisos para que tardes en abrir tanto. - fruncio el ceño.
- Cállate y cuéntame. - volvi a tirarme en el sofa.
- Bueno.. - se comenzo a sonrojar de la nada.
- ¿Qué? - sonrei.
- Dijo que nos conociéramos, que le agraba y le parecia linda. - sus mejillas tomaron un fuerte color rojo. - Ya tenemos a donde ir en la segunda cita.
- ¿Segunda cita? - sonrei. - Entonces todo esto es serio.
- Claro, yo siempre hago con seriedad lo que me importa. - dijo tomando una postura de grandeza.
- A mí nunca me tratas con seriedad.
- Es por que tú. - me señalo. - No me importas.
- ¿No?
- ¿Porqué me importaría alguien, si ya tengo su cariño?
- Yo nunca dije que te queria. - dije sin mirarla.
- Calla. - me dio un golpe con su brazo.
- Sabes que te quiero y se que te importo. - le guiñe un ojo. - sigue contándome.
- Pues fuimos a un lugar elegante. Pedimos de comer y platicamos un rato. - dijo sin prestar mucha emoción. - En fín. Satisfacimos nuestras necesidades.
- ¿Qué? - abri los ojos y ella río.
- No esa clase de satisfacciones, si es lo que piensas. - río. - Comer es muy satisfactorio.
- Ajá. - reí junto a ella, realmente no lo habia pensado mal. Solo queria ver que decía. Notese el sarcasmo.
Hablamos por un rato más. Mí madre había ido a trabajar despues de muchos meses, asi que cuando se fue Alice porque recibio la llamada de su madre diciendo que su hermana pequeña estaba hirviendo en calentura y tuvo que irse a regañadientes. En fín, me quede sola toda la tarde.
Ahora estoy en mi tiempo mental, acostada con los ojos cerrados. Pensando.
Tocaron mí puerta 2 veces.
Me levanté del sofá de la misma manera que cuándo vino Alice. Sin ganas.
Abri mientras me tallaba los ojos detenidamente, no distingui quien era y encogi los ojos; Peter.
- Deja de verme y dejame entrar. - dijo, rodee los ojos y lo deje pasar.
- ¿Qué? - gruñi.
- Hola Sam, bien, gracias ¿Y tu? - se tiro en el sofa.
- Cállate, al grano, Caller. - suspire.
- Vine a hablar.
-¿Hablar? - dije con kilos de confusión en mis palabras.
- Sobre Alice.
- Dime.
- Me gusta.
- Eso es obvio. - sonreí.
- Pero no se como tratarla, si ir rapido, si ir lento, primero amigos, le coqueteo, la ignoro. - suspiro. - Sam, Joder la amo. No quiero perderla.
Sonreí. Por fín alguien bien, amaba a mi amiga.
- Al parecer ella quiere algo serio, ve lento pero coqueteale. Para que vallan bien pero ella siga dandose ilusiones.
- Gracias, muchas gracias. - sonrio.
- Okey. ¿Tienes hambre? - me levanté del sofá.
- Sí. - hizo una mueca extraña.
- Yo también. Pidamos pizza. - dije sacando el móvil, el solo asintio.
Nos comimos la pizza y platicamos un rato mas sobre Alice y él. Se veía que la quería mucho, hablaba con mucha ilusión de ella.
- Y cuando sonríe... - dijo. Pero lo interrumpio el timbre.
Le hize cara de perro mojado.
- Yo voy. - rodo los ojos.
Últimamente se me daba muy bien lo de chantagear.
Me acomode en el sofá esperando que Peter me dijiera quién es. Encendi la televisión y comenze a buscar canales últimamente todo era tan aburrido, series animadas sin sentido. Me exalte al escuchar un estruendoso golpe, me paré y me dirigí a la puerta.
- ¡Déjalo! - intente deshacer el agarre que tenia Seth en mi amigo. - ¡Seth, lo lastimas!
Tenía agarrado a Peter contra la pared, el pobre comenzaba a verse morado.
Estaba en shock, pero no podia dejar que Seth matara de asfixia a Peter, asi que reaccione.
- ¡Joder, dejalo, maldito! - me tire encima de Seth.
- ¿Qué hace este hijo de puta aquí?
- dijo jadeando y fulminando con la mirada a Peter, Peter solo tomaba grandes bocanadas de aire.
- Seth, ¡Es mí casa! Puede venir quién quiera y cuando se le plazca. En cambió tu no.
- ¿Yo no? - sonrio burlonamente.
- Tu. No. - dije lo mas seria que pude.
Seth se tenso rápidamente y se lanzo nuevamente a golpear a mi amigo.
- Por tú culpa. Me odia. - dijo asfixiando a Peter.
No encontraba la manera de que Seth se largara de mi casa y Peter no muriera de asfixia. Mis manos comenzaban a sudar, las limpié rápidamente en mis jeans. ¿Qué hago?
Pues separarlos, estúpida.
Decía una vocecita en mi interior.
Me lanze de nuevo encima de Seth y grite:
- ¡Peter! ¡Vete! - dije encima de Seth.
Peter corrio a la puerta y la cerro de golpe.
Seth y yo nos quedamos solos, en un incómodo silencio. Solo se escuchaba su fuerte respiración.
Se acerco a mí, cada vez menos centímetros nos separaban, estábamos a segundos de acercarnos.
Deseaba esto, deseaba probar el dulce sabor de sus labios, necesitaba esto.
NOTA:
Hola&Adios. No estoy de humor para hacer una buena nota, lo siento:c
Dan, xx.
![](https://img.wattpad.com/cover/20782338-288-k460754.jpg)
YOU ARE READING
Dark Paradise
Romance" — No debí de hacerlo, pero ya paso y no vas a poder cambiarlo. " — dije ya derramando gotas de agua. Samantha Wesley en una de aquellas noches pasa por algo que ninguna chica de su edad podría llegar a pasarse por su mente. Destrozando a su famil...