EL PODER DE LA MENTE {@Marui_Chan}

La enseñanza de una Infanta.

Escrito por Marisol Zuluaga González.

Se encontraba una niña de 8 años sentada al lado de su amado hermano, un joven de unos 24 años.

Aquella niña resplandecía con su abundante inocencia. Todo aquel que la conocía se cautivaba con solo mirarla. Desprendía una gran luz desde su corazón.

Notaba hacía ya algunos días a su hermano totalmente decaído. Como si pareciese un zombie. Falto de ánimos, de fuerza, de todo.

Siendo ella curiosa le preguntó arrodillándose frente a él.  -Hermanito, ¿me acompañarás al parque?. - Y le imploro con su verde y profunda mirada.

-Me siento algo cansado... - Contestó a la pregunta de la niña suspirando, y esta con desanimo bajó la mirada. -Sin embargo, puedo acompañarte.- Y automáticamente la vista de la niña se posicionó en sus ojos, con gran esplendor y felicidad.

Salieron de casa y caminaron juntos de la mano al parque, la pequeña con su enorme sonrisa y, el muchacho intentando estar lo mejor posible para el momento con su ser más preciado.

Al llegar al parque el joven preguntó a la niña...  -¿Quieres un helado?.  Tú elijes el sabor. - Y la niña se quedó viéndole con seriedad.

-No. Quiero ir al árbol del río que está cerca de aquí. - Afirmó la niña señalando al árbol de la montaña cerca al río.

-Pero, está demasiado lejos y... temo que te suceda algo, es peligroso. - Dijo el joven con preocupación.

-No he venido por helados o diversión en los juegos del parque. He querido que me acompañes para otra cosa, hermanito. - Dice la pequeña tomándolo de la mano.  -Por un momento deja de ser un adulto y escuchame. -

La última frase había dejado estupefacto al chico, quien jamás en su vida había escuchado hablar así a su hermanita menor. ¿Que niño en su sano juicio hablaría de esa manera?.

-Está bien, calma. Iremos. - Contestó y fueron juntos hasta la montaña.

Una vez habiendo llegado ahí, se sentaron bajo la sombra del hermoso y llamativo árbol.

-Listo. ¿Estás contenta?. - Preguntó el muchacho.

-No.-

-¿Que he hecho mal ahora?- El chico voltea los ojos mientras habla y con impaciencia se lleva las manos a su largo y suave cabello.

-Dejarte llevar por la destrucción que el hombre creó.-

-¿De donde has sacado esas palabras?. - Pregunta extrañado e impresionado.

-Han venido conmigo.- Contesta.  -¿Cuando vas a dejar de estar triste?. - Y cruza los brazos.

-Eres muy pequeña para entender cómo me siento. -

-Y tú muy grande como para entender a una niña como yo. -

Al escuchar estas impactantes palabras, no pudo evitar soltar el mar de lágrimas que llevaba consigo. Sentía que era una completa basura y que pocos lo habían ayudado.

-Desde que mamá se marchó todo es más difícil. Y, la única persona que creía entenderme me traicionó yendose con un patán al que ni siquiera le interesa saber su estado de ánimo.-

-Pues creíste demasiado mal. Te olvidas de mí. Y ahora solo me juzgas porque no estoy  a tu suficiente altura como para entender por lo que pasas. El que sea pequeña no me hace inferior, hermanito.-

El sujeto quedó en silencio, y no pudo decir una sola palabra.

La niña tomó una de las manos de su hermano y se la puso en su propio pecho.

-¿Que sientes ahí en mitad de tu pecho?. - Pregunta la niña arrodillándose frente a él y sonrió de oreja a oreja.

-El latido de mi corazón... - Responde con la cara hinchada y la mano temblorosa, con una confusión en su cabeza por el actuar de su hermana.

-Estás vivo. ¿Lo has olvidado?- Preguntó viendo al joven a los ojos.

-No lo sé... -

-La vida te dio una oportunidad. Y miles más.  No es tu fin. - Y sonrió la niña con los ojos aguados.

El joven agachó la cabeza. Y ambos empezaron  a llorar, a soltar sus dolores. Era el momento ideal para mostrarse débiles ante el mundo son vergüenzas.

La niña en medio de sus lágrimas sonrió y habló.  -Vive hermanito, sé un niño. Como yo. -

-Y así ni siquiera se vivir. - Y se tapó el rostro avergonzado. Te amo, hermanita. - Respondió el chico cabizbajo.

-Yo también te amo, gracias. - Respondió la niña y se quedaron juntos. Hasta el anochecer. Con una oportunidad más para vivir...

02/03/2019