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-zeze, cantante "casita pequeñita"

-¿Aquí, en el jardín Zoológico? Hay mucha gente.

-no la gente ya se está yendo...

-Es muy larga la letra,voy a cantar sólo la parte que te gusta, esa donde se habla de las cigarra. Saqué pecho:

Tu sabes de donde vengo,
De una casita que tengo;
Queda allá junto a un huerto...

Es una casita chiquita,
En lo alto de una colina
Y de be el mar a lo lejos...
Pasé por algo un montón de versos.

Entre las palmeras altas
Cantan todas la sigarras
Al volverse de oro el sol.

Cerca de ve el horizonte.
En el jardín canta una fuente
Y en la fuente un ruiseñor ...

Ahí paré.  Ellas continuban firmes esperando me. Tuve una idea;me quedaría allí cantando hasta que llegará la noche acabarían por cansarse.

¡pero que! Canté toda la canción, la repetí, canté " es tu afecto pasajero" y hasta "Ramona". Las dos letras diferentes que sabía de "Romana"... y nada. Entonces me entró la desesperación era mejor acabar con ello. Fui a donde ellas se hallaban.

-Estación lala, me puedes pegar.

Me puse de espaldas y ofrecibel material apreté los dientes porque la mano de lala tenía una fuerza de mil diablos en la chinela.

                                ***

Fue mama quien tuvo la idea.

- Hoy todo el mundo va a ver la nueva casa

Totoca me llamó aparte y me aviso en un susurro.

-Si llegas a contar que ya conocemos la casa, te hago polvo.

Pero yo no siquiera había pensado en eso.

Era un mundo de gente por la calle. Gloria me llevaba de la mano y tenía órdenes de no soltarme ni un minuto. Yo llevaba la mano de Luis.

-¿Cuando tenemos que mudarnos, mama? Mamá le repondio a gloria con una cierta tristeza.

-Dos días después de Navidad hemos de comenzar a arreglar los trastos.

Hablaba con una voz cansada, cansada. Y  Yo sentía mucha pena por ella. Mama había nacido trabajando desde los seis años de edad, cuando construyeron la fábrica la habían puesto a trabajar allí , la sentaban encima de una mesa y tenía que quedarse allí limpiando y enjuagando las herramientas era tan chiquita que se mojaba encima de la mesa porque no podía bajar sola ... Por eso nunca fue a la escuela ni aprendió a leer.

Cuando le escuché esa historia me quedé tan  triste que prometí que cuando fuese poeta y sabio le iba a leer todas mis poesías.

Y la Navidad ya se anunciaba en tiendas y mercerias en todos los vidrios de las puertas ya habían dibujado a papa Noel. Algunas personas compraban posatales para que cuando lleguase la hora no se llenanse demasiado las casas de comercio. Yo tenía lejana esperanza de que esta vez el niño Dios naciera. Pero que naciera en mí, a lo mejor cuando llegara a la edad de la razón tal vez mejorase un poco.

Mi planta de naranja-LimaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang