13_Dulce morena

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Adrien se veía sólo en ésa habitación con ésa candente, dulce morena, mientras su novia estaba en su habitación.

El chico miró a quien tenía su corazón agitado y apretó los dientes con fuerzas.

Ya no se podía resistir a la tentación, la quería toda para él.

Se acercó a la morena por la que iba a pecar y la tocó, sintiendo el ardor en sus dedos pero lo ignoro y acercó sus labios a ésa dulce textura antes de clavar sus dientes.

Marinette no se iba a dar cuenta de que comió una galleta mientras estaba sólo ¿verdad?

Oyó los pasos de la azabache (Marinette chocó con algo y se quejó) y metió toda la galleta a su boca para lagrimear por lo caliente que estaba y además casi se atora.

La azabache llegó a la cocina donde su novio lo esperaba y se acercó, dandole un beso en los labios.

-Gracias por esperar.

Dijo con voz suave mientras él asentía, con una sonrisa y su lengua herida, sin darle importancia al beso que le dio su novia.

Valió la pena casi morir atorado por ésa galleta.

Miró a su novia quien estaba sirviendose un vaso de agua, atentamente al verla diatinta y se acercó curioso.

-¿Te cortaste el cabello?

Le preguntó y ella se sobresalto un poco para verlo y acariciar su cabello que ahora llevaba suelto y le llegaba por poco a medidas de sus hombros.

-Sí, lo tuve que cortar ¿te gusta?

Preguntó y él asintió mientras sonreía con sinceridad.

-Sí, te ves muy hermosa.

La noche anterior cuando vio a Ladybug, ella también tenía el cabello como Marinette por lo que significaba una cosa...

Marinette era fan de Ladybug y copiaba su estilo.

La azabache se volteó y bebió su vaso de agua para luego volver a llenarlo y dárselo a su confundido novio.

-Te robaste una galleta caliente así que tu lengua debe arder ¿no?
Cuando te bese tus labios tenían gusto a chocolate así que es obvio.

Adrien al oír éso retrocedió en shock.

¡Una solá vez que quiso robar algo y no le sale bien!

Era una deshonra para los gatos negros.

Suspiro profundo y tomó el vaso de agua, resignado.

Al parecer no podía engañar tan fácil a Marinette.

-Gracias.

Agradeció y bebió el agua mientras la chica sonreía con algo de malicia.

-De nada, siempre que pagues por la galleta. - dijo la ojiazul y el casi se ahoga.

¡¿Le acababa de cobrar una galleta?!

-¡¿Le vas a cobrar a tu novio?!- preguntó y ella extendió su mano, sin borrar su sonrisa.

-Aceptó tarjeta de crédito.

Adrien entendió que era una broma y sonrió antes de abrazarla y desarreglarle el cabello.

El único bromista en su relación era él.

Novios por una bromaWhere stories live. Discover now